Flowers. [Kirishima Eijirō]. [CALCBNHA].

12.

Otro día de entrenamiento en la U.A. acababa. Kirishima caminaba sin mucha fuerza a su salón de clases, los entrenamientos de héroes cada vez eran más y más extenuantes, se sentía desfallecer. Al llegar al salón de la clase 1-A pudo divisar como la pequeña flor anaranjada se asombra por su pupitre, se acercó con una sonrisa.

Su sonrisa decayó al ver como el gladiolo estaba casi marchito, el color naranja que antes brillaba con intensidad estaba parcialmente opaco y unas pequeñas partes estaban caídas y sin vida, un puchero apareció en sus labios.

Sentía que había fallado.

La flor se estaba marchitando y él no podía hacer nada para evitarlo.

Lo que restaba del día Kirishima se la pasó deprimido, no importaba que hiciera la diminuta planta estaba totalmente dispuesta a dejarse morir. Sentía que había decepcionado a [...].

Cuando la campana de salida sonó salió disparado de su salón de clase, iba a ofrecerle una disculpa a la chica de cabello rosa por no cuidar su flor de manera apropiada.

Al llegar a la puerta del aula B pudo ver a su chica salir mientras hablaba con Tetsutetsu, infló su pecho con seguridad y se acercó para marcar territorio.

—¿Podemos hablar? —Le lanzó varias miradas al chico de hierro que demostraban claramente su intención causando gracia en ambos adolescentes pertenecientes a la clase B.

El de cabello gris no tuvo más remedio que irse.

—¿Ocurre algo Kirishima-kun?

La realidad golpeó al pelirrojo de repente, había recordado el porqué había buscado a la chica en primer lugar. Con total vergüenza le mostró la flor ya marchita, cerró sus ojos fuertemente mientras esperaba que la fémina lo insultara. Él creía que merecía toda clase de insulto.

—¿Ah? ¿Ya murió? —Ahí viene, con temor tapó su cara con sus manos. —Supongo que debería cambiar mi dieta.

—¿Qué? —Preguntó con confusión. —¿No estás molesta conmigo?

—Kirishima no estoy molesta. Nunca me molestaría contigo. —Habló con dulzura a la par que quitaba ambas manos de la cara del muchacho, sonrió. —Aún si fuera una flor normal estas no duran mucho después de ser cortada, es normal que se marchitara. —Acarició las mejillas de Eijirō con delicadeza.

Ambos adolescente se miraron fijamente, por un segundo habían olvidado donde estaba o que habían hablado solo hace unos minutos. Eran ellos dos, en medio de un pasillo mirándose, no existía nada más.

Kirishima sentía su corazón latir a toda velocidad. En su cabeza había todo un debate mental sobre si besar a la chica o no, quería besarla, maldición, quería besarla todo el día.

—Acompáñame a un lugar.

Pero ella tenía otro planes en mente, un poco decepcionado asintió. [...] entrelazó su mano con la del pelirrojo y saliendo del recinto escolar.

Los ojos de Kirishima se habían iluminado con esa acción.

Sí, estaba enamorado de [...]. 

______________________________________________________

¡OYA, OYA! 

Primera vez que no tardó tanto en actualizar:') 

Grande Hidaka, grande.