Capítulo 2 "¿Qué tal una celebración?"

5.2K 405 31
                                    

Fui al ventanal. Esperé a que hicieran los helados, ya que no había nadie a estas horas de la mañana pidiendo, por lo que pude dejar la caja sola por un rato. Un rato largo, para relajarme.

Les eché una mirada a los dos chicos esperando el pedido de hace un rato. Estaba hablando entre sí, no quiero ser un cotilla ni nada pero me dio curiosidad saber. La chica se encontraba de espaldas pero el chico no. Traté de evitar mirarlo, pero me era imposible. Cada vez que me ordenaba a que mirase a otro lugar, al fin y al cabo mi vista cambiaba hacia él, a veces ni me daba cuenta cuando me lo quedaba mirando. Dios, maldito chico.

Ya era como la décima vez que le echaba mirada. Pero esta vez fue diferente, porque él también me miraba. Ambos estábamos observándonos. Yo quería mirar hacia otro lado pero justamente me pasó eso cuando una persona se queda mirando una cosa fijamente y trata de despegar la vista pero no puede al cabo de unos segundos.

Eso me pasó, pero yo estaba consciente que le miraba como yo mismo, no como un idiota.

Él me sonrió. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda.

Prácticamente me giré al ver que la chica seguía la vista del chico. O sea a mí. Esto es muy vergonzoso.

— ¿Luhan? —escuché la voz de mi jefe. ¿De mi jefe? No sé como decirle, no estoy contratado pero es como un jefe ya que trabajo para él. En fin.

— Dígame, señor. —respondí.

— ¿Estás ocupado?

— Tengo que entregar dos helados y ya.

— Genial, cuando termines ¿podrías venir a mi oficina? Gracias. —dijo, dando por finalizada la conversación.

¿Para qué me quería? ¿hice algo mal? ¿querrá que no vuelva más? ¿o fui torpe hoy por culpa del chico arcoiris? Si es por eso, juro que lo odiaré.

— ¡¡Luhan!! —gritó mi amigo en mi oído.

Mandé el salto.

— ¡¡¿Qué?!! —grité también.

— ¡¡Ya está la orden!! —se imitó.

— ¡¡Dámela ya!!

— ¡¡Cállense los dos!! —gritó ahora Chanyeol. ¡Genial! Me aprendí su nombre.

— ¡¡Cállate tú!! —gritamos Baek y yo. No pasó ni un segundo cuando ya estábamos carcajeando. Qué bien la estaba pasando en ese segundo.

Tomé ambos helados, uno en cada mano y me dirigí hacia la barra por fin.

— ¿Jessica? —no sé por qué dije su nombre, si sabía de quienes eran. Pero al menos tengo que ser discreto, ¿no? No creerán que soy un psicópata.

— Aquí. —dijo la chica con voz alegre. Me acerqué a ellos y se los tendí.

— Gracias por comprar. Que lo disfruten. —les dije junto a una sonrisa. Sí, ya les había dicho 'Que lo disfruten', pero ¿acaso no puedo decirlo dos veces? En fin.

La chica corrió a su asiento tal como un niño pequeño, pero el chico arcoiris seguía allí. ¿Qué le pasa a éste ahora?

— ¿Necesitas algo? -pregunté mirándole raro.

— Sí. —solo dijo.

— ¿Qué?

— Tu número. —dijo con una media sonrisa que casi me derritió.

— ¿Que-é? -balbuceé sintiendo mis mejillas calientes de nuevo.

— ¿Me das tu número?

¿Y como no le dá verguenza decirlo? O sea yo me moriría ahí mismo. Soy extremadamente tímido y... Y ahora no sé qué hacer. ¿Se lo doy o no? Todavía estaba rojo, sentía que me iba a desmayar ahí mismo por estar nervioso. Traté de decir algo pero ni eso pude.

— ¿Estás bien? —preguntó el chico mirándome ¿preocupado? Digo, me acaba de pedir el número. ¿Quiere que esté normal?

— S-sí. Yo.. Yo esto-oy bien. —respondí tocándome el cuello.

— ¿Me lo darás? —dijo ahora haciendo un pequeño puchero. Apuesto que él ni sabía que lo estaba haciendo. Y tampoco contaba con que se ve extremadamente tierno y podría hacer que cualquier persona muriera.

¿Qué estoy diciendo? ¡Dios Luhan! No me puedo creer que me sienta atraído por un chico.

— Cla-claro. —respondí.

Saqué una servilleta y escribí los primeros cuatro dígitos cuando sentí la voz de mi "jefe" a mis espaldas.

— ¿Luhan, ya?

Apreté los labios y dejé la servilleta allí sin terminar el número.

— Lo siento. —le dije. Me sorprendí al no tartamudear ni balbusear tonterías.

Me giré y me quité el delantal para seguir a mi "jefe" a su oficina.

Luego de haber llegado, él me hizo un gesto para que me sentara. Eso hice. Observé los detalles de la oficina, no es la típica en color negro y café en plan elegante. La decoración de esta te hacia sentir cómodo, los cuadros y todo, se veía genialmente bonito. Me gustó bastante.

— ¿Qué pasa? —pregunté, fingiendo desinterés pero no me resultó.

— Sobre Xiumin, ya sabes, tu amigo.

No dije nada, solo esperé a que continuara. ¿De qué iba todo esto?

— Ha faltado mucho este último mes sin contar las anteriores. Por eso necesito al personal más activo, y como sé que tú vienes desde China sin nada y no eres millonario, me encantaría que seas parte de este empleo oficialmente y por contrato. Has demostrado bastante en poco tiempo, Luhan. ¿Aceptas?

No sabía si estaba sorprendido o feliz. O ambas. ¡Este es mi sueño! Siempre quise trabajar aquí ya que en el otro empleo gano muy poco, de hecho menos de lo que me pagan aquí en tres días.

— ¡Me encantaría! —sonreí ampliadamente.— Pero... ¿y Xiumin?

— No te preocupes, ahí veré qué hago. Solo eso era.

— Genial, sí quiero aceptar. —volví a sonreír.

Luego de haber firmado fui corriendo hacia los chicos a decirle la noticia. De verdad estaba muy feliz, ahora sí haría todo de mí. El triple de lo que hago cuando remplazo a Xiumin.. Y hablando de él, no quiero que lo despidan ni nada, soy su mejor amigo y me lo tomaría como un fracaso.

Ojalá no se enoje.. Pero esto hay que celebrarlo.

— ¿Qué tal una celebración? —dijo un muy sonriente Baekhyun. Sabía que a él le encantaría la noticia.

Los tres asentimos e invitamos a los demás empleados. Algunos no quisieron por tiempo, otros ni lo dudaron. La mayoría iría y eso me hacia mucha ilusión.

¡El trabajo aquí sería genial!

Rare start | HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora