CAPITULO 18

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POV. POCHE

–Sebas, deja de molestar – lo reprendí cortando la llamada – seguramente ahora Calle se estará imaginando cosas que no son –

– Creí que la hija de German Calle no te agradaba – me miró extrañado – ¿ya son amigas? – asentí mirándolo con atención. Estaba muy guapo, más de lo que recordaba, pero su actitud no había cambiado nada. Lo había extrañado demasiado –

– ¿Por que eres tan lindo, pero tan estúpido? – pregunté seriamente – ¡¿es que acaso en la tierra no hay ni un hombre perfecto?! – me quejé mirando al cielo –

– tú también eres muy hermosa Garzón – use todo de mí para no sonrojarme, no funciono –

– también te dije estúpido – dije divertida tratando de ocultar mi sonrojo –

– ¡Oigan! ¡Ya el carro está listo! — gritó Valentina trayéndonos de nuevo al mundo real –

Flash Back

Otra vez. Muchos sentimientos que creí olvidados, superados, y guardados, estaban de nuevo haciendo estragos en mí

–No puedo – susurré con voz débil y cortada separándome de sus labios, pero aferrándome más a él – ya no pue... – su boca calló mis palabras. Mis ojos empezaban a picar – Sebas – lo llamé para que se detuviera. Se detuvo con notable pesar, sus ojos me miraron con tristeza – lo siento sebas, pero me da miedo de que vuelvas a ... – negó repetidas veces –

– no va a pasar lo mismo — aseguró, lo miré enternecida mordiéndome el labio pensando bien en las palabras que diría. No tenía idea de que es lo que quería o sentía, pero no me sentía del todo bien, mi pecho dolía, mi corazón me gritaba que me alejara, que lo soltara. Sabía que lo quería, demasiado, pero hay peros y yo no estaba dispuesta a no estar del todo segura y convencida de entregar todo de mi a él, ya no –

–No puedes venir de la nada y decir eso, ¡no puedes besarme como si mi boca te perteneciera! – lo empujé con rencor – Sebastián, me rompiste, y ¡te valió madres desaparecer por más de un puto año! ¡un año rota! nada me sanaba – Un empujón más – No puedes aparecer y querer que todo vuelva hacer como antes, no puedes prometer cosas que antes rompiste y no puedes venir a colocar mi mundo al revés cuando todo estaba en calma – con cada palabra que salía de mi boca mi tono de voz se entrecortaba al punto de casi susurrar de lo difícil que se me estaba haciendo hablar – ¿Por qué siempre me haces esto? ¿Por qué volviste? ¿Por qué me besaste? No tenías que hacerlo, yo te lo pedí, pero... ¿por qué no me volviste a besar? ¿Por qué no me has callado con ... –

sin dejarme terminar dejo un pequeño pico en mis labios, no fue suficiente, quería más, eso no me bastaba para saciar más de un año extrañándolo, nada lo haría

–Cállate – susurró – Cállate – repitió en el mismo tono sintiendo cómo chocaba su aliento en mis labios, instintivamente cerré mis ojos – te sanare, te pegaré con el mejor pegante y el único que conozco, me hare responsable de mis actos, te colocare el mundo de cabeza con tal de que yo esté en el – «que me bese ya»

–Sebas yo – me interrumpió —

– Déjame – fue una súplica que me hizo doler el corazón – déjame quererte, enamorarte otra vez, por favor – lo dudé, pero acepté –

– Solo te pido que, si te quieres volver a ir, despídete antes, que respetes mis tiempos, mis decisiones y sobretodo mis sentimientos – asintió con una sonrisa ilusionada – ahora, por favor bésame –

Un carraspeo de garganta nos hizo separar justo cuando ya sentía sus labios rosar con los míos. Suspire frustrada

– Uh, amm ¿lo siento? – la voz rasposa y dubitativa de Valentina me hizo girar a su dirección – es que me duele la garganta – explicó, entrecerré mis ojos – Pueden seguir en lo que estaban, si quieren – negué y me alejé del peli negro ocultando el pesar con el que lo hacía – Hola Sebas – Saludo, mirándome insinuante – parece como si no hubiera pasado el tiempo ¿no? – La mire suplicando que se callara. Me senté de nuevo a su lado –

SOLO ES ODIO ¿NO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora