Doble Moral

CAPÍTULO I

Muchas veces me he cuestionado si empezar con esto, pero nunca llega el momento oportuno para terminar de una vez por todas, desde que tengo memoria, nunca he terminado algo de este estilo y creo fielmente que esta vez sí lo haré.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que realicé esto, pero estoy de regreso en este pequeño mundo, no sé cómo acabará y quizás nunca salga a la luz. Mi vida ha cambiado drásticamente dependiendo del tiempo transcurrido, a veces son alegrías y otras veces tristeza, no sé qué hacer para cambiar esto y que aquellas alegrías duren para siempre.

-Valentín, ¿Ya acabaste? -.

-No, aún no-silencio- Dame 5 minutos Denis.

- ¿5 minutos? -gritando- ¡¿Me estás pidiendo 5 minutos?, ¿y qué haces para demorarte tanto?! -.

Y él es Denis, es el padre que nunca llegué a conocer, me enseñó lo que soy, y me orientó el rumbo que debe tener mi vida, lo conozco desde que tengo memoria; cuando lo conocí ya estaba con mi madre, y nunca me sentí incómodo por su presencia, es más, desde aquella primera cruzada de ojos sentí aquella conexión que perdura con el paso del tiempo.

Dándome la vuelta:

-Tranquilo Denis, no pasa nada, ¿Nos vamos o seguirás gritándome como hace 10 años atrás? -.

Hoy mi padre se presenta en un aula de clases, no recuerdo el motivo, pero por lo que sé tiene que ver con la sociedad y cosas filosóficas. Denis no es filósofo ni da similar, pero es inteligente y con unas ideas bastantes claras, es consciente de su lugar en el mundo y de su posición jerárquica que tiene en el país, ya saben, eso de "Clases Sociales"; hablando de inteligencia recordé aquello que me marcó de por vida.

"Valentín ven", es lo que me dijo mientras se sentaba en una silla mientras sostenía una hoja de papel y un lápiz en sus manos. "¿Ves la hoja?, no me respondas, quédate en silencio, pero pon atención porque nunca deberás olvidar lo que te diré".

"Esta es una pirámide con 3 escalones "En la base estoy yo, tú no tienes que estar en la base, ni tampoco en el primer escalón, te esforzarás bastante, te sacrificarás demasiado, y nunca podrás salir de allí. En la base el sol golpea tu espalda y no es bueno para ti. En el segundo escalón no estoy yo, pero te sacrificarás menos, te esforzarás menos, en una de esas ganarás más que yo o menos, pero el sol no te golpeará, sin embargo, tampoco tienes que quedarte ahí. Así que Valentín, tú tienes que llegar a la cima, al tercer escalón, si llegas a allí tendrás una vida mejor, te sacrificarás muy poco y te esforzarás muy poco, ese es tu lugar en el mundo".

-A todo esto, padre, ¿Para qué lo acompaño? -.

Se detiene unos segundos, lentamente se da media vuelta, mientras sollozaba exclama:

-Me acabas de decir padre luego de 2 años, eso quiere decir que me perdonaste-Serio-ahora bien, luego tendré que ir a hablar de negocios con Joaquín, y según recuerdo juega póquer.

-La verdad es que recordé algo que me dijiste hace unos años-serio-pero aún no te he perdonado, aún falta mucho tiempo para hacerlo.

Se da media vuelta, sin decir nada, y sigue su rumbo. Luego de unos diez minutos de caminata llegamos al lugar.

-Un gusto saludarlo señor Sepúlveda-.

-El gusto es mío Jacinta-.

-Bien jóvenes, es para mí un gran honor presentar al Señor Sepúlveda, que nos hablará acerca de los dos pilares fundamentales de la sociedad, desde su punto de vista claramente-Mirando a Denis- Adelante.

Antes de que hablará pude notar en sus rostros de adultos jóvenes principiantes el interés que les produjo saber que Denis hablaría acerca de un tema tan complicado para mí; todos en silencio, como si supieran el temperamento que tiene Denis cuando está hablando y no lo dejan hablar, quizás es porque les interesa su punto de vista y mientras lo escuchan, armarán un contraargumento, digo, son jóvenes, es natural llevarle la contraria a un adulto, aun sabiendo que estás en el lado de la ignorancia y que el tema hablado no lo conoces para dar un contraargumento tan fuerte que te asegure la victoria en este debate improvisado.