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A LA MAÑANA SIGUIENTE, Remus se despertó con un tremendo dolor de espalda después de que Sirius se le cayera encima y Peter se despertó por el estruendo. Los tres amigos miraron a Abby y a James, Sirius sonrió, cogió una cámara mágica, y les hizo una foto, aguantando una carcajada.

Cuando la foto salió se podía apreciar la respiración de ambos, y como inconscientemente James acercó a Abby a su cuerpo, dormido.

Remus pensaba enviarle una copia de esa foto a Piper. — Jabby es real. — El licántropo sonrió y les miró mientras lo decía.

Después de un rato, James finalmente despertó, los cuatro amigos decidieron dejar a Abby dormir mientras ellos iban a desayunar, pues normalmente la pelirroja tenía grandes ojeras y preferían que descansara aunque fueran diez minutos más.

— ¿Cómo lo haremos en luna llena con Abby? — Habló Sirius.

Los chicos se miraron entre ellos, — La cansaremos durante el día, para que por la noche tenga mucho sueño, se irá a dormir pronto, y cuando lo haga, nos escaparemos al bosque, volveremos por la mañana, Remus se tomará las medicinas que nos dio amadas Pomfrey para el verano y descansará en nuestra habitación mientras nosotros vamos con total normalidad a desayunar, le diremos a Abby que aún no se despertó y listo. — Habló James.

— No es mal plan. — Dijo Remus. — Aunque si lo preferís puedo ir solo al bosque, así no tendréis que hacer tanto por mi, no es necesario.

— Remus, eres nuestro mejor amigo, no te vamos a dejar solo por nada. — Sirius habló.

— Gracias chicos. — Susurró Remus y los chicos le abrazaron.

[(...)]

Los días pasaron y llegó el día de la luna llena, como habían planeado esa semana los merodeadores, estuvieron todo el día haciendo cosas con Abby, salieron a correr por el bosque, jugaron a juegos muggles y cubrieron el mal humor de Remus con chistes malos.

El plan iba a la perfección pues cuando Abby terminó de cenar recogió sus platos, aunque la señora Potter se negó a ello, anunció que se iba a dormir y subió a su habitación.

— Bien, cogeré la mochila y mientras vosotros podéis ir yendo al bosque, nos encontramos donde siempre. — Dice James. — Quizás tarde, os cubriré con mis padres hasta que se duerman. — Los chicos asintieron y comenzaron con el plan.

Peter, Sirius y Remus se marcharon al bosque, saliendo por la ventana de la habitación de James, mientras que James se quedaba en casa, cuando se aseguró que sus padres dormían cogió la mochila y se dirigió a su habitación, para su mala suerte al intentar salir por la ventana tiró algunas cosas al suelo, sus padres no se despertaron, pero cierta pelirroja, la cual miraba por la ventana, no puedo pasar desapercibido ese sonido.

Se dirigió a la habitación de los chicos, y puedo ver cómo una figura salía por la ventana, Abby frunció el ceño al ver que no había nadie allí y, con dolor de cabeza y voces susurrándola se dirigió hacia el bosque, las lunas llenas tampoco eran muy bienvenidas por Abby.

— ¿Cuánto queda para que se transforme? — Abby escuchó la voz de James, eso le hizo pararse en seco.

— Solo un par de minutos. — La voz de Sirius se hizo presente, Abby miró en su dirección y vio como Sirius y Peter se convertían en... un perro y una rata.

James miró hacia la dirección de Abby por instinto, sus miradas se cruzaron, pero Antea de que James pudiera reaccionar, Remus se había transformado.

James y Abby fueron rápidos, James se convirtió en un ciervo.

Un ciervo.

Y Abby en una gata negra.

Una gata negra.

Era una sorpresa para ambos, eso seguro, pero no pudieron decir mucho pues Remus empezó a moverse y los, ahora cuatro, animales siguieron al licántropo.

Esa noche ninguno de los cinco durmió, los chicos y Abby estuvieron jugando con Remus.

ESTÚPIDA MALDICIÓN -JAMES POTTER Y TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora