Capítulo veintiocho.

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El cielo gris era lo único que había visto durante los últimos días pues ahora el mundo a través de sus ventanas era mucho mejor e incluso más seguro que el exterior. Mirar las noticias le había ayudado a darse una idea de que tanto el tema había escalado y todo parecía indicar que jamás dejarían de hablar de él. Le daba nauseas de solo pensar en salir, de dejarse ver, de vivir sus días.

Los recuerdos de aquel pasado ignorante seguían tan vividos como fantasmas atormentándolo a diario, cuando creía estar levantándose la imagen de Ara se proyectaba frente a él golpeándolo con nuevas oleadas de dolor, se negaba a avanzar permaneciendo en un pequeño rincón lejos de la luz dentro de aquel departamento que ahora le resultaba tan gigante y vacío, tan deprimente.

Había perdido ya la cuenta de los días que habían pasado, incluso a veces no podía distinguir el día de la noche pero cuando lograba dormir, los sueños llegaban a su mente, aquellos en donde las cosas no salían de la misma manera y Ara aún estaba entre sus brazos sonriendo, muchas veces despertaba logrando percibir su tenue perfume difuminándose al paso del tiempo de aquellas sabanas que se rehusaba a quitar, caminaba por el departamento en silencio como si solo su alma existiera tratando inconscientemente de no alterar nada a su alrededor, como sintiéndose un extraño en su propio hogar. Las cosas que aquella chica había dejado en su departamento seguían en el mismo lugar como si tontamente aún esperase por su regreso, incluso había bloqueado todas las llamadas que no fuesen de ella por si algún día quisiera hablar.

Aquella taza con lápiz labial que había dejado al irse por la ultima mañana que la había visto lo atormentaba desde la mesa, recreaba con su imaginación como ella había salido por la puerta quizás mirando hacia atrás esperando que se sintiera culpable, que sintiera arrepentimiento al cruzar el umbral, aunque sabía que probablemente ella no titubeara en abandonar aquel lugar y con ello también su vida. Estaba harto de encontrarse colocando canciones que le recordaban los momentos que vivieron sonriendo estúpidamente y bailando en los rincones con un fantasma que solo existía en su mente tratando de anestesiarse con alcohol para evitar que el dolor continuara llevándose la poca cordura que le quedaba.

Sabía que los chicos probablemente estaban hartos de escucharlo lloriquear, quizás se lo tenía merecido al ser el único idiota que se enamoraba de una extraña, sentía la suciedad de la culpa cubrir su cuerpo enfermándolo día con día. Se sentía cansado de tanto llorar y se preguntaba todo el tiempo si era posible deshidratarse de derramar tantas lágrimas.

Se preguntaba si ella aún pensaba en el tanto como él lo hacía, si lloraba por las noches preguntándose por que las cosas debieron ser de esa manera o si su nombre aún salía de su boca, si estaba orgullosa por haber hecho lo que hizo o si soñaba con volver, si al mirar al cielo lo escuchaba susurrándole canciones sin sentido. Aún no entendía que había ganado con todo eso o por qué se había esmerado tanto en que tragase sus mentiras.

- ¿Cuándo volverás a salir? –Hoseok lo miraba desde lejos recargando su rostro en una de sus manos, Yoongi había perdido un poco de peso viéndose aún más pequeño que de costumbre, llevaba la misma ropa desde la última vez que lo había visto y era claro que permanecer aislado lo estaba lastimando aún más. –Llevas días aquí, me preocupas.

-Hasta que ella regrese –le contestó mirando por la ventana caer algunas gotas creando ondas en los charcos, no estaba seguro de nada, pero aferrarse a las ideas claras lo ayudaba a permanecer cuerdo.

-Yoongi –se quejó Jungkook poniéndose de pie con urgencia, estaba desesperado por devolverlo a la vida, de tenerlo de vuelta. –Ella no es nada bueno.

-Solo quiero entender por qué lo hizo, necesito explicaciones. –se trató de poner de pie tropezando con sus propios pies cayendo al suelo haciéndose un ovillo llorando en silencio, había tantas cosas pasando al mismo tiempo que todo había sobrellenado su vida, era mucho que tolerar y no estaba listo para afrontar lo que en el exterior le esperaba. Hoseok caminó con lentitud hasta él tomándolo del brazo ayudándolo a ponerse de pie, esperar a que él saliera de toda esa mierda por su cuenta no estaba yendo a ningún punto por lo que obligarlo a salir era la única opción viable.

MIENTE (거짓말) || M.Y.G. SUGA || BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora