The Doll (ZhanYi/YiZhan)

16.

Capítulo 16. - El Hechicero y el Príncipe X.

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El pelinegro la miraba decidido, esperaba que ella comprendiese su actuar, pero las cosas a veces nunca suelen ser tan sencillas. A veces las personas pueden perderse en su juicio, suelen ser tan tercos y difícilmente aceptan sus errores creyendo que los que están en un error son los otros, no uno mismo

Ella no quería escucharlo, no le creía, no quería aceptar lo que su hijo acababa de decirle, él amaba al príncipe. Se negaba a aceptarlo porque esa explicación no le era convincente.

- Estás traicionándonos... por ese...

- Yibo no tiene nada que ver... él es inocente. - Dijo decidido.

- Como nuestra gente lo era, como tu padre... - Su madre esperó encontrar un atisbo de arrepentimiento en su rostro por su decisión al nombrar a su padre, sabía cuanto su hijo lamentaba esto, más por ella.

- No voy a abandonarlo... lo amo, suficiente hice por 10 años en Gusu, hice lo que me pediste...

- ¡Tu reino Zhan!

- Nunca fue por el reino... siempre lo hice por tí... me infiltré ahí por tí, mamá... ¿No merezco ahora vivir como quiero con la persona que amo?

- No lo amas Zhan...

- No eres la única que amó a alguien...

- ¡Xiao Zhan! ¡Una sola cosa te pedí, una cosa debías hacer!

- Y la hice ... Yo hice lo que me pediste. - No quería alterarse. - Por años...

- ¡Quieres abandonarnos, abandonar tu reino y tu responsabilidad! ¡Tianlang-Jun ya debería estar muerto! ¡En cambio te encuentro aquí, oculto, jugando a la casita con el príncipe del reino enemigo!

- ¡No es mi responsabilidad mamá! Ya no... ahora él es mi única responsabilidad.

- Tu responsabilidad es con tu pueblo, conmigo, vengarte por la muerte de tu padre...

- ¡Yo sacrifiqué mi vida! Con el riesgo de que podrían descubrirme y matarme en cualquier momento... sacrifiqué mi infancia... siempre entrenando por tí, no importaba lo dura que eras, yo no me rendía, tenía que ser el mejor para superar tus expectativas pero nunca fue suficiente para ti! Me arrojarse a los 15 años al reino enemigo... - Gritó. - Ni siquiera era un hombre todavía, mamá...

- Debíamos hacerlo! Debiste hacerlo...

- ¡Yo no les debía nada! ¡No tienes ningún derecho sobre mí, déjame en paz!

- ¡Zhan escucha!

- ¡No! Ya no puedo ni quiero hacer todo lo que me pidas...

- ¡Xiao Zhan...!

- Ya muchos años fui tu herramienta, tu arma... déjame ser libre, yo me iré con él a otro lado... él debe estar a salvo... ninguno de los dos tenemos la culpa de lo ocurrido... - Dijo intentando tranquilizarse.

- ¡Los reyes van a asesinarlo Zhan... y a tí si no te entregas y te explicas!

Algo en Zhan se prendió aún más, había ira, la estaba mirando con furia y ella no pudo sentirse más que asombrada y asustada por la reacción de aquel hombre que ya no la obedecía más con lealtad, con sumision, con el brillo en sus ojos esperando su aprobación, obedeciendo sin rechistar.