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Dejamos a mi amá en su casa y nos fuimos a la de nosotros, por el Chiquete pasaría el Gordo para llevarlo a su casa ya que tanto Arabia como yo estábamos cansadísimos.
Al llegar vimos los coches de todos estacionados afuera, estaba el Mustang del Hurtado, el Porsche de Vicoli, la ranger del Gordo y el Jeep de Kevin. El Chiquete agarró las maletas y yo el bebé para subir las escaleras.

-¿Quedaron cosas en la camioneta? -preguntó Kevin, fue el primero que se apareció.
-No, ya bajamos todo -le respondí. -¿donde están los plebes?
-En la cocina, ¿dejaste el asiento en el coche? -
-Pues si, aquí ya tenemos más cunas donde ponerlo y ese va a ser su asiento del carro -
-Bueno, dámelo -me lo pidió y yo le di a Marquito.

Todos los plebes salieron a saludar a Arabia quien se alegró mucho de verlos, aunque técnicamente no se había ido por más de cuatro días.

-¿Donde está el plebe? -preguntó el Chino.
-Aquí -respondió el Kevin.
-A la vrg -dijo el Gordo. -está bien bonito.
-¿Que pensabas, cabrón, que estaría feo o que? -le dije riendo.
-No, pero es que se parece a Arabia por eso está bonito -
-Chinga tú madre Gordo, me estás diciendo feo loco -
-Es broma patrón, felicidades -
-Les tenemos cena de felicidades y bienvenida al plebillo -dijo Vicoli. -pizza casera, la pura cajeta.
-Bendito mi Dios -dijo Chiquete. -traigo un vrgal de hambre.
-Voy a dejar al bebé a su cuarto -
-No, no, tráelo todos lo quieren conocer -

En la cocina estaban Alex y su novia, Arabia estaba para del otro de la habitación tomando agua.

-Un pendejo se quiso ligar a la Ary en Guadalajara -
-¿Como? -dijo Kevin sorprendido.
-Si loco, me querían chambear la mujer -
-Mentiroso -dijo ella riéndose. -se me quedó viendo un muchacho y Marco le dijo cosas.
-¿Que no vio al bebé o que? -preguntó Vicoli.
-No lo bajamos del coche, estaba dormido -
-Ese loco se la pasa dormido -dije yo.
-Simón, se pasó dormido yo creo que cinco de seis horas que duró el viaje a la vrg -dijo Chiquete.
-Pues es lo que hacen los bebés de dos días de nacido -dijo Arabia.
-Ergaaa, pues si tienes razón -
-Mañana deberíamos hacer unas alitas con los plebes para celebrar que ya nació Marquito -dijo Vicoli.
-Yo jalo -dijo Kevin. -podemos hacerlas en el lavado.
-Si, de gollete hasta un puñete -dijo Chiquete.
-Yo aquí lo que diga la mujer -dije viendo a Arabia.
-Por mi está bien -dijo viéndome con una sonrisa.
-Entonces si vamos, inviten a sus mujeres -

Marquito se durmió por primera vez a las doce de la media noche, a eso de las cuatro sentí como Arabia se levantó y no regresó a la cama. A las siete de la mañana me levanté para buscarla, estaba acostada en la cuna con Marquito.

-Ergaaa, corazón -la desperté. -vente a la cama.
-Marquito no quería dormirse de nuevo -
-Tráelo a la habitación con nosotros -
-Cuando despierte me lo llevo, ¿que hora es? -preguntó volteando conmigo.
-Pasa de las siete -respondí.
-Déjame dormir un ratito más aquí, ahora me levanto -dijo ella y se volvió a acomodar en la cuna.

Yo me regrese al cuarto y me volví a dormir, me desperté cuando escuché como Marquito lloraba. Me levanté y caminé a su cuarto, Arabia estaba intentando calmarlo dándole un biberón.

-Déjame hacerlo a mi, tú vete a dormir -le dije.
-No, mejor nos hago algo para desayunar -me respondió. -solo me arreglo un poco.

Me lleve al enano a nuestro cuarto, me senté en la cama para terminar de darle el biberón, luego de que lo hice repetir como me enseñó mi mamá lo acosté en la cama y antes de acostarme yo rodeé al enano con almohadas, no sabía por qué si los bebés no se movían para nada.

-Marco -escuche como me hablaron desde abajo. -te está buscando Carlitos y Chiquete.
-Voy -dije tallándome los ojos.

Volteé a ver a Marquito y el loco seguía dormido, baje los escalones y ahí estaba el Gordo y el Chiquete comiendo machaca.

-A la vrg, llegaron a la mera hora sabandijas -dije riéndome.
-Venimos por ti, loco -
-¿Para que? -
-Vamos a grabar un video para el canal del Gordo -dijo Chiquete. -a rutear un rato en las mortalikas.
-¿Y la comida? -
-De ahí nos vamos a la comida -
-Ve Marco -se metió Arabia. -tienes veinticuatro años no quiero que te pierdas momentos en tu vida porque tuvimos un bebé demasiado pronto.
-¿Por que estás tan obsesionada con eso? -
-No sé, no quiero que te pierdas nada -
-¿Que me pierda que? -
-Viajes, experiencias, no sé -los dos ya estábamos comenzando a levantar la voz y eso ponía a los plebes incómodos.
-¿Y tú que? ¿Tu no te vas a perder experiencias? -
-Marco yo no disfrutaba de nada hasta que llegaste tu, tener al bebé contigo es un sueño y no quiero otra experiencia más que esa -
-Pues es igual conmigo, yo hacía muchas cosas pero ya acabé mi etapa esa, quiero vivir esto contigo -
-Marco -
-Arabia -
-Vrg, ya bésense -dijo el Gordo. -ustedes quieren lo mismo pero no hablan, locos, la comunicación se la pasan por los huevos y no, así no es la cosa.
-El Gordo tiene razón, preciosa -la abracé y la besé. -queremos lo mismo pero si tenemos que hablar.
-Entonces sentémonos a hacerlo -
-Ergaaa, Ary tranquila -se rió el Gordo.
-Eres un pendejo Gordo -le dije. -vengan en una hora por mi, vayan por el Adrián y el Jason.

Los plebes se fueron y nos quedamos sólo Arabia, el bebé y yo.

-Bebé, dime que quieres que yo haga y lo hacemos -susurre.
-Yo quiero que disfrutes de tu vida, que cuando tengas cuarenta años no tengas ningún tipo de arrepentimiento sobre haber tenido un hijo a los veinticuatro -
-Tú quieres que yo vaya a las rutas, que salga con los plebes, que haga y deshaga pero lo que no te das cuenta es que no quiero hacerlo sin ti -tomé sus manos entre las mías y ella suspiró. -de verdad, mi amor, cuando te digo que lo que quiero es vivir esto contigo, con el Marquito.
-Perdon por ser tan tonta -se abrazó a mi cuello.
-No eres tonta, preciosa, eres una de las personas más inteligentes que conozco -besé su mejilla. -te amo, corazón.
-También te amo, mon couer -