Nos reunimos con Mara en la otra habitación. No escuchaba más que mi respiración agitada y los sollozos de Mara. Nos quitaron los sacos. La mujer se veía con ligeras heridas, pero nada de importancia. Quien tenía heridas graves y profundas era yo, obviamente.
-Al menos mi capacidad de razonamiento no se vio afectada del todo –Dije intentando aminorar la gravedad del asunto.
Las sorprendí con lo que sería nuestra salvación o eso se suponía.
-El botón de emergencia, ¿Cómo se supone que funcione si nos han dejado a nuestra suerte? –Catra estaba demasiado enojada. Sabía que su enojo era preocupación y frustración.
El botón va directo a dirección de gestión. Ese hombre me debe un favor enorme.
Oprimí el botón del aparato para activarlo y enviar una señal que sería captada en oficinas centrales de Norteamérica, supuse.
-Confío en que el viejo recuerde eso –Dije con algo de esperanza.
-Veo que las lecciones aprendidas no son lo tuyo, o bueno, aprender lecciones de cosas horribles que te pasan. No puedes confiar ni en tu sombra –Catra seguía molesta.
-En mi stilleto si –Le mostré mi bota. Tenía uno encajado en la suela.
-¿Traficabas drogas o qué?
-Papá siempre revisaba para evitar que llevara cosas fuera de regla a casa. Era un hombre complicado.
-¿Qué haremos con esto? –Pregunta Mara.
-En la mesa solo veo vinagre y frascos viejos. Repasa todos los frascos y dime que encuentras.
Tras una exhaustiva y complicada revisión de material, solo encontramos una batería con algo de ácido arriba, papel aluminio y alcohol.
Podría hacer una molotov con el alcohol, pero necesitaba un iniciador. Lo único factible eran las lámparas de combustible que iluminaban el lugar.
-Catra, quítate la blusa.
-Estamos a punto de morir, ¿solo piensas en eso?
-No es juego, fuera blusa.
Preparé un coctel molotov y lo lancé por una de las estrechas ventanas. Supuse que estábamos fuera de la casa grande. Todos comenzaron a gritar por el fuego hasta que aparecieron dos guardias en nuestra puerta. Catra se colocó detrás de la puerta y Mara en el otro extremo. Justo en el momento, entran dos tipos y ellas se lanzan encima. Catra le rompió el cuello a uno y Mara solo noqueó al que le tocaba. Tomaron las armas y aseguraron el pasillo para preparar la salida. Para su desgracia, no podía moverme muy bien y eso complicaba las cosas demasiado.
-Me jodes, Adora. Si hubieras pensado un poco mejor las cosas, no estarías así.
-Y tú me jodes quejándote, Catra. Mejor continuemos.
Mara solo miraba y callaba. Fuimos a dar a la parte superior de la casa cuidando bastante nuestras espaldas. Dejamos a lo mucho unos cinco o seis guardias abatidos en nuestro camino. Debido al ruido, llegaban más y la munición estaba por agotarse.
-Creo que si corremos por la parte baja del muro, saldremos en dos minutos justo por donde entramos.
-Es imposible, Mara. Mira como estoy, no puedo ni caminar, ¿pretender que corra? A demás tengo un asunto pendiente.
-¿Y piensas ir a patearles el culo tu sola, con tres balas y un brazo que no sirve? Eres un genio.
El sarcasmo cubría muy bien la preocupación de Catra.
-Esta vez te daré la razón y lo dejaré para después. Si no lo hacemos ahora, viviremos una cacería donde nosotros seríamos las presas, ¿entiendes eso?
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Conociendo Al Enemigo
General FictionHistoria principal del One Shot La Primera Noche. Se relata la historia de Adora, un agente secreto que trabaja para una agencia de espionaje ultra secreta. Conocer a una mujer extraña durante una noche de copas le da un vuelco a su vida transforman...