Obsessio-onis⁺¹⁸ || J.J.K || • || ____ ||

第23章 Parte 2.

JungKook.

Acercó su mano hacia mis nudillos, llenos de sangre, cortados e irritados, para tocarlos con delicadeza.

— Lo siento, no tenías porqué haberlo hecho. Te tiene que doler mucho —dijo mientras seguía repartiendo caricias en mis nudillos.

— No lo sientas, porque yo no siento nada. Estoy bien, ____.

Y así era, no me arrepentía de haberme encarado con los ladrones, para mi eso no había sido nada.

Por mucho que me costase admitirlo no me hubiese importado si me hubiese pasado algo, todo porque a ella no la tocasen.

No sé muy bien qué era este sentimiento que llevaba arrastrando estas semanas, pero al haber vivido la situación por la que hemos pasado no sé el qué ha hecho que mi forma de ver las cosas haya cambiado.

Siento que si hubiese seguido con ____ esto no habría pasado o quién sabe, el caso ahora es que no debería de pensar estas cosas y que realmente tengo que olvidarme de ella porque lo único que le hago es daño, da igual como ocurra que siempre acaba siendo igual, por eso me tengo que alejar de ella...cosa que me parece imposible.

Tendré que intentar dejar de seguirla a escondidas para cerciorarme de que está bien en cada momento, dejar de mirar por la ventana para ver que ha llegado bien a casa, o dejar de conectarme a Skype para ver si está en línea, tengo que parar.

____ asintió levemente con la cabeza dando a entender que no haría más preguntas sobre mi, pero rápidamente se dispuso a decir algo, sin embargo la puerta se abrió mostrando a una Sun Hee que soltaba un pequeño grito irritante.

— ¡Cariño! —gritó esta mientras corría hacia mi posición y me plantaba un beso en la boca.

Joder, ahora no.

No podía cerrar mis ojos, necesitaba ver la expresión de ____, alguna mueca o algo que me mostrara que de verdad estaba disgustada con lo que veía, necesitaba una pequeña pista de que todavía sentía  algo por mi.

Sun Hee al separarse y ver que yo no la estaba mirando a ella se dio la vuelta para mirar a ____ y hablo:

— Ya te puedes ir, eh, que ya estoy yo con él.

La pelinegra al escucharle decir eso a Sun Hee puso una cara de asco y de desprecio para luego irse, pero no sin antes darme una pequeña mirada, o sea, que le había molestado que me hubiera besado con ella. Eso podría significar dos cosas, o que yo también le causaba asco por lo que le había hecho o que una pequeña parte de ella seguía queriendo estar conmigo.

A los minutos después entró un médico para asegurarse de que todo estaba bien.

— Perdone, ¿cree que me podría ir a casa ya? La verdad es que me encuentro mejor.

— Bueno, teniendo en cuenta que te han metido una buena paliza yo recomendaría que te quedaras, al menos para descansar, tus heridas se tendrán que curar de forma natural ya que ninguna ha sido demasiado grave, así que si tú prefieres ir a casa a descansar te puedo dar el alta. Pero sólo a descansar —recalcó.

— Sí, señor. Prefiero descansar en casa —contesté.

— Entonces está bien, le daré una pequeña nota para que vaya a la farmacia a por ibuprofeno y después ya se podrá ir a casa con tranquilidad, cuando esté preparado pase por recepción para que le pueda dar eso.

Asentí levemente y después este salió de la habitación.

— Vamos a ir a mi casa, ¿no? —cuestionó Sun Hee.

— Prefiero ir a mi casa.

— Pero si vamos a la mía estarás mejor, yo te cuidaré —afirmó—. Oh, bueno, aunque vayamos a tu casa también iré contigo que seguro que necesitas ayuda.