Mi garganta estaba seca y el sudor que corría por todo mi rostro y cuerpo parecía compensar toda el agua que no había tomado durante las clases de Atletismo.
- ¡Hey! ¿Estás bien? - los golpecitos de Tay en mi espalda no sirvieron de nada, pues el aire me seguía faltando, al igual que las ganas de cumplir con el entrenamiento que el profesor de Basket había instruido para todos los nuevos.
Poco después de toser unas cuantas veces, asentí.
- Sé que te dije sobre entrar al equipo, pero olvidé mencionarte el entrenamiento que todos necesitan para ser reclutados. – Tay hablaba de esto como si se tratara de algo de suma importancia y tal vez para él sí lo era, sin embargo, yo no le veía gracia a correr más de veinte vueltas antes de empezar con las verdaderas pruebas y tampoco le encontraba sentido a toda esa cantidad de chicos que estaban aquí para lo mismo que yo.
Terminé de recomponerme al tomar una botella completa de agua. Tay estuvo conmigo en todo momento y al final optó por irse cuando un chico de cabellera negra lo llamó.
No le tomé mucha importancia a aquel detalle, solo me dirigí al asiento donde reposaba mi maleta de entrenamiento y mi toalla encima de esta.
Pasé la toalla por mi rostro y tiré mi cabeza para atrás en un atisbo de cansancio, regresando la vista al frente al instante al sentir algo parecido a mareos. No había dado las veinte vueltas, pero realmente sentía que mis piernas iban a ceder y pronto iba a estar tirado en el piso como todo un saco de papas.
Me senté por un momento y nuevamente tiré mi cabeza para atrás, encontrándome de esa manera con él.
Gun.
Él rápidamente dejó de mirarme y bajo la cabeza, nuevamente comenzando a apuntar quién sabe qué.
Me le quedé observando por un rato, hasta que sonreí al tener una grandiosa idea. Obligue a mi cuerpo a levantarse y a mis piernas subir las gradas para llegar hasta él. Creo que estaba demasiado distraído o ido entre las palabras que escribía en aquella libreta que ni cuenta se dio de mi presencia a su lado.
- Hola. - musité. Sus hombros se movieron y sus manos comenzaron a temblar, dejando caer el lapicero.
Rápidamente me agaché para recoger dicho objeto, pero él también lo hizo y no solamente recibimos un golpe uno del otro, sino que a pesar de todo eso, pude sentir su tacto encima del mío.
Sus manos eran suaves.
Al estar de pie y con una mano en la zona afectada, me di cuenta del sonrojo de sus mejillas y sus labios presionados entre sí.
- ¿Cuál es tu nombre? - fue mi primera pregunta, sonriendo al final para darle una pizca de alegría a nuestra conversación.
Él no se relajó, pero dejo de temblar un poco.
- N-no le veo gracia... Tú ya lo sabes. - musitó, mirando el suelo como un medio de escape a mi mirada o así lo veía yo.
Y mi plan se fue por la borda.
- ¿Cómo lo...
- ¿Cómo lo supe? Muy fácil. Tay siempre se encarga de decirle a todo el mundo de mi situación.
Dirigí mi mirada al antes mencionado, quién seguía hablando de lo más normal con aquel chico de cabellos negros, y no comprendí a lo que se refería.
- Tay es mi hermanastro. - completó.
Rápidamente miré a Gun y luego a Tay, ninguno de los dos tenía algo parecido que los pudiera unir, eran muy distintos.
- Nuestros padres se casaron hace diez años atrás. - fue su respuesta al gesto que posiblemente se encontraba "adornando" mi rostro.
Pude comprenderlo, pero en ningún momento pude hallar algún indicio de que Tay fuera el hermano de Gun, ni siquiera una pizca de cariño en sus palabras al hablar sobre el chico que ahora estaba entrando en confianza conmigo.
- Y-yo no lo sabía.
Gun se levantó sin decir nada y a pesar de mi tamaño, él en ningún momento se vio intimidado.
- Me tengo que ir, a papá no le gusta esperar por mí. - me aparté sin decir nada, a pesar de que muy en el fondo sí quería hacerlo. Decirle muchas cosas, preguntar tantas cosas y rogarle por su número telefónico, pero él solo se marchó y yo solo tuve que regresar al entrenamiento.
[♥]
Acabamos poco más de las siete de la noche, los resultados iban a ser entregados al día siguiente, por lo cual tuve que ir a las duchas, siendo guiado por Win, quien por cierto me espero todo el rato que estuve en la ducha.
- Estoy seguro de que entrarás. Hablé con el entrenador y él me dijo personalmente que fuiste uno de los mejores.
Asentí a sus palabras mientras terminaba de secar mis cabellos. Muchas dudas seguían dando vueltas por mi cabeza, pero no sabía por cuál empezar primero. No tenía ni idea de cuál descartar.
Tay me acompañó hasta la salida del gimnasio y cuando pensaba retirarme, decidí preguntárselo.
- ¿Crees que Gun quiera salir conmigo? - Tay se detuvo y pareció pensarlo por unos minutos. Volteó a mirarme y sonrió.
- ¿Te gusta Gun? - preguntó él.
No quería jugar con fuego, mucho menos quemarme, pero necesitaba saber más de aquel chico y mi única vía era Tay.
Me encogí de hombros y sonreí.
- Ya te advertí sobre su padre. - empezó él.
- Lo sé, pero me arriesgaré.
Tay también se encogió de hombros y rió.
- Entonces inténtalo. Nadie te detendrá, mucho menos yo.
Asentí lento al término de sus palabras y decidí dar por finalizada aquella plática de "amigos, sin embargo, al dar media vuelta con el objetivo de alejarme de las instalaciones de la escuela elemental, su voz me detuvo.
- Solo ten en cuenta la gran diferencia que los separa. - gritó.
- ¿Cuál? - dije más que confundido.
- Su estatura. Tiene el tamaño de un niño de diez o doce años. - la risa de Tay era bonita, muy llamativa, pero en estos momentos creía que era el peor sonido que podía existir, en especial si lo utilizaba para ese tipo de bromas.
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Pequeño ✿ OffGun
Fiksi Penggemar➤ Donde un Gun de 1.50m es la felicidad completa de un Off de 1.90m ✔Esta es una adaptación, todos los créditos son para @Dhayanavhope 🌈