Rare start | HunHan

Capítulo 38 "¡Eres tan tonto!"

Luhan volvió a tomar asiento en el sofá sin hacer nada. Era algo cotidiano desde el accidente de Sehun. Luhan parecía sin vida, siempre se encontraba desanimado. Sus amigos intentaban convencerlo de salir pero él simplemente no quería. Era algo aburrido, pero aprendió que todo pasa por algo. El destino, sonrió entristecido.

Su celular sonó por toda la casa, lo estaban llamando, algo querían pero Luhan no estaba de humor, como siempre. No le daba ganas de levantarse, salir a ver sol, ni comer. Ya no comía como antes; y estaba bastante seguro que parecía desnutrido.

— Cállate —susurró refiriéndose al celular.— No te quiero.

Encendió el televisor para ver algo que le quite el tiempo, pero no había nada interesante. O quizás era porque no estaba de humor. Un anuncio sobre una nueva heladería instalada le llamó la atención.

Helados.

— Chocolate. —dijo el chico.

— Lo sabía, Sehun.

Su voz, para mí, la encontré muy... ¿como podría decirlo? ¿linda?

Él tenía el pelo en arcoiris, digamos. Tenía mechones de colores, y para él, ya que tenía la piel blanca, le sentaba demasiado bien. Sus ojos. Su nariz. Su boca. Todo de él, lo encontré realmente hermoso.

Sacudió su cabeza, tratando de pensar en otra cosa. No se había dado cuenta pero su celular ya había dejado de sonar. ¿Cuánto tiempo se sumió en sus recuerdos? Sehun, la persona con la que tuvo amor a primera vista (o atracción, más bien). No lo dejaría escapar, no dejaría que se lo lleven.

El celular sonó nuevamente, esta vez Luhan si fue capaz de levantarse y atender.

— ¡Luhan, maldito idiota, que vengas rápido al hospital! ¡Te he llamado cincuenta veces y no respondes! —de inmediato oyó el grito de su amigo.

— ¿Qué pasó?

— Sehun. ¡¿Qué más?! ¡Apresúrate!

Luhan soltó el celular dejándolo caer al suelo. Prontamente corrió fuera para tomar un taxi que lo lleve a su destino.

***

— ¡Al fin llegas! —exclamó Baekhyun al tan solo verlo.

Luhan miró a su alrededor. No había casi nadie aparte de sus amigos y una señora sentada jugueteando con su celular. Chanyeol estaba hablando con un doctor y unas enfermeras. Éste rápidamente se volteó.

— Luhan, por fin.

— ¿Él es Luhan? —preguntó el doctor.

Para el mayor todo era muy confuso, no entendía absolutamente nada. Además ¿por qué debería importarle su nombre al doctor? ¿No es que su profesión es operar a las personas que están mal?

— Lo soy —habló. Seguía encontrando extraña su voz en ése estado.— ¿Qué pasa con Sehun?

El doctor le miró. En sus ojos había alivio, mucho. Las enfermeras ya se habían ido en algún rato que ninguno se dio cuenta. Luhan estaba impaciente, nadie decía nada. Su nerviosismo estaba a su límite, y si seguía, podría colapsar. No quería recibir malas noticias.