MIENTE (거짓말) || M.Y.G. SUGA || BTS

Capítulo veintinueve.

Se detuvo en la intersección peatonal, las luces rojas se le reflejaban en el rostro y sus converse negros altos combinaban con aquella sudadera oscura y grande que vestía. Su pálida piel resaltaba de su negro atuendo y lo oscuro de la noche, caminaba tambaleándose lentamente por la banqueta entre un fluente de personas.

-Al parecer no puedo liberarme de ti –admitió al abrir la línea con una fría y rasposa voz.

-Te debo explicaciones respecto a cómo actué y disculpas por haberte herido de esa manera –los nervios que la chica sentía solo se anudaban más en su estómago debido a la falta de alguna respuesta. –Entiendo que me odies.

-No te odio –Yoongi contestó reanudando su caminata, los ruidos de la ciudad se podían escuchar al fondo de su voz –perdí días de mi vida queriendo odiarte para al final entender que no podía hacerlo. –La escuchó llorar y sintió su corazón estrujarse, debía querer que sufriera, pero en él no estaba eso. –Si ibas a salir de mi vida debiste advertirme antes de dejarme con todos mis sentimientos.

-No quería hacerlo, pero no tuve opción.

-Aléjate.

Yoongi sentía un remolino de emociones, se había perdido durante un tiempo no pudiendo encontrar a aquel chico que una vez fue inocente e ignorante, no podía odiarla porque estaba atrapado aun en todas las mentiras que fueron haciéndose más grandes. Se sentía acorralado, el dolor de la traición parecía haber sido un castigo del infierno por algún pecado que había hecho, podía escuchar la voz de Ara, pero estaba tan cegado que no lograba comprender que su presencia era destrucción y hablar con ella solo lo lastimaba más.

-Fuera cual fuera tu decisión, tu intención o tus razones, pudiste haberme avisado, esta mentira solo seguirá ardiendo entre nosotros y el dolor parece no desaparecer.

Sus sollozos le traían recuerdos del pasado, las veces en donde ella inexplicablemente se rompía evitando explicar sus razones, todo el tiempo le había mentido y parecía que la culpa siempre estuvo en su espalda. Cruzó de acera mirando a ambos lados, había perdido el rumbo de sus pasos ahora lo suficientemente distraído en esa llamada.

-Lo siento tanto, por favor. No hables como si fueras el único sintiéndose mal ahora, fui una mala persona contigo y no lo merecías. –Yoongi no dijo nada, se sentía confundido entre lo correcto y lo que él quería, su corazón quería seguir su dulce voz como la melodía de una flauta, parecía que había perdido la conciencia. -El día que me fui, solo pensaba en lo mucho que te amaba. El recuerdo de tenerte en mis brazos quedándote dormido me persiguió por semanas, porque tus últimas palabras fueron pidiéndome que no me fuera de tu lado y ni siquiera pude cumplir eso. Ni siquiera pude dormir porque despertaba para mirarte a mi lado y lloré tanto entre tus sabanas al despertar, porque sabía que sería el último día que te vería, porque tú no te merecías todo lo malo que te había hecho y sabia lo mucho que sufrirías. –respiró hondo tratando de calmarse lo suficiente para poder hablar –Hui porque si me quedaba... jamás me iría.

El silencio los abordó como si el mundo se hubiera detenido y a pesar de que estaba claro que el amor estaba desvanecido, aún estaba presente. Yoongi se detuvo de nuevo justo frente al rio Han recordando aquella ocasión en donde se habían pesado por primera vez.

-Ni siquiera puedo creer lo que me dices ahora –apretó el celular en su mano dudando en si colgar la llamada antes de que fuese demasiado tarde, aquellas promesas hechas a la luz de la luna parecían haberse ido con el viento, –Me causaste los mayores problemas que he tenido, jugaste con mis sentimientos, rompiste mi corazón, ni siquiera puedo soportar estar sobrio porque el dolor ahora también lo siento físicamente... Odio ver como la vida continua a mi alrededor, como todo avanza y sentir que estoy atascado aquí, asqueado de pedir ayuda para salvarme de esta mierda en la que vivo todos los días desde que te fuiste –hizo una pausa solo para tragarse el nudo que se había formado en su garganta debido a las ganas de llorar, no lo haría ahora -estoy harto de ver como las personas siguen hablando de mí, como se siguen burlando por todo lo que dijiste de mí, aquello que yo te confié en los momentos de fragilidad, les diste armas para que vinieran por mi ¿y esperas que te perdone?