CAPITULO 31

4.3K 190 246
                                    

POV. CALLE

— Hola Dani —

— Holiwi — los dos chicos que tenían palomitas de maíz por todo su cuerpo me saludaron animadamente —

— Hola, no creí verlos tan pronto — sonreí acercándome para dejarles un beso en sus mejillas —

Estaba segura que a la nana de Garzón no le gustará nada esto.

— sip, la Pochis nos contó la maravillosa noche que tuvieron. Diva — comentó haciéndome sonreír tímidamente —

— Hablando de ella, ¿En dónde está? —

— ¡Upa! ella quiere ir por más — se burló Jaramillo  —

— deja de ser tan fastidiosa, está arriba, Dani — asentí divertida por la ocurrencias de los dos amigos —

— ahora vuelvo — dije subiendo las escaleras —

***

— Yo también te extraño mucho pulga — Poché estaba en una llamada con su hermana. No noto mi presencia  en su habitación — ...Vale, apenas van quince días,  es cuestión de que te acostumbres... Sabes que ahora no puedo viajar, gorda... No estés triste, vas a ver qué pronto vas hacer amigos y te vas a sentir menos sola — sabía lo que Valen sentía, los primeros meses fuera de tu país, de tu casa, y lejos de tu familia. Son horribles — chao pulga, te amo — la peli azulada suspiró, corto la llamada

— ¿Cómo está vale? —  se volteo y sonrió en cuanto me vio —

— Ey, hola, creí que hoy no te vería más — Me saludo con un cariñoso beso en la comisura de mis labios — Se siente muy sola — hizo una expresión triste — Quisiera ir con ella pero ahora se me es imposible —

— Tranquila, se que ella te entiende, además es una chica muy independiente y se adapta rápido a las circunstancias — se me era insoportable ver a las dos hermanas Garzón mal —

— Tienes razón, ella estará bien — sonrió con calma —  ¿Te encontraste con Juana y Juan? —

— Si, dejaron un desastre de palomitas por toda la sala. Carmen no va ha estar muy feliz con eso, está mañana casi te cuelga por el tiradero de ropa que dejamos — Poché sonrió, asintió y me llevo con ella a la cama —

— sabía que habías escuchado la conversación —

— No te lo voy a negar — me senté en la cama y me decise de los tacones, era de gran ayuda que calzaramos lo mismo — se escuchaba furiosa —

— Que no te engañe, Carmencita es muy linda con nosotras, pero una cosa que la saca de sus casillas es el desorden — no perdió detalle de como terminaba de sacarme los tacones — ¿Acabas de salir de la empresa? ¿Cómo te fue? —

— ¿Tus amigos se van a quedar a dormir aquí? — ignore su pregunta. No es que me molestará su presencia ni más faltaba, es que solo quería estar con ella por lo que restaba de día —

—No creo, ignoralos,  ellos saben que se pueden ir, o quedar en algún apartamento del sexto piso, incluso hacer una fiesta. hoy solo quiero estar contigo. Además te compre  un regalo — sonreí, viendo cómo la linda arquitecta se ponía de pie y entraba a su closet y volvía a salir con dos bolsas gigantes — ¡Te compre ropa! — salto emocionada — hoy salí con los chicos y pues... — sonrió graciosamente —

— ¿Ah sí? Creí que te gustaba verme con tu ropa puesta — Jugueteé un poco con ella —

—No me mal entiendas, amo verte con mi ropa, pero no me puedes dejar sin ropa a mi, frutica — 

SOLO ES ODIO ¿NO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora