𝐃𝐢𝐚𝐦𝐨𝐧𝐝 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 | 𝐂𝐡𝐚𝐞𝐬𝐨𝐨 𝐆!𝐏 | CANCELADA

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ɪᴠ

Pov Rosé.

La charla entre mi padre y la abuela de la tal Jisoo me estaba aburriendo, sin embargo no podía demostrarlo, no en frente de papá.

Yo le dije que prefería salir en pijama a limpiar la avenida antes que ir a esa casa y soportarla; como adultos que somos lo resolvimos del modo más maduro posible: una partida de piedra, papel o tijeras; si el ganaba iba con el a saludar a los vecinos y si era yo, salía con Lisa a recorrer la ciudad de Seúl.

Bueno como soy muy suertuda gano papá, pero no me dejaría vencer así que hicimos unos pequeños negocios; lastimosamente los negocios no sirvieron de nada y aquí estoy, mirando a la nada ignorando a la castaña y su abuela y con un mes de tareas del hogar. Odio este dia.

-Bien esperamos llevarnos bien.- oigo hablar a mi padre con entusiasmo.

-Eso puedo asegurarlo.- responde la señora.

Miro de reojo a la castaña que mantiene su mirada perdida, literalmente no le importa nada, veo como su abuela le proporciona un golpe que la saca de su ensoñación, rápidamente la castaña manda una mirada furiosa hacia la señora de unos sesenta años de edad ¿puede ser? Bueno no importa.

-Cualquier cosa que necesiten no duden en pedírmelo.- finaliza mi padre para despedirnos por fin.

Me da un ligero codazo para que yo también diga unas pocas palabras de despedida; bueno papá ¿No tienes suficiente con tenerme de Esperancita por un mes?.

-Un placer conocerlos.- digo con la sonrisa más falsa de mi vida.

La señora me sonríe tiernamente y se despide de nosotros sacudiendo la mano mientras que Jisoo suelta un bufido e ingresa a la casa con un gran entusiasmo. ¿Quien lo diría?.

-Son muy agradables.- dice mi padre mientras cruzamos la calle.

-Las apariencias engañan papá.

-Hija, la primera impresión no siempre es buena.- razona.

-Es una insoportable.

-Debe tener una buena razón; no conoces su pasado así que juzgarla no debe estar entre tus planes.

Tiene razón; aunque no se la daré, la castaña es insoportable con mayúsculas y negritas, no conoce lo que es el respeto y menos los modales. Ya sé cuál es tu plan papá pero no voy a caer.

Al entrar a la casa voy directamente a mi habitación; y decido llamar a Lisa, necesito que me enseñe la ciudad y también necesito hablar con ella sobre esta chica.

Llamada...

-¿Quien es?.- una voz desconocida resuena por la línea.

-Lisa soy yo; Rosé.- respondo apenada.

-¿Tu otra vez?.- dice la voz.

Pero ¿Qué carajos?.

-¿A qué te refieres?.- pregunto sarcasticamente.

-Mira niña, Lisa no está soy su novia.- ahora tiene un tono calmado.

¡Lo sabía! ¡Lisa es una gobernada!.

-¿Podrias pasarme con ella? Necesito hablarle, es urgente.

-¿Qué parte de no está no entendiste?.

-Tu no eres quien para mandar sobre Lisa, No es tu juguete y menos una esclava.- digo ya enfadada con la castaña de la otra linea.

-No hay necesidad de ponernos agresivos nena; lo siento pero debo colgar, adiós.