Noche 2.5

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-No... ¡Papá! ¡PAPÁ!-

-Iré por ti...-

Volkov.

(+18)

Me desperté de un salto, estaba sudando, de inmediato mire a mi lado y estaba Horacio durmiendo. Era una pesadilla tan real, si bien creo era Thomas, pero no le vi el rostro así que no pude confirmar nada, solo sentía preocupación. Me levante sin hacer ruido y fui hasta la habitación de Thomas, le mire, estaba dormido, muy tranquilo, cerré la puerta de su habitación con cuidado, camine hasta la cocina y abrí la nevera, vi una cerveza que estaba abierta, así que tome la botella. Algo estaba mal, en extremo mal. Tenia un mal presentimiento, que invadía mis pensamientos, sobre todo a la hora de pensar en Thomas, como si fuese a pasarle algo por mi culpa. Respire profundamente y me senté en la silla que estaba a un lado de la isla de la cocina, lleve mi mano hacia mi cabeza y suspire, mire la puerta de la habitación de Thomas por unos segundos, fue cuando sentí unos pasos, giro mi cabeza y es Horacio saliendo de nuestro dormitorio, se dirige hacia mi.

H: ¿Qué pasa cariño? ¿Por qué despertaste a esta hora?- Eran las 4 de la mañana de por si preocupante. Se dio cuenta que miraba la habitación de Thomas

V: No pasa nada, solo necesitaba tomar algo fresco,- Hace referencia a la cerveza que tenía en mano.

Horacio lo abraza, parecía que por unos simples segundos ese abrazo fue una mezcla de esperanza y liberación para los dos.

H: También te preocupa Thomas, ¿no?- Se separa del abrazo pero deja sus antebrazos rodeando el cuello de Volkov. 

V: También lo escuchaste. Quiere ser policía...-Da una pequeña mueca de sonrisa ladeada pero con angustia,- me da alegría en cierta parte pero el miedo es punzante.- Mira los ojos de Horacio los cuales le decían que tenia exactamente el mismo miedo. 

H: Esta creciendo, no vamos a decidir por él su lugar en el mundo, solo podemos ayudarlo a guiarse y protegerlo, no sabes las ganas que tengo de dejar atrás la policía y dedicar mi tiempo a a nosotros, como familia...-Dice un tanto apenado. Volkov le abraza y en un segundo le da un beso.

V: Amor... tengo ganas...- No termina la oración pero sigue con los besos...

Tome a Horacio como koala y lo lleve hasta a la habitación, al entrar deja a Horacio en la cama y se devuelve para cerrar la puerta con pestillo, se acerca a Horacio y este le mira preocupado.

H: ¿Qué haces?-

V: Vamos a liberar tensiones.- Camino hasta la cama sacándome la camiseta en el camino, y viéndole deseoso.

H: Thomas esta en su habitación, nos puede escuchar.- Dice intentado resistir las ganas.

V: Si no quieres que nos escuche, no gimas.- Teniendo a Horacio en frente Le saco su camiseta y la lanzo al piso.

Le mire y me acerque a besarle, mordiendo su labio pasando mis manos por su cuerpo, lleve su cuerpo hacía atrás, dejándole acostado. Le mire y sus brillantes ojos, me volvían a seducir, igual que aquella vez en la habitación del hospital. Me levante y fui al mueble que estaba delante de la cama, y abriendo el cajón de abajo saque dos esposas, le mire y vi como Horacio tragaba saliva, así que me subí encima de él, y sin consultar tome su mano Izquierda y lo espose a la cama, tome la mano derecha he hice lo mismo.

Teniéndole sujeto me acerque a su oído y suspire, sentí como se le erizaba la piel, así que con mi lengua comencé a hacer un camino por su abdomen, hasta llegar a su boxer en donde me acomode y comencé a moverme de arriba a abajo. Pase mis manos por su cintura y comencé a jugar con su cabello, fue cuando sentí como la tentación estaba siendo muy superior a mis sentidos, le abrí las piernas y comencé a acariciar su zona genital mientras llevaba mi boca a la suya, Horacio se resistía ha respirar fuerte o en este caso gemir, pues en mitad de una celebración nadie quiere interrupciones. 

Le baje sus boxers despacio y cuando al fin estaban fuera comencé con mi mano a subir y bajar, Horacio tiraba su cabeza hacía atrás, cerrando sus ojos y haciendo presión con sus labios, verlo así tan indefenso, desnudo y excitado solo me daba más ganas de tirar con él.

Me estire hasta el cajón haciendo lo mismo que la ultima vez, saque un condón y me lo coloque, mire a Horacio que parecía querer, pues esto ya lo habíamos hecho antes, no había nada nuevo, con el lubricante comencé a pasarlo por ahí con ayuda de mis dedos, y Horacio cada vez se resistía más a gemir, tanto que abría su boca y la cerraba rápidamente mordiéndose los labios, cosa que me prendía cada vez más. Con mi miembro en mano comencé a pasarlo por su área rodeando hasta que lo metí, despacio y suave, fue cuando Horacio soltó un pequeño gemido y yo solo me sonreí, comencé a moverme adentro y afuera, cada vez aumentando más la intensidad, me acerque a él y le bese pasando mi lengua por sus labios, dejando un hilo de saliva entre su lengua y la mía, pase por su cuello mientras subía y bajaba me aleje de él y me coloque en una posición más cómoda para los dos y fue cuando empezó lo rápido Horacio abría su boca e intentaba mover sus manos, ya que comencé a hacerlo fuerte, pero las esposas lo hacían quedarse en la misma posición, con mi lengua la lleve hasta su cuello dejando más de un marca. 

Solo cuando teníamos sexo podía sentir que era 100% mío, ya que cuando lo hacíamos él esperaba a recibir y yo le daba las ordenes, tal y como a mi y él le gustaba. 

Fue así hasta que me vine, luego de eso, nos acostamos cucharita y no paso mucho hasta dormirnos, a Horacio aun después de hacerlo por segunda vez le palpitada su área, pero más de dos parecía abuso, viendo que vivimos con un niño pequeño. Tenemos cosas y casos que atender el día de hoy, así que dormir profundamente luego de esta ajetreada noche era lo más conveniente tanto para él como para mi. 

V: Buenas noches...- Dice al oído de Horacio, con un tono de voz muy sexy.

H: Muy buenas...- Cierra los ojos para dormir. 


Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora