Capítulo 3: Nuevas Visitas

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Cada vez ir al reino de Toontonw era más difícil, no por la ruta sobre el mar, si no por los hermanos Warner, especialmente Yakko que comenzaba a cansarse de la rutina. Muchas veces el joven príncipe preguntaba porque debían ir a ese reino y sus padres simplemente respondían que era una "tradición".

12 y 13 años...

-no pierdas tiempo niño, Max nos espera...- llamaba el rey William, bajo el balcón del cuarto de Yakko, había estado tratando de que su hijo saliera pero este se negaba.

-¿Wakko que llevas ahí?- Dot observó a su hermano arrastrar un enorme saco.

Wakko levantó el saco y lo colocó sobre sus cabeza, posó sus manos a los lados sujetándolo firmemente y caminó tambaleándose hasta llegar con su hermana; al llegar, el menor encajo el saco en la puerta del carruaje.

-bocadillos...-respondió Wakko y comenzó a empujar el enorme saco, muy apenas cabía en la puerta del vehículo, por lo que empleó algo de fuerza hasta lograr hacerlo entrar.

Dot solo suspiro ante la respuesta, cada año era lo mismo, Wakko comía durante todo el camino y en el barco devolvía todo.

-¿Dónde está Yakko?-preguntó Dot.

-En su cuarto, negándose a bajar. No quiere lidiar con otro verano en el reino de Max...-respondió.

Ambos levantaron la vista, en dirección a la ventana de su hermano mayor, después se miraron nuevamente y al unísono mencionaron.

-no tiene opción...-

Por otro lado, tratar de convencer al joven príncipe, se convertía en una dura misión.

-ya es hora Yakko- Angelina irrumpió en el cuarto de su hijo mayor viéndolo recostado sobre la cama, con una almohada encima del rostro.

- no tengo listo nada y además, el viaje me marea...- se quejó sin quitarse la almohada del rostro- porque cada verano tenemos que ir a ese lugar ¡es molestó! ¡No tiene sentido! ¿Ya olvidaste lo que pasó el año pasado?-

Angelina solo sonrió ante la actitud infantil de su hijo, era increíble que tras años conviviendo aún no podían llevarse bien.

-porque no dejas las bromas de lado...-sugirió su madre sentándose al borde de la cama. La reina posó su mano sobre la almohada, la deslizó un poco y reveló así los ojos de su hijo- se que siempre ocurren cuando Max hace algo que te molesta, trata de llevarte bien con él por una vez y tendrán un buen verano- pidió la reina mirando a su hijo suplicante- Cuando compartieron el cuarto juntos, después del accidente de la casa del árbol, no tuvieron peleas o malas charlas ¿Cierto?-

-no...fue divertido de hecho -confesó Yakko, mirando a su madre sin levantarse de la cama, aquel comentario le hizo recordar:

Aquel día, Yakko y Max, llevaban una hora sin dirigirse una palabra, sus padres los habían dejado en una misma habitación como castigo.

Yakko leía un libro con la excusa de evitar a Max todo el tiempo, él aún estaba molesto. Max por su parte no podía hacer mucho, solo miraba el techo de mal humor y de vez en cuando gruñía molesto.

Pasando un rato, Max se aburrió de ese espantoso silencio incómodo, de forma discreta observó qué hacía Yakko. Noto al menor leyendo y Goof pudo reconocer el libro que leía; sin poder evitarlo comienzo a reír.

-qué te parece tan gracioso Goof...-cuestiono Yakko sin quitar la vista del libro, el menor ocultó su rostro tras el objeto, evitando hacer contacto visual con su compañero; escuchar la risa del mayor le hizo molestarse un poco.

NUESTRO CAMINO AL ALTAR_ [Max x Yakko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora