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Mi piel está erizada totalmente, una sensación extraña invade todo mi ser dejándolo ¿Satisfecho? Quizás sea por el simple hecho de que mi mente me jugó una mala partida y ahora está un poco despejada, sí, estaba un poco indecisa cuándo le confesé a Eian lo que pasó aquella noche y sé que él claramente dudó de mí, por el estado en que estaba, pero saber que Leila está aquí junto a mí y que también ella presenció cierta parte de lo que fue un asesinato ahora sí puedo asegurar lo que vi y a quién vi.

Solo espero que una investigación se habra pronto sobre la desaparición de ese muchacho por alguna razón temo ir a confesar lo que vi ¿Y si no me creen? ¿Qué pasaría de mí y de Leila luego? ¿Ellos vendrán por nosotras? No puedo decir que Adam no nos haría daño ya que por lo visto sólo recibe órdenes de otras personas que al parecer son superior o se creen superior a él, así que no importa sí me hago amiga de él, no importa sí me debe favores, eso ya no importa porque sí llegan a descubrir que nosotras fuimos testigos de su asqueroso y retorcido espectaculo, él no dudaría en seguir órdenes. Algo lamentable pero cierto, aquél chico de cabello rubio y rostro delgado que a simple vista parece un chico cualquiera de sonrisa angelical, humor divertido y para mayoría perfecto es un completo asesino sin dignidad alguna ni mucho menos es como él se hace ver.

Acomodo mi cabello en un coleta alta, dejando algunos mechones rebeldes sueltos, Leila está sentada en mi derecha en el sofá de la sala, a mi lado izquierdo está un Saúl con mirada cansada y adormilada, Steve, Kendall y Lucas están sentados en sillas individuales en frente de nosotros, revisando sus celulares. Aquella señora que los trajo hasta acá, hace pocos minutos se ha marchado su rostro es casi imposible olvidar de mi mente, más cuando es una persona bastante resaltante además es la misma a quien ayude a llevar las bolsas con compras hasta el frente de su vivienda.

—El clima no ayuda con mis ganas de dormir— Saúl murmura mientras su cabeza se tambalea.

—Puedes dormir en mi habitación si gustas— ofrezco amablemente— está arriba.

—¿No sería de mala educación? Mmm ya sabes, vinimos a visitarte y ni ha pasado una hora cuándo mi cansancio es reflejado, me da un poco de vergüenza.

—No te preocupes, entiendo perfectamente esa sensación— colocó la palma de mi mano en su hombre, dando aliento alguno— mi habitación es la tercera puerta del lado derecho. Está un poco desordenada pero lo importante es que tiene una cama ¿No?

Saúl sonríe ampliamente dejando ver sus dientes— sí, eso es lo importante, gracias— se levanta del mueble con pereza— bueno chicos este bom bom se va a descansar un rato— llama la atención de todos los presentes en la pequeña sala.

—Espera ¿Cómo que a descansar? Eso es injusto, yo pasé toda la jodida noche conduciendo. Yo sí merezco descansar— La voz de Kendall sale con cierto disgusto y amargura alguna. Lucas abre la boca para protestar pero la cierra rápidamente luego de pensar mejor sus palabras.

—Pues pueden ir los dos a mi habitación. Aunque aclaro que dudo que mi cama resista tanto peso, ya saben, por la acción— intenté aligerar el ambiente con un chiste de doble sentido que al parecer nadie captó y es algo que me disgustó un poco— El suelo es cómodo— es lo último que digo para cerrar mi boca y cruzar mis brazos encima de mis pechos.

Kendall y Saúl hablan entre miradas dejándonos con cierta duda sobre la decisión que están tomando. De pronto Saúl sale corriendo escaleras arriba dejando  un tanto confundido a Kendall parado en su sitio, él voltea los ojos al ver la acción que tomó su amigo y con su mano derecha acomoda el cuello de su suéter color verde agua, su cabello rubio está raramente despeinado en distintas direcciones y unas pequeñas pero profundas ojeras son notorias en su rostro.

SAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora