Azuquitar

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-¿Por qué nos buscan? No lo entiendo

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-¿Por qué nos buscan? No lo entiendo.-Miro con curiosidad a mami, que está hablando con alguien que no conozco.

-¿Por qué crees? Es muy obvio, intente detenerlos. No pude.-Dice la persona no conocida. Bajan el volumen de su voz, así que ya no escucho muy bien lo que dicen. Pego más mi oreja a la puerta donde estoy espiando.

-Melody es muy pequeña... no puedo... no...-Entonces mami comienza a llorar. No me gusta ese sonido.

-Maaamiii.-Corro para sentarme sobre ella. Miro la mesa, estiro la mano y agarro un pan.-¿Puedo comerlo mamii? ¿Sí?

-Si, mi nena.-Comienzo a comer. Ahora observo a la persona desconocida. Tiene ropa muy bonita. ¡Y tiene una tiara! Aparte una niña está dormida en su regazo.

Awwww, es muy tierna.

-¿Es muy linda, no?-Yo asiento con la cabeza muy entusiasmada.-Tal vez algún día sean amigas.-Persona desconocida sonríe.-Seria hermoso, yo quiero ver eso.

Y yo solo quiero comer mi pan.

°°°

Despierto con unas cuantas lágrimas en los ojos y mis mejillas. Los primeros segundos sabía el por qué, después de otros cuantos segundos se me olvidó por completo.

Así que me levanto con toda la pereza del mundo sabiendo lo pesado que será este día, aunque no me importe tanto, creo que hoy tengo mucho más cansancio del que estoy acostumbrada. Escucho mucho revoltijo afuera de la habitación. ¿Ya están comenzando el día?

Miro la ventana, apenas y hay unos cuantos rayos de la luz del sol. Debe de ser muy temprano. Pero si las otras personas ya están comenzando su día yo también tendré que hacerlo.

Es lo necesario para hacerme saltar de la cama con una sonrisa, lista para el día de hoy. La sonrisa se me borra cuando recuerdo lo que paso ayer. Toda la noche me la pasé preguntándome si serán los únicos caramelos por acá... o había muchos más.

Cómo Caramel declaró abiertamente que quería guerra con Sugarland y Lemon, todos sus habitantes tienen prohibido el paso a los respectivos países. Sin ninguna excepción, sin importar si eran del ejército, caramelos amargos, o simples habitantes de ahí, caramelos, todos tienen prohibido el paso. Se supone que en las fronteras están los soldados más capaces y esa es la mayor razón de mi confusión... ¿No tuvieron que detenerlos?

Aunque si ellos lograron venir hasta acá, explica cómo es que siempre hay ataques en Maníanini y Freshambelly.

Miro el vestido que usare hoy, mi sonrisa aparece otra vez. Es de color rosa pastel, no es esponjoso como el de la princesa pero es más esponjoso de los que uso normalmente.

Me cambio con alguno de mis vestidos usuales y voy a la cocina, espero que tengan listo su té. El castillo está demasiado adornado. Y eso que la fiesta es solamente en el primer piso. Bajo al segundo nivel donde me dan su té y vuelvo al tercer nivel y me dirijo a la habitación de la princesa. Toco la puerta y al recibir un insulto de ella, entro.

Reino del AzúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora