Comeme como a un postre de fresas.

un nuevo día un capítulo más.

Falta poco para el final.

Estaba más que seguro que fue el ruso quien hizo todas esas cosas lo que lo sorprendía en parte pero por otro lado no, sabía que el ruso tenía un amor enfermizo por el ya que este varias veces le permitió comer o morder alguna parte de este aprovechando el echo de que se podían regenerar en unos días dependiendo del daño.

Estaba mirándolo fijamente en aquella pequeña reunión en donde más que nada estaban para hablar sobre temas de vacunas y pandemia en la cual simplemente prestaba atención cuando era necesario si no era así ignoraria todo y a todos y solo miraría al causante de que su sed y hambre por comer cosas prohibidas, soltó un suave suspiro antes de hacer un pequeño movimiento con su lápiz el cual llamó la atención de un concentrado ruso quien lo vio hacer una señal para luego levantarse e irse al baño. El alemán hablaría allí sobre aquello pues estaba harto de alargar un problema tan simple como una pequeña charla que quizá terminaría con resultados sexuales que sinceramente esperaba en lo más profundo.

El ruso confundido lo siguio al baño para al final terminar encontrándose fuera de la Sala pues el alemán lo esperaba allí para conversar en el camino.

Rusia ¿usted que sabe de quien pone cartas y postres en mi lugar en cada reunión, fiesta y cena? Usted es el único que siempre llega primero. -dijo con calma el alemán. -¿acaso es usted quien hace todo eso?