Kneel -Tom Riddle

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"No es de tu incumbencia, Seraphina," dijo mirando sus ojos de diferentes colores, "Ni una palabra al respecto. ¿Entendido?"

"No, Tom. Olvidas que no soy uno de tus seguidores, lo que significa que no hago todo lo que dices", inclinó la cabeza hacia un lado, sin inmutarse por su cercanía y la mirada de enojo en sus ojos color avellana.

"Mantente fuera de esto", la señaló con el dedo y ella frunció el ceño.

"No puedo. Verás ... estoy muy cerca de descubrir quién es realmente tu madre, y no quieres que detenga mi investigación, ¿verdad?"

Su rostro cambió inmediatamente de uno de enojo a uno de curiosidad, "¿Has hecho algún progreso?"

Ella se encogió de hombros, "Podría contarte todo sobre esto 𝑆𝑖 me cuentas todo sobre tus reuniones".

"No," dijo inmediatamente, "Dilo ahora, o el chico Weasley que viste ayer podría perder una de sus piernas."

Ella abrió mucho los ojos, sabiendo que no estaba bromeando. Ahora no le tenía mucho cariño al chico, pero él era amable y no quería que sufriera, "Está bien, no tienes que ser tan malo".

"Seraphina," sus ojos se oscurecieron cuando le advirtió, haciéndola suspirar.  No le gustaba jugar con fuego cuando él se veía así, "Dime, ahora".

"¿Podemos hablar más tarde, Tom? Por favor," preguntó ella y él entrecerró los ojos, debatiendo sobre su petición, "Ya llegamos tarde a Pociones."

A Slughorn no le importaría si los dos llegaban tarde ya que los adoraba.  Pero ninguno de los dos disfrutaba llegar tarde, sería un signo de pereza, con lo que no deseaban estar asociados.

Se dio la vuelta después de enviarle una última mirada de advertencia y se alejó, dejando a la bruja sola suspirando contra la pared.

"Tom, ¿por qué te ves tan sorprendido?" Seraphina frunció el ceño cuando lo vio leer atentamente las notas que escribió sobre su familia, "Ya sabías que tu padre no era el que poseía magia", miró alrededor del Gran Comedor, aliviada de que estuvieran casi solos en su período libre.

"Lo sospechaba", la corrigió mirando el papel, "Así que encontraste a alguien llamado Marvolo y es mi abuelo. ¿Está vivo?"

Seraphina se encogió de hombros mirando los nombres que escribió en el pergamino esa mañana, "No estoy segura, pero tu madre tenía un hermano y todos pertenecían a una familia de magos muy antigua, los Gaunt".

Los ojos color avellana de Tom brillaron, no ante la posibilidad de tener una familia, sino ante la idea de tener un linaje poderoso, "Es difícil creer que mi madre fuera una bruja. ¿Por qué moriría dándome a luz, entonces?" Cuando frunció el ceño, Seraphina quiso sonreír ante lo humano que se veía en ese momento. Era raro verlo mostrando una expresión genuina, "Eso es demasiado débil para una bruja, ¿no crees?"