ⵛⴷⵜⵁⴽⵢⵉ

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Jungkook desde hace unas horas había estado sintiendo una profunda mirada en el, mentiría si dijera que no sabía de quién provenía.

Porque, joder. Kim Taehyung lo veía atentamente, analizandolo, y más que aterrarlo le encantaba.
Y durante todo el rato, estuvo con sus mejillas rojas.
Los dos niños estaban jugando afuera, en el pastizal, por lo sucedido anteriormente tenían extrictamente prohibido transformarse en su forma de tigre.
En ese momento, Jungkook estaba cocinando, algo sencillo; En su cabeza estaba el querer leer la mente, para saber que es lo que hacía que esa intensa mirada estuviese en el desde la mañana.

-En un rato me voy, comenzaré a trabajar en la panadería. No olviden hacer los encargos. -Dijó al terminar de cocinar.

-Está bien. -Habló Taehyung en respuesta. -Nos vemos.

"-Algo no está bien." pensó Jungkook al ver algo desorientado a Taehyung, pero no le dió mucha importancia, y solo se fue a trabajar, despidiéndose de los niños en el transcurso.

Y con Taehyung...

Cuando notó que Jungkook se había retirado, respiro con normalidad, sacando de debajo de la manga de su camisa, una carta, oh más que una carta era un recado.
Sus ojos mostraron preocupación por lo que había en esta, así que salió a refrescar su mente, y que mejor que salir a jugar con sus pequeños hermanitos, para juntos después hacer los deberes que le tocaban a cada uno.

Taehyung vio algo gracioso por la ventana mientras acomodaba cosas en la cocina. A Jimin acariciando y hablándole bonito a la gallina que lo perseguía con ganas de picarlo hace unas varias semanas. Parece que se volvieron grandes amigos.
Cuando dieron las cinco en punto, tanto Jimin como Namjoon yacian en el sillón de la acogedora sala.
Justamente era la hora en la que Jungkook salía de ahí, así que no tardaría en llegar en tal vez una media hora, aburrido y sin saber que hacer, Taehyung se dió unas vueltas por allí y por allá, de un lado a otro, pero optó por quedarse sentado esperando a Jungkook, pero quedó dormido casi al instante.

Y cuando el último mencionado llegó a casa, sonrió al encontrar a las tres crías de tigre dormidas.
Hizo una cena sencilla y sin hacer mucho ruido, esperando que el delicioso olor que emanaba la comida que hizo, los despertara por si solos, y fue así como terminaron todos cenando entre risas, con algo de tensión entre los dosayores, aunque nada notorio para los menores.
Justo cuando iban a terminar de cenar, cuando el ambiente se relajo bastante, Jungkook notó un sobre en la mesa, que cuando lo tomo, quisieron arrebatarse lo de las manos.
¿Pero quién? Taehyung.

-¿Que es esto? ¿Porque no queréis que lo lea? -Preguntó intrigado con una media sonrisa. -Esto tiene mi nombre. -Rió por la pequeña tensión que se notó entre ambos.

-Jimin, Namjoon... Vayanse a la habitación. -Hablo con seriedad el mayor de la casa, cosa que confundió aún más a Jungkook, pero aceptando que los niños se fueran, pero una ves más el sobre quería ser arrebatado de sus manos.

-¡Hey! ¡Basta! ¿Que pasa contigo? Estás raro desde la mañana. -Lo miró y luego al sobre, así sucesivamente.

Fue perseguido un minuto por Taehyung, quien se empeñaba a qué no lo leyera, pero en algún momento lo abrió y leyó lo poco que había ahí.

Su sonrisa divertida se esfumó en menos de un segundo.
Sus ojos pasaron de ser brillantes a algo opacos y lágrimas cayendo como cascada cada vez que leía más la hoja.
El shock de lo que había sucedido.

-¿Có...mo...? -Queria que lo que leía no fuera cierto. Miró a Taehyung algo molesto. -¿Porque...? ¡TÚ! ¡¿Cómo pudiste?!

-Jungkook... Yo...

-¿¡Mi abuelo falleció y querías ocultarlo!? -Cayó estruendosamente al suelo, con sus manos en el cabello.

-¡¡Jungkook!! -Solo escuchaba como gritaban su nombre pero pronto no escuchaba absolutamente nada.

¿Tigre de Campo? #95 (En Emisión.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora