Habían llegado al hogar provisorio de Soobin al anochecer, y habían decidido pasar la noche allí para, a primera hora de la mañana, ponerse en busca de más miembros para agrandar su familia.
Esa noche, entre charlas en las que ambos se sentían cómodos y seguros, cayeron en un profundo sueño provocado por la cantidad de emociones experimentadas en un solo día.
En cuánto el primer rayo de sol se filtró por los árboles hasta dar con la entrada de la cueva, ambos se hallaban empacando las mantas de cordero y el resto de comida que habían logrado cazar el día anterior.
Se sentía sumamente calmado y a salvo rodeado del aroma de Soobin a su lado. Aún no habían hablado de la marca, pero estaba seguro de que habían dejado un pacto silencioso de hacerlo cuando los primeros miembros de la manada se hallaran dispuestos por igual. Tenía algo de miedo, realmente no sabía como es que funcionaba la marca en los Alfas, después de todo en la manada de su padre, los Alfas no llevaban marca alguna, más bien parecía tener un gran respeto por su padre y algo así como una deuda que jamás lograrían terminar de pagar.
Pero YeonJun no quería eso para Soobin y para él. Quería que fuera miembro de su manada, anhelaba marcarlo y poseerlo. ¿Eso estaba mal?
—Creo que debemos apresurarnos antes de que algún Alfa hostil aparezca en el territorio y se lleve a todos los Omegas y Betas que se encuentren deambulando por aquí —opinó Soobin a su lado. Habían ricorrido demasiado en absoluto silencio, con todos sus sentidos alerta en el caso de sentir otra esencia o presencia en algún lado. Observó al Alfa de ojitos pequeños y asintió suavemente, estaba totalmente de acuerdo y le enorgullecía que aquel futuro miembro de su manada fuera inteligente y prestara atención a todas las infinitas posibilidades—. Puedo sentir un aroma cerca, pero no logro identificar si se trata del aroma de una fruta o si es un lobo.
—Será mejor que nos apresuremos y averigüemos de donde proviene ese aroma —estuvo de acuerdo YeonJun, y con una sonrisa de oreja a oreja dejó salir sus feromonas, para atraer a todo aquel que se encontrara relativamente cerca, pero en especial a aquel vago aroma que picaba en la punta de su nariz y no lograba identificar.
—Andando, si logramos que otro lobo se encuentre cerca y te huela, mataremos dos pájaros de un tiro —animó Soobin dando pequeños saltitos de emoción. YeonJun le siguió el trote suave por detrás, intentando no lucir patético al pensar semejantes cosas siendo un Alfa, pero...
— ¿Q-Qué te hace pensar que les gustara mi aroma y vendrán a-a buscarme ellos a mi? —preguntó fingiendo, nuevamente, desinterés. Soobin rodó sus ojitos y frenó de golpe antes de voltear para mirar a aquel Alfa tan extraño de forma severa— ¿O-Ocurre algo?
—YeonJun —la voz severa de Soobin hizo eco en sus tímpanos, se oía aterrador—, tu aroma es algo que jamás había olido en mi vida, me atrajo casi al instante y sentí la necesidad incontrolable de someterme a ti, y antes de siquiera saberlo ya estaba corriendo hacia ti.
La confesión de Soobin lo tenía tan sonrojado y avergonzado que su cuerpo entero se alejó al oír la voz de Soobin cálida y tan sincera que removió todo en él. Había sido como un golpe en toda su cara, y ahora no sabía en donde poner sus manos, hacia donde mirar ni que decir.
Soobin observó con ternura al lobito que balbuceaba tan cohibido frente a él. Puso los ojos en blanco antes de seguir sus impulsos y rodear al tembloroso Alfa entre sus brazos y apretarlo en su pecho, acunandolo con todo el cariño y amor que le pudo transmitir. Las feromonas de YeonJun se habían esparcido y ahora eran tan intensas que le era casi imposible respirar sin sentir arder sus pulmones por la fuerte fragancia de su Alfa.
— Cuando te vi solo quería caer de rodillas ante ti y dejarte hacer conmigo todo lo que quisieras —siguió contando, mantenía su barbilla apoyada con suavidad en la coronilla del cabello rubio y sedoso de YeonJun, allí también se concentraba una cantidad favorable de aromas, pero estos eran más naturales y frescos—, estoy seguro de que cualquier Alfa, Omega o Beta estaría encantado de unirse a la manada de un Alfa tan fuerte y precioso como tu. Y esa es solo la primera impresión, una vez que comiencen a conocerte ya no habrá vuelta atrás.
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Manusia Serigalaen donde yeonjun debe irse y dejar su familia atrás, a su manada. salir al exterior y formar su propia manada, su propio hogar al cuál proteger y cuidar.