Jaehyun (Jaedo)

Capítulo 2

¿Por qué diablos estaba Jaehyun tan nervioso? Esta no era la primera vez que tenía sexo, pero sus manos temblaron cuando alcanzó a Doyoung. Podría ser por el hecho de que Doyoung era para él, o que temía que su compañero le preguntara sobre las cicatrices en su espalda.

Jaehyun siempre había tenido cuidado de no dejar que sus amantes las vieran, pero él no había querido esconder nada de su compañero, así que, en un movimiento audaz se había vuelto para que Doyoung se diera cuenta de ellas.

Había olido la compasión de Doyoung, y eso no había sido lo que Jaehyun quería. Jaehyun también fue bastante jodido en su cabeza gracias a su querido papá. El sexo áspero era todo lo que había tenido, pero ahora...

Mientras Jaehyun pasaba las manos por los brazos de Doyoung, besó lentamente a lo largo de la mandíbula de Doyoung, luego su cuello, alimentándose de los sonidos suaves que su compañero hacía, sonidos desesperados y necesitados. El olor de su celo estaba volviendo loco al oso de Jaehyun. Su bestia exigía que Jaehyun tirara a Doyoung y lo reclamara.

Jaehyun lo sabía mejor. Doyoung era ligero, nervioso y tímido. Jaehyun tenía que calmar a su oso, o maldita sea, el saldría hasta que su bestia se calmara.

Doyoung deslizó sus manos alrededor de la cintura de Jaehyun, ubicando sus dedos justo encima de la curva del culo de Jaehyun. Con un gruñido bajo, Jaehyun lo levantó. Doyoung instintivamente rodeó sus piernas en Jaehyun.

La piel de Doyoung estaba caliente al tacto, su cuerpo ruborizado. Jaehyun se movió al lado de la cama y presionó la espalda de Doyoung en las cubiertas.

—Aunque aprecio que intentes ser amable conmigo... —Doyoung se retorció, girando sobre sus manos y rodillas y le ofreció el culo. ... —ven a mí, chico grande.
 
La garganta de Jaehyun se secó mientras miraba el agujero de Doyoung. Su polla goteaba pre-semen mientras se lamía los labios. —Estoy intentando no hacerte daño.

—Soy más duro de lo que parezco—Doyoung sacudió su culo, y Jaehyun casi tragó su lengua cuando Doyoung se abofeteó su propio culo. —No seas tímido. Quiero que me montes duro y me dejes mojado.

Con una profunda risita, Jaehyun lo tiró hacia atrás al borde de la cama. —Seguro que tienes facilidad con las palabras, Honey Bunny.

Mirando por encima del hombro, Doyoung frunció el ceño. —¿Puedes encontrar otra palabra cariñosa para llamarme? Me siento como si fueras a sacar la botella de miel en cualquier momento.

Con una mano presionada contra la parte baja de la espalda de Doyoung, Jaehyun usó la otra para alinear su polla, dejando que el lubricante natural aflojara los tensos músculos del culo de Doyoung. —Espero que seas un conejito saltarín en un minuto.

Doyoung dejó caer la mandíbula. —Eres tan cursi.

—Caliente —corrigió Jaehyun. —Y nunca he sido acusado de ser cursi en mi vida.

—Si has usado esas líneas en otros hombres, sí, lo has sido. — Doyoung volvió a mover su trasero. —Sigo esperando.

Con una sonrisa maliciosa, Jaehyun empujo hasta las bolas. Por un momento, temió haber sido demasiado áspero, pero aunque olía el malestar de su compañero, Doyoung gritó de placer. Antes de que Jaehyun pudiera moverse, Doyoung empujo hacia atrás, haciendo los más locos y sexys ruidos que Jaehyun había oído nunca.
  
A la mierda. Si lo que Doyoung quería era un paseo difícil, Jaehyun lo complacería. Agarró las caderas de Doyoung y golpeó a su... Dios, su culo era tan jodidamente apretado e insanamente caliente. Los caninos de Jaehyun descendieron mientras él empujaba en Doyoung.

—¡Sí, sí, sí! — Doyoung arqueó la espalda, pateó sus pies de arriba abajo y golpeo sus palmas en la cama. Fue genial para el ego de Jaehyun.