Acababa de salir de la ducha y me estaba vistiendo para ir a la barbacoa que se hacía en casa de Morgan, era en cierto modo una mini fiesta para despedirnos porque en unos días me iría. No los veía desde la graduación, estábamos a jueves, ya hacía prácticamente una semana desde la última vez que nos habíamos visto. Morgan ofreció su casa para nuestra última quedada porque tenía un jardín inmenso y una barbacoa y he de decir que su padre hacía una carne para chuparse los dedos.
Me puse unos vaqueros cortos y un polo de rayas que tenía en casa, era de Luca así que me quedaba enorme.
Cogí las llaves y salí por la puerta. Me monté en el coche y conduje hasta casa de Morgan. No había desayunado nada y me moría de hambre, eran las doce y media así que probablemente cuando llegara habrían empezado a hacer la carne en la barbacoa. Hacía un día espléndido, típico de verano y eso que acababa de empezar, el sol brillaba con fuerza y entraba por la ventana del coche dándome directamente en la cara, así que me puse las gafas de sol. Después de 15 minutos conduciendo llegué a mi destino.
-¡Hola!- dije alegremente mientras abría la puerta del jardín de Morgan.
-Por fin has llegado- dijo Morgan. Y antes de que pudiera decir nada se acercó su padre.
-Hola señorita West- me dijo muy amable. Siempre me llama así, no pregunten porqué.
-Hola señor Duncan.
-¿Cómo está tu padre? hace mucho que no le veo- mi padre y él son muy amigos, se conocen desde que son jóvenes porque siempre han vivido en Seattle y han trabajado juntos en varias ocasiones. Venimos a cenar a veces, pero hace más o menos un mes y medio que no venimos porque mi padre está muy liado con el restaurante, ahora que llega el buen tiempo y el verano la gente va a cenar a la terraza tan bonita que tiene mi padre allí.
-Muy bien, pero ya sabes liado con el restaurante que ya llega verano y tienen mucho trabajo.
El señor Duncan estaba preparando la barbacoa mientras nosotros poníamos la mesa que habían puesto en el jardín. Hacia un buen rato que había llegado y aún no había hablado con Cameron de nada de lo que había pasado en la graduación, me había tratado como si no hubiese pasado nada, lo que me gustó bastante, era como si no hubiese cambiado nada entre nosotros y eso me tranquilizaba, que pudiéramos estar como siempre habíamos estado, a lo mejor no hacía falta hablar, lo que me quitaría un gran peso de encima.
-Chicos esto está listo- dijo el padre de Morgan mientras ponía una bandeja llena de carne en la mesa. Tenía muy buena pinta y yo estaba muy hambrienta así que cogí unas costillas.
Estaban para chuparse los dedos.-Brindo por el rey de las barbacoas- dijo Rachel mientras alzaba el vaso, los demás hicimos lo mismo mientras nos reíamos.
Al cabo de un rato estábamos tirados en unas tumbonas que había en el jardín, hablando y tomando limonada que había hecho Morgan.
Sabía que Cameron estaba actuando como si nada, pero aún así no podía estar del todo tranquila, no sabía que se le pasaba por la cabeza y eso me ponía nerviosa, el no saber si estaba fingiendo o si realmente estábamos igual que antes. Así que aproveché que se estaba sirviendo limonada de la mesa y me levanté para poder hablar con él.
-Cameron, ¿podemos hablar?- le dije mientras me acercaba a la mesa junto a él.
-Claro, puedo imaginarme de que quieres hablar- me dijo con una sonrisa. Porque tenía que tener esa sonrisa tan irresistible, joder.
-Solo quiero que sepas que me gustó lo del otro día, no se con que intenciones lo hiciste, pero ahora es imposible que seamos algo más que amigos, me voy a Los Ángeles dentro de nada. Y creo que con una pareja en el grupo es más que suficiente.- le dije lo más amablemente que pude, no se me dan nada bien estas cosas. Es cierto que con una pareja en el grupo era suficiente, esto era un grupo de amigos no un grupo para salir en parejitas, si fuera así, la relación que tenemos sería totalmente diferente, no es la misma relación la que se tiene con amigos que con un novio o por lo menos no hasta lo que yo he conocido ¡imagínate salir con tu mejor amigo! eso sería una auténtica locura.
-Lo sé, lo he estado pensando estos días, quería hablarte y pedirte disculpas por lo que pasó, aunque no me arrepiento en absoluto. Creo que tienes razón así que borrón y cuenta nueva y por favor olvidemos eso. ¿Amigos?
-No te disculpes, lo pasamos bien. Y eso siempre, amigos-le dije mientras me acercaba a él y le daba un abrazo.
Pasó la tarde muy rápido, eso es lo que ocurre cuando te lo pasas bien y yo desde luego estaba pasándolo genial. No tenía ninguna preocupación porque ya había hablado con Cameron y sentía como si me hubiesen quitado un gran peso de encima, seguíamos siendo amigos como si no hubiera ocurrido nada. Pasamos la tarde bromeando y hablando como las solíamos pasar siempre.
Se hizo de noche así que me despedí de Morgan y de sus padres y me fuí. Lleve a Michael y a Cameron a sus casas porque no habían traído coche.
-Te echaremos de menos, espero que me llames todos los días contándome cada cosa interesante y aburrida que hagas. Te quiero- me dijo Michael mientras se bajaba del coche y me daba un beso en la mejilla.
-Te echaré de menos, ya lo sabes- me dijo Cameron mientras me daba un fuerte abrazo. Ese iba a ser el último abrazo que me diera en mucho tiempo, no se si voy a aguantar tanto sin ellos, los quiero demasiado. Antes de bajarse del coche Cameron me dio un CD con una carcasa en la que ponía "para que siempre me lleves contigo". Era un CD con todas nuestras canciones favoritas o que nos recordaban a un momento específico. En la parte de atrás venían los títulos de las canciones con una pequeña dedicatoria. Era un regalo precioso.
-!Me encanta!- le dije mientras le daba un abrazo. Se bajó del coche y conduje serena nadando en mis pensamientos hasta mi casa.
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Bueno, bueno, espero que os haya gustado tanto como a mí este capítulo. Ya se acerca el viaje a Los Ángeles y todo el salseo jeje.
Yo también quiero a un Cameron en mi vida.
Foto: Cameron Jones
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Unexpected
RomanceLea West, una chica de 18 años que acaba de graduarse, se muda a Los Ángeles para estudiar en la universidad. Convivirá con su alocada prima Sarah y conocerá a personas con las que aparentemente no tiene nada en común. Lea tendrá aprender a no juzg...