Cuando volví a bajar todos estaban bailando y pasándolo bien. Yo esperaba que todo el mundo olvidara lo que la estúpida de April había dicho. Por lo que se ve todo estaba como antes, la normalidad reinaba, toda la normalidad que en una fiesta puede haber, claro.
Decidí no darle más vueltas a lo que había pasado ni a lo que había escuchado. Al fin y al cabo Sarah tendría sus razones para hacerlo y Alan y yo seguíamos siendo amigos. Yo me llevaba muy bien con el y me lo pasaba genial estando con él y eso no iba a cambiar.
-Hola guapa- dijo Nick acercándose a mi.
-Hola Nick.- respondí buscando a alguno de los chicos o a Sarah. Noah estaba coqueteando con April abiertamente. ¿Enserio Noah? y Anna estaba por ahí. Dylan ya iba un poco pedo, estaba bailando al ritmo de la música, sonaban temas de los 60's así que ya os podéis imaginar el baile. Sarah apareció en mi campo de visión y le regale una sonrisa que ella me devolvió. Por lo menos ya no estaba enfadada. Y a Alan no lo había visto desde que bajé. ¿Dónde te has metido señor misterio?
-¿Has pensando en mi oferta?- preguntó
-¿En que oferta?- contesté confundida
-En la de divertirnos esta noche.- dijo juguetón. La verdad no sabía que responder a eso. Es cierto que era muy atractivo pero yo no estaba de humor para seguirle el rollo, me faltaban un par de copas aún.
Y como si fuera mi salvación apareció.
-Te la robo.- dijo Alan. Yo le lancé una última sonrisa a Nick antes de alejarme con Alan.- Hola rarita.- dijo con esa sonrisa pervertida que tan nerviosa me pone.
-Hola pervertido.- Estábamos fuera de la casa, había gente pero no demasiada. Quizás dos o tres fumando.
-Quieres dejar de llamarme pervertido, se que tu también tienes ocurrencias pervertidas como tu las llamas. La diferencia entre tu y yo es que yo las digo en voz alta.- Mierda había sido pillada. Mis mejillas ardían.
-¿Y porque yo rarita?- pregunté intentando dejar este tema atrás.
-¿Quien demonios no ha tenido sexo en un lugar público?
-Pues yo.
-Pues por eso eres una rarita. Por eso y por muchas cosas más- A que otras cosas se estaba refiriendo. Puse mala cara.- Pero si quieres eso puedo cambiarlo.
-¿Eh?- pregunté confundida
-Si quieres puedo hacerte mía en el lago, cuenta como un lugar público.- mis mejillas ardían demasiado. Siempre había querido hacerlo en la playa o en la piscina, y bueno un lago no tenía que ser diferente. Pero no, estamos hablando de Alan, es una idea descabellada, no aquí y no ahora.
-¿Me estas proponiendo algo indecente?- levanto una ceja. La conversación entre él y Sarah no le había afectado en absoluto seguía igual de pervertido que siempre.
-Te estoy proponiendo algo que quieres. - dijo con una sonrisa torcida. Será creído.
-Ya quisieras. Además somos amigos, los amigos no hacen esas cosas. -Mentirosa. Yo mejor que nadie sé que si lo hacen, me había tirado a uno de mis mejores amigos. Era la menos indicada para decir eso.
-Mientes, se te nota en la cara, arrugas la nariz y te pones roja. Ya te lo dije el primer día que llegaste, no sabes mentir. Mi propuesta sigue en pie. - Resoplé y puse los ojos en blanco. -¿De qué hablabas con Nick?- preguntó sin ninguna emoción en su tono de voz. Este chico era a veces indescifrable.
-De tonterías, es igual de pervertido que tu. ¿Porque lo preguntas?
-Tu solo ten cuidado. - ¿A caso él estaba preocupado?
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Unexpected
RomanceLea West, una chica de 18 años que acaba de graduarse, se muda a Los Ángeles para estudiar en la universidad. Convivirá con su alocada prima Sarah y conocerá a personas con las que aparentemente no tiene nada en común. Lea tendrá aprender a no juzg...