ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ xɪ

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Tan asustada estaba por intentarlo que lastimó a la única persona que la ha mirado con amor.

A excepción de Jennie, Rosé era la única que soportaba su actitud de mierda. La rubia la cuidaba, la trataba bien, la acompañaba y por sobre todo, le daba aquello que tanto anhelaba; amor.

Rosé era aquella persona que la complementaba, se había dado cuenta de eso después de todas las cosas que pasaron juntas en ese tiempo de conocerse, sin embargo, no estaba dispuesta a cagar esa amistad que tenía con la menor por una simple confusión.

La rubia era irresistible en todos los sentidos, y según Jisoo, era la chica perfecta.

No cualquiera te acompañaba a comprar aquel cómic de superhéroes que tanto te gustaba, no te acostabas con cualquiera a ver películas de Disney, no sonreias genuinamente con cualquiera.

De veras que ha sido una idiota, una cobarde y maldita con ella; se arrepentía a diario de aquella drástica decisión que tomó al desaparecer de la noche a la mañana de la vida de la menor, sin embargo, lo hizo por ella.

Jisoo sabe, que Rosé se merece lo mejor del mundo, se merece alguien quien sea la misma de día y de noche, que la trate bien y sume cosas positivas a su vida, no una "fenómeno" y lo peor es que estaba consiente de eso.

Los días pasaban y la señora Kim ha estado esperando el regreso de su nieta, se mantiene fiel a la idea de que su pequeña traviesa regresaría a ella antes de que se marche. La ha estado esperando sentada en aquella vieja silla mecedora que su hijo le compró.

Esperaba angustiada la llegada de su nieta, estos últimos meses se ha estado sintiendo vacía, sabía que algo le faltaba pero no haría nada para molestar a su nieta, sabían que lo mejor para Jisoo era irse de ese lugar cuanto antes. Y eso era algo que la señora Kim no terminaba de entender... ¿cómo es que su hijo se había convertido en un ser tan despreciable?. Llegó a considerar que falló como madre, al dejar que esa mujer se metiera de lleno en la vida de Seunghyun.

Ella lo recordaba un chico pacífico, inteligente trabajador, educado, respetuoso y honrado; pero cuando conoció a esa mujer, todo en su vida dio un giro de tres sesenta grados. A Taeyeon no le bastaba con cambiar los valores de su único hijo, sino que lo ha corrompido hasta tener como resultado a la bestia que todos conocen ahora.

Los esfuerzos por hacerle ver que Jisoo no estaba mal eran nulos ante la mirada de aquella mujer, y el ver que su hijo, aquel muchacho que tanto ha amado y se ha esforzado por inculcarle valores ha desaparecido, la lastimaba muy dentro suyo; ver como maltrataba a su única hija era una tortura para su corazón.

Por Jisoo era que intentaba acercase a su hijo otra vez, por su nieta era que daba hasta su último suspiro para que Seunghyun recapacite y logre ver que lo que estaba haciendo estaba mal en todos los sentidos. Se mecía lentamente esperando la llegada de su nieta, ella ya sabía que no le quedaba mucho tiempo en esta tierra.

Escuchó la puerta principal abrirse, no se preocupó pues ya sabía de quién se trataba.

—Mamá...—suspiró el hombre—¿Por qué siempre estás aquí?.

—Creí que lo sabías hijo—responde angustiada.

—Sabes que ella no volverá–

—¿Que hice mal contigo hijo?—interrumpió la mayor—¿Que hice mal para que te convirtieras en un monstruo?.

Seunghyun no respondió.

—Te eduque de tal manera que no seas igual que tú padre—espetó—En cambio terminaste peor.

—Yo... yo nunca te he tocado un pelo mamá—espeta—Y a mi esposa siempre la he respetado.

—¿Y tu hija?—le miró—Dime dónde está tu hija Kim SeungHyun.

𝐃𝐢𝐚𝐦𝐨𝐧𝐝 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 | 𝐂𝐡𝐚𝐞𝐬𝐨𝐨 𝐆!𝐏 | CANCELADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora