Jaehyun apretó los puños. Estaba dispuesto a matar algo, excepto que no sabía qué era aquello. Permaneció acuclillado junto a Taeyong y Johnny mientras observaban el bosque que los rodeaba. No había nada fuera de lugar. Los malditos pájaros estaban chirriando.
—Esto no está bien, Taeyong.
—Sí—Su hermano mayor parecía estoico a primera vista, pero sus ojos lo delataban. Taeyong estaba hirviendo de rabia.
Jaehyun no podía culparlo. Por primera vez en su vida, comprendió el miedo y la rabia que Taeyong y Yuta debían vivir cuando el problema estaba cerca. Alguien estaba amenazando todo lo que Jaehyun quería.
Claramente, esa persona necesitaba su cabeza arrancada. —No había olor, Taeyong, —dijo Johnny.
—¿Nada?
—No—interrumpió Jaehyun rápidamente. —Había un olor. Simplemente no era algo que yo reconocía.
Taeyong lo miró como si hubiera perdido la cabeza. —¿Cómo no reconocer un olor?
Jaehyun no tenía ni idea.
—¿Podría haber sido fabricado? —Preguntó Johnny.
Jaehyun miró fijamente a su hermano. —¿Fabricado? ¿Estaba loco?
—Sí, como desodorante o colonia.
La boca del estómago de Jaehyun se enfrió, luego se cerró en un nudo apretado. —Eso no es posible, ¿verdad? —Como lo había hecho cuando era un niño, miró a su hermano mayor para tranquilizarse. —¿Taeyong?
Taeyong pareció sombrío mientras movía la cabeza. —No lo sé, Jaehyun. Simplemente no lo sé.Esa no era la respuesta que Jaehyun buscaba.
—¿No tienen ese material repelente de oso que venden en los lugares de los artículos deportivos? —Johnny se encogió de hombros. —Podría ser algo así.
—Pero ¿no habría tenido algún tipo de aroma químico? —Preguntó Jaehyun. — He olido esas cosas. No es de extrañar que lo llamen repelente de osos. Esa mierda apesta.
Las cejas de Jaehyun se levantaron cuando Yeye rompió la espesa maleza y se acercó a ellos. ¿Acaso no comprendía el peligro que corrían?
—Hey, muchachos, ¿qué pasa? —Yeye miró entre todos ellos. —¿Qué estamos haciendo?
Jaehyun puso los ojos en blanco.
Taeyong alzó una ceja.
—Estoy a punto de usarte como cebo si no sales de aquí—dijo Johnny.
—Sé cómo poner una trampa de conejo.
Yeye entrecerró los ojos. —Ahora mira aquí...
—Tienes que volver a la cabaña, Yeye—dijo Taeyong con un gruñido.
—Este no es el lugar para ti.
—Sólo porque eres un shifter oso y yo no, no significa que no tenga derecho a... — Yeye se detuvo. Su nariz se movió, moviéndose cada vez más rápido mientras olía, y luego retrocedió. —¿Qué demonios es ese olor?
Jaehyun se lanzó hacia Yeye. Puede que no estuviera emocionado con el tipo, pero Yeye seguía siendo su suegro.
Si Jaehyun dejara que le pasara algo, su conejito estaría con el corazón roto y Jaehyun no podía permitir eso. Yeye grito y cambio. Jaehyun agarró el gran conejito y lo metió debajo de él, usando su cuerpo como un escudo. No sabía lo que había allí, pero no podía permitir que Yeye fuera herido.—¡Llévatelo! —Gritó Taeyong. —Nos ocuparemos de esto.
Taeyong y Johnny cambiaron antes de que Jaehyun tuviera tiempo de responder. Jaehyun se apretó contra el conejo mientras cambiaba. Yeye gritó y provocó toda clase de alboroto cuando Jaehyun fue a colocar el conejito en su boca. Le dio a Yeye una buena sacudida, luego le mordió el cuello entre los dientes. Se movía más rápido a cuatro patas de lo que hacía en dos, y no podía hacer eso mientras sostenía a Yeye en sus brazos.
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Jaehyun (Jaedo)
Science Fiction-No corras de mí, Honey Bunny. -Jaehyun se levantó y dio un paso más cerca. -No estoy aquí para comerte. Las cejas del conejo se arquearon. -Entonces, ¿por qué estás aquí? Jaehyun soltó una carcajada. -Para joderte. ✨💫✨ Advertencia ⚠ -Contenido s...