Conociendo Al Enemigo

Acuerdos.

Teníamos un supuesto reservado en el área VIP del famoso restaurante donde ya nos esperaban nuestros héroes junto a otros socios.

-Bienvenidos de nuevo. Espero que hayan disfrutado la reunión de anoche, aunque ya nos dijeron las cámaras de seguridad interiores que lo hicieron muy bien. –Era Mermista quien tomaba la palabra. –Todo estuvo a su gusto, según vimos.

-Muy buena noche, mi esposa no dejará mentir.

-Ellos son los demás socios y deseaba presentarlos –Interrumpió la mujer morena.

-Creemos que es irrelevante ya que solo les vamos a vender pocas cosas y sujetos de prueba. Basta de formalidades –Reí un poco para no parecer demasiado formal.

Catra se acerca y pellizca disimuladamente mi muslo.

-Calma, cariño. Tal vez algo mejor salga de esta reunión.

-La dama es sensata, Adam. Ahora entiendo por qué viene siempre contigo –Decía Sea Hawk.

El resto de la velada se pasó entre saludos y platicas con la mentada Sociedad Científica de Belgrado. Estaban los principales inversionistas de la industria química, biológica, ventas y compras de esa ciudad. Eran de todo menos lo que deberían ser. Por fortuna, logré hacer una carrera enfocada antes de llegar a la agencia. De Catra no tenía idea de la especialidad o de cómo llegó a trabajar con nosotros.

Al final de la velada me encontraba muy cansada y ella estaba furiosa por culpa de dos mujeres que duraron mucho platicando conmigo y haciendo gala de la coquetería que las caracterizaba. De vuelta al hotel, Huntara estaba muerta de risa por mi cara de arrepentimiento y por el fuego que salía por los ojos de la mujer cuando me veía. Creo que también influyó el hecho de que me dio un par de bofetadas saliendo del restaurante y hubo reclamos casi todo el camino.

-Es una mujer de carácter, ¿cierto?

-En efecto, suele ser una bestia cuando se enoja.

-Eso no le quita que es preciosa.

-No le veo problema en lo absoluto. Es algo con lo que puedo vivir.

-Tienes suerte Moss. Aunque ella también la tiene, eres un tipo genial.

No me opuse a su afirmación y me despedí dando las gracias por el viaje. Era increíble que casi no nos conocíamos y ya tomaba muy en serio su papel para hacerme quedar en ridículo.

Entré a la habitación del hotel y ella ya estaba casi desvestida. Era tarde por lo que no me quité la barba ni el dispositivo de voz. Solo me quedé en ropa interior y una camiseta interior. Me recosté junto a ella, pero al tratar de abrazarla, me empuja. Se volteó, pero casi de inmediato me besó, el beso se convirtió en mordisco y regresó a darme la espalda.

-¿Qué carajos te pasa? –Pregunté molesta y con dolor.

-Cosas que suceden cuando eres una zorra.

-¿Hice algo malo?

-Si otras te coquetean, ¿les vas a hacer caso?

-Era complicado dar el corte sin volar el disfraz. ¿Por qué estás molesta si dejaste bien claro antes que no somos nada?

-Tienes razón –Ahora estaba haciendo drama. –No somos nada. ¿Por qué no te largas?

Usaba el tono de soy la víctima de esta situación.

-¿A dónde piensas que iré?

-Es lo que menos me importa ahora. Solo vete.

-Se caerá el teatrito si continúas con tus tonterías infantiles.

-No me interesa. Ya casi está cerrado el trato y casi nos largamos. Mañana al anochecer después de la gala nos vamos a la mierda. Ya conseguí la mitad de la información y en esa puta gala consigo lo demás.

Se quedó callada como reflexionando lo que acababa de decir. Acababa de arruinar su propio drama.

-¿Cómo lo hiciste? No te llevé el paso.

-Con la ropa adecuada y una que otra promesa, cualquiera cede a mis encantos.

-¿Todavía tienes el descaro de enojarte conmigo por algo que claramente no hice?

-No me gusta que me regresen las cosas –Ahora se veía seria y enojada.

-¿Con qué derecho me reclamas?

-Mejor déjalo por la paz –Cambió su voz por un tono amable. –Se ve que tienes sueño y necesitas descansar. Tampoco te siento como tú con ese vello facial y voz. Hoy prometo dejarte dormir.

-Entonces vamos a la cama.

Sonrió.

-Tu no vas a la cama, mi estimada Adora.

¿Escuché bien y me estaba echando de mi propia cama?

-¿Sigues molesta?

-Estoy enojada contigo. Duerme en el sofá o algo y déjame en paz.

Quien debería estar molesta era yo.

-Pero

-Discúlpate por ponerme de malas.

-¿Catra?

-Esto no es un maldito juego Grayskull.

No tengo idea de cómo pasó, pero terminé disculpándome y durmiendo en el amplio sofá. Pasé una de las noches más incómodas hasta ahora.

Me despertó muy temprano y comenzamos la transmisión de resultados para Shadow Weaver. Se mandó un reporte especial a Entrapta para codificación y abrieron video llamada para las cuatro mediante un VPN para no dejar rastro.

-¿Qué tal agentes? –Shadow Weaver me miraba extrañada. -¿Por qué la barba Adora?

-Larga historia.

-Perfecto –Irrumpió Entrapta –Pon el dispositivo, Catra.

Se decodificaron un par de cosas junto a nuestro video sexual por el cual fingimos demencia y resumimos las actividades. En efecto eran quienes buscábamos y ya teníamos el plan para acabar con ellos sin dejar rastro pero que pareciera un atentado por enemigos locales extremistas. Haríamos un atentado de falsa bandera. Dejaron la caja con objetos solicitados en la recepción del hotel.

-Designaré principalmente en esta misión pese a mi renuencia, pero por órdenes directas de Micah a Applesauce. Escucha muchacha, en el estuche tienes dos armas .45 con silenciador y cartucho limitado, seis bombas de humo con cronometro y activador a distancia que Entrapta hará volar cuando le des la señal. En resumen, mientras Catra distrae a la mayoría de los asistentes durante el discurso, te irás al baño Adora y colocarás las cargas en los ductos de ventilación. Tienes exactamente siete minutos para hacer todo. En el momento en que el segundo socio tome la palabra, Catra recolectara el resto de la información, recibirán mi mensaje y van a retirarse. Cuando el valet parking vaya por su auto de renta, tendrán que colocar el resto de las bombas en la ventilación externa. Mucho cuidado con el cacheo y estén conscientes de que, si las atrapan, la agencia se deslinda, borraremos sus nombres, datos y archivos. Además, se descargará un archivo con datos falsos en la policía con algunos delitos. Cuídense y mucha suerte.

Weaver se desconectó y entramos directo a la acción. Los componentes no estaban preparados por lo que de inmediato comencé a trabajar en armar las bombas. Los preparativos comenzaron a las nueve de la mañana y justo a las 6 de la tarde, ya estábamos listas para irnos al lugar de reunión.