*Los personajes de esta historia no me pertenecen, solo es una historia que se me ocurrió y quise escribir por diversión.
De enemigos a amantes
Los Ángeles, 1947.
Parecía ser una mañana normal para la detective Rachel Roth, otro día en la agetreada ciudad de Los Ángeles. O eso era lo que pensaba mientras tomaba su taza de café, pero ese día en definitiva no iba a ser como los otros, ni ese ni los que le siguieron.
Recibieron un reporte en la estación sobre un presunto asesinato cerca de un área desolada de la ciudad.
"Finalmente algo interesante" pensó y partió de inmediato hasta el lugar.
En el camino imaginaba los posibles escenarios que podría encontrarse, un crimen pasional tal vez o una lucha de pandillas. Pero ciertamente no estaba preparada para lo que vió.
Mujer de 20 a 25 años, piel blanca y cabello negro, encontrada al lado del camino. De por sí un escenario angustiante, pero el estado en que se encontraba era aún más perturbador, estaba cortada en dos y presentaba múltiples señales de tortura, sus brazos se encontraban extrañamente colocados en un ángulo de noventa grados como si hubieran querido hacerla parecer un maniquí. Y lo peor de todo, el profundo corte en su rostro que simulaba una macabra sonrisa de oreja a oreja.
Atenta, miraba como sus compañeros recolactaban toda la información posible y tomaban fotografías de la escena del crimen luego de que ella mismo revisara el cuerpo al menos superficialmente. En primera instancia no parecía haber nada que los llevara de manera inmediata a un sospechoso ya que el cuerpo, aún con los múltiples signos de tortura estaba de alguna forma arreglado de forma impecable. No había sangre, sus uñas se encontraban limadas y arregladas, cabello teñido y todo rastro de suciedad en aquella piel blanca había sido quitado.
-¿Qué clase de psicópata haría algo así?- murmuró para si misma -Pobre mujer-
-Yo no me preocuparía por ella, de todos modos ya está muerta- una voz a sus espaldas la hizo voltear, era un hombre que había pasado a su lado pero ahora caminaba dándole la espalda con las manos en los bolsillos. Lo único que pudo distinguir era su cabello azabache y la gabardina que llevaba puesta. Quiso seguirlo pero aquel muchacho se perdió entre la multitud de personas que, movidas por el morbo, se encontraban al rededor de la escena.
Guardó en su mente los pocos detalles que tenía, ya lo encontraría después, ahora lo principal era identificar a la víctima.
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El proceso de reconocimiento estaba siendo complicado, con tantos cortes en su rostro la chica podría ser irreconocible incluso para su familia, si es que tenía, porque nadie se había acercado ni reportado alguna desaparición reciente.
Pensaba que como la habían enviado en primera isntancia, el caso sería para ella, pero en lugar de eso este fue relegado a otros dos detectives con más años de experiencia, ante esto se frustró en sobremanera, era perfectamente capaz de ser quien resolviera esto.
Aún así no había mucho que pudiera hacer, pero gracias a sus compañeros del departamento estaba al tanto de todos los avances que se habían hecho.
Días después por fin dieron con un algo.
Una de sus compañeras del departamento forense apareció con un reporte.
De todos modos el caso parecía ser de dominio público ya que todos en el lugar se habían interesado en conocer la verdad acerca del reciente asesinato.-Al parecer, nuestra víctima al fin tiene un nombre- Cassie, la despampanante rubia que trabajaba con ella le tendió unas carpetas- Elizabeth Short, desaparecida tres días antes de la aparición del cuerpo, aspirante a actriz. Se hospedaba en un conocido hotel de la ciudad y según la recepcionista fue vista por última vez saliendo del hotel a eso de las 10 de la noche, luego de eso no se la volvió a ver...-