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[11:47 P.M]

Corría como si mi vida dependiera de ello y limpio algunas lágrimas que se escaparon.

Mi vida si depende de que corra.

-Mierda, ¿por qué me está pasando esto a mí? - pregunto para mí misma nerviosa mientras doy vuelta en un callejón, uno sin salida - Carajo - vuelvo a maldecir.

La persona que me está siguiendo se detiene al ver que no tengo salida.

- ¡¿QUIÉN ERES?! - Grito.

-Alguien que te admira mucho, Soo Mi me ofende que no me recuerdes, soy tu mayor fan - dice y da unos cuantos pasos hacia adelante.

En ese momento el rugir de una moto se escucha y entra al callejón, haciendo que el hombre caiga a un lado, la motocicleta se para enfrente de mí y el dueño dice algo apenas audible.

-Súbete - y me lanza un casco.

Cuando lo tengo en mis manos me lo coloco y subo a la moto, la otra persona arranca yéndose lo más lejos de ese callejón. No me importa quién es, me sacó de ese callejón y con eso estoy más que agradecida.

Las calles de Seúl eran grandes, con poco tráfico por la hora y llenos de luz, después de unos cuantos minutos llegamos a la orilla del Rio Han, donde él se detiene, más calmada bajo y le doy el casco.

- Enserio, muchas gracias por sacarme de ahí - digo.

-No hay de que, solo ten más cuidado Seúl es una ciudad grande con gente extraña - aconseja - me voy, ve por un lugar más iluminado, adiós - dice.

Vuelve a arrancar su moto y solo observo como se aleja de mí. En todo ese tiempo nunca se quitó el casco, solo miraba sus ojos, su voz algo distorsionada por el casco, lo único que miraba eran sus ojos.

Esos ojos que nunca pude olvidar, la veracidad con la que me miraba era casi acusadora.

Tomé mi celular y marcaba un número ya muy conocido.

-Ven por mí, estoy en el Río Han por Yeongdond – digo para luego colgar la llamada.  

ℑ𝔫 𝔜𝔬𝔲𝔯 𝔈𝔶𝔢𝔰 [𝑱𝑺𝑯].[EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora