Capítulo 9

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-¡Venga Lea despierta!- Gritó Sarah demasiado entusiasmada abriendo la ventana. ¿Por qué se despierta esta chica tan temprano?

Que estamos de vacaciones hombre.

-Joder Sarah ¿no puedes esperar media hora?- La verdad es que no tenía muy buen despertar y el que Sarah me despertará con esa alegría me ponía de los nervios y para nada ayudaba que me estuviera dando un rayo de luz de sol directo en la cara.

-No primita, hemos quedado para correr. Ayer decidimos la hora y te pareció bien.- Es cierto que estuve de acuerdo en ir a las 9 de la mañana a correr, pero siempre me pasa lo mismo, me gusta hacer planes para aprovechar el día pero me cuesta la misma vida despegarme de las sábanas.

Me levanté de la cama sin ganas y me puse ropa deportiva. Unas mallas negras y un top. Fui al baño a lavarme la cara, ponerme las lentillas y me recogí el pelo. Baje a desayunar y Sarah ya estaba en la cocina metiéndome prisa.

-Vamos termínate el zumo rápido que los chicos nos esperan.- No creo que ir a correr y beber zumo rápido fuera una buena combinación, pero le hice caso porque no quería escuchar por enésima vez que nos estaban esperando.

Salimos de casa y ahí estaban Noah y Alan calentando en el jardín.

-¿Que hacéis atletas?- dije acercándome a ellos.

-Estábamos esperando a que movieras tu culo de la cama- dijo Alan. Le puse mala cara y el hizo lo mismo.

-Pues aquí me tienes, así que vamos- dije mientras andaba hacia la puerta.

-¿Y Dylan?- Preguntó Sarah.

-Está trabajando en un caso, me dijo que se uniría más tarde.- Dylan iba a empezar su tercer año de derecho y ese era su primer caso, ¿no es emocionante? claro está que no lo lleva él solo sino con ayuda de sus padres. Mis tíos al igual que sus padres son abogados y esa es una de las razones por las que vine aquí a estudiar, para poder aprender lo máximo posible. Mi idea era la misma que la de Dylan, en mi tercer año de carrera empezar las prácticas con mis tíos. Todavía me queda bastante para llegar hasta ahí, pero Dylan se había ofrecido a ayudarme con mi primer año. Cosa que agradecí, toda ayuda era bienvenida.

Dylan había estado tan centrado en su primer caso que a penas lo había visto en estas semanas.

Ya habían pasado dos semanas desde que llegué aquí y desde la dichosa fiesta de la que tuve que ser rescatada. Gracias a Dios Noah no se ha llegado a enterar de nada porque Alan me ha guardado el pequeño secreto y Sarah tampoco ha dicho nada.

En estas semanas no he hecho nada fuera de lo común, he ido a la playa, Sarah me ha enseñado la ciudad, que por cierto es bastante grande y ni siquiera en dos semanas he podido verla entera. Hemos quedado bastante con los chicos, sobre todo con Noah y Alan ya que Dylan estaba bastante ocupado, cosa que ha Sarah no le ha hecho mucha gracia, he tenido que aguantar sus cambios de humores constantes y animarla.

*****

-¡Me muero!- gritó Sarah que iba un poco más atrás que yo. Llevábamos tan solo media hora corriendo pero yo sentía como si llevara dos y no es porque no estuviera en forma, que lo estaba, y doy gracias a los años de entrenamiento en el club de atletismo sino estaría muriéndome como Sarah, sino porque iba corriendo a la vez que los chicos pero Sarah se quedaba atrás y tenía que ir a por ella a animarla y al final terminaba corriendo el doble.

-No seas exagerada hermanita- le dijo Noah como si solo llevara 5 minutos corriendo, ni siquiera hiperventilaba al hablar, yo parecía un maldito perro con la lengua fuera. Por eso me limité a no decir nada.

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