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Jungkook nuevamente se había quedado solo en casa, su abuelo había ido a la tienda, y mientras el iba, Jungkook volvería a investigar si lo de los tigres no fue un simple sueño o producto de su imaginación.

Así que llegando al lugar de la gran manta, la retiro.
No había nada, suspiró agradecido, y al ver un hueco en la jaula, dónde fácilmente podría entrar, se dirigió cerca del bosque.
No había nada y todo estaba relativamente normal, eso hasta que sintió un gran peso encima, asustandose y chillando del dolor que le causó el impacto al suelo.

Pero su mente dejo de reaccionar al ver la gran bestia feroz encima de el. Y sin querer, empezó a llorar del terror, o más bien del ataque de pánico que le estaba dando en ese momento por el miedo de tener un tigre arriba de el, encima pareciera que se lo iba a comer.

Tanta fue la presión que cerró sus ojos, pensando que se desmayaría antes de que se lo comiera.
Pero ninguna de las cosas sucedió.
Abrió los ojos encontrándose con unas orbes celestes, tan brillantes, llamativas y hermosos ojos.

Unos que lo veían con curiosidad, desconfianza y no sabe que más.

Y pasado apenas un minuto que ninguno de los dos reaccionó ni se movió algún centímetro.
Finalmente el tigre se apartó, alejándose de él, perdiéndose por lo oscuro del bosque.
Jungkook por su parte, quedó aún en shock, hasta que escuchó a su abuelo gritar que había regresado.

-Joder... Solo esto me pasa a mi.

Dice limpiando su rostro, acomodando y sacudiendo también sus prendas.
Así que a pesar de seguir aún algo aturdido, regresó.

(...)

-¡Hermanito! ¿Dónde estabas? -Hablaba un niño de no más de 8 años. -Nammie estaba buscándote, mamá no quiere despertar...

Y joder, que Kim Taehyung jamás había corrido tanto en su vida con tanta desesperación y un niño en brazos.

-No, no, no... Mamá... Por favor... -Al llegar a lo que era su pequeño refugio, el cual era una cueva, vio a su otro hermano, de 11 años. -NamJoon... Llévate lejos de aquí a Jimin. -Estaba entrando en pánico, y más al ver que la herida que su madre tenía.

Así como ordenó, Namjoon se llevó a Taehyung lo más lejos que podía, resistiendo el fuerte dolor en su estómago por llevar casi dos días sin probar un solo bocado.

Taehyung por su parte trataba de reanimar a su madre tigre de todas las formas posibles. Llorando de desesperación.

-Carajo... ¡Mamá! ¡Despierta ya...! -Y finalmente se rindió, sin creer aún que quien le había dado la vida ya no estaba con el.

(...)

Por parte de Jimin y Namjoon, llegaron al único lugar que conocían, nada más y nada menos que la gran jaula en el gran patio trasero, que parecía un basurero de cosas viejas. Transformados en tigres, escondidos, con miedo, hambre y sin duda alguna un dolor indescriptible en el pecho.

¿Tigre de Campo? #95 (En Emisión.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora