Rare start | HunHan

Epílogo.

Su sueño se cumplió, finalmente. Una de las cosas que Luhan más deseaba ver en su vida desde que conoció a Sehun, se trataba de ello. Lo estaba presenciando, y se sentía feliz. La emoción explotó en su pecho literalmente.

Había pasado tanto tiempo luego de la boda, aunque la recordaba como si fuese ayer. El anillo alumbraba perfectamente su color plateado. Luhan nunca se lo quitó, raramente lo hacía sentirse más unido y protegido, como si el anillo fuese Sehun.

— ¡Yah, appa! —gritó un niño de tres años frustrado por las molestas cosquillas que le hacía Sehun.

— ¡Nunca me dejas jugar contigo! —se quejó el otro, haciéndose el ofendido. Dejó que el niño pequeño se parase para ir corriendo hacia sus amigos.

Sehun se levantó un poco apenado, la verdad es que se sentía mal a veces porque el niño nunca quería nada con él. Relativamente, siempre escogía a Luhan, y lo pasaba a llevar.

Caminó en dirección a su amado, sentándose a su lado de la banca. Se quedó mirando un punto fijo de un juego mecánico, no tenía sentido, pero en ese momento para Sehun, nada lo tenía.

— ¿Qué pasa?  —la suave voz de Luhan inundó sus oídos.

— Nada, realmente.

Luhan guardó su teléfono que estaba siendo usado, para prestarle toda la atención en la otra persona.

— Hunnie —luego de años, él seguía apodándole así— ya, dime. —tomó la mano izquierda de Sehun, consiguiendo que éste lo mirase.

— Dime. . . —murmuró lentamente. Luhan le miraba atento.— ¿Tan mal padre soy?

Luhan abrió ligeramente la boca antes de responder a la triste pregunta.

— ¿Por qué dices eso? No, claro que no.

— Es que MinKi nunca me deja hacer algo con él. Al principio pensé que era porque tú eres más atento pero. . .

— No, no. Es un niño. —le cortó de inmediato.— Iré a verlo, ya vengo. —Luhan se levantó dejando a Sehun solo con las palabras en la boca.

» Se va porque es verdad. «

Se convencía cada vez de lo mismo, o no es lo que quería pensar pero su mente lo atacaba en contra de sí mismo. Se metió a jugar con el teléfono, enviándose mensajes con su amigo, Chanyeol.

Él finalmente tuvo las agallas para declararse, y el otro de manera rápida le correspondió a sus sentimientos. Lucharon para estar juntos de nuevo, con unos pequeños obstáculos, pero ahí están, viviendo y siendo felices juntos.

MinKi, era un niño de tres años. Luhan y Sehun habían decidido que estaban listos para cuidar de un niño, así que con todos los nervios del mundo fueron a adoptar alguno, ya que por naturaleza, ninguno de los dos se quedaría embarazo.

Le pusieron ese nombre, ya que significa inteligencia. El niño se había adaptado fácil a la pareja en una semana y borró todo el miedo que tenían ellos de que el pequeño niño no se pudiera acostumbrar. En ese entonces MinKi tenía un año.  Ambos le enseñaron a hablar perfectamente el idioma, vocalizaba muy bien, a pesar de algunas palabras que no conocía. Era un niño bastante inteligente en sí, y se lo había demostrado.

— ¡Papá Hun! —el niño le hizo deshacerse de los pensamientos de su cabeza.

— ¿Sí? —a pesar de su estado, le dedicó una sincera sonrisa.

— ¡Te quiero!

Sehun le miró sin borrar su sonrisa.

— ¿Luhan te ha dicho que dijeras eso?