𝐓𝐎𝐔𝐂𝐇 ❀【NoMin】❀

❀【7】❀

— Creo que es suficiente. — JeNo detuvo a JaeMin dejando de lado el vaso

— Me gusta

— Bebes mucho café, Nana.

— Ya sabes cómo es, muchacho— El padre del omega siguió leyendo el periódico tranquilamente.

— Una carga. — Bramó la señora Na con rabia, limándose las uñas

JaeMin golpeó la mesa con el tenedor, apretando los dientes con rabia

— Que me guste el café cargado no significa que sea una carga, mamá. Carga convivir contigo. — Bufó contra ella.

JeNo sonrió complacido y bebió un sorbo de la taza anteriormente retirada de la comisura de los labios del menor y ahogó un gesto de asco por el sabor.

El chiquillo ya no era débil e ingenuo, no permitía que lo pisotearan y se defendía a toda costa justo como JeNo le enseñó. Sin miedo.

— No fastidies al niño, solo trata de desayunar con su novio. — El alfa habló doblando el periódico y poniéndose de pie— Los dejo en la escuela, ¿De acuerdo? Cinco minutos.

JaeMin asintió buscando el bolso y JeNo dejó los platos sucios en la cocina, agradeciendo por la comida.

Habían pasado varios meses y resumir lo sucedido sería escribir un libro completo. JeNo acostumbraba a ir en las mañanas y desayunar con la familia Na, aunque eso implicaba soportar a la horrible suegra que tenía.

— ¿Qué haremos en esta cita?

JeNo se giró a JaeMin con curiosidad.

Paseaban tomados de la mano por el patio y observaban las hojas secas en el suelo, sonriendo al pisarlas y hacerlas crujir.

— Aún no lo sé, bebé. ¿Qué te gustaría?

— Hemos hecho bastantes cosas... Ir al circo, viajar en bicicleta donde por cierto pude haber muerto, organizar un picnic, intercambiar cartas...

— Cartas que escribimos desde que nos conocimos sin darnos cuenta.

— Al final las entregamos, fue lindo oírte leerlas... No sabía que te habías enamorado de mí desde que me viste.

JeNo y JaeMin escribieron cartas para el contrario sin haberlo planeado, al notarlo decidieron ofrecerlas para pasarse el día entero expresando sus sentimientos por medio del papel.

Esa tarde JaeMin lloró tanto, que JeNo pensó que tendría que llevarlo al hospital. El omega era sensible y tierno, por lo que fue un aturdimiento para su pobre corazón

— Fuimos a la biblioteca, a mi casa en el campo, a un concierto, fotografiamos paisajes tal como querías... Han sido catorce, si contamos las primeras. — Recordó el alfa— Podríamos almorzar.

— Eso lo hacemos siempre. Desayuno en mi hogar, almuerzo en el tuyo. — JaeMin puchereó— Falta la cena.

— Una cena será. — Ideó abruptamente— Podemos cocinar juntos.

— Jen, tú no eres bueno en la cocina y yo no quiero golpearte con una sartén... No tengo paciencia, lo sabes.

— Pediremos comida, será divertido. — Picó la mejilla del castaño— Ya somos novios por... Quinta vez, ¿Qué podría pasar?

— ¿Ser tu novio por sexta vez? — Guiñó coquetamente— Piénsalo, nene.

— No tengo que pensarlo, tonto. — Rió de los encantos de su pareja— Pero lo haré al vivir juntos.