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Arabia estaba terminando de arreglarse para irnos a la fiesta, era el cumpleaños de mi abuela por parte de mi mamá así que todos nos iríamos a Chinitos para la fiesta. Cuando vi lo que llevaría puesto me di cuenta que su pancita ya se notaba un poco.

-Nunca había visto que tu pancita se notara con ropa -
-Es porque no me ves cambiarme todos los días, no me queda nada de mi ropa -
-Ese vestido te queda al puro chingazo, puedes usarlo todos los días -
-Tienes razón, un vestido de tanto dinero no es nada más para una vez -
-¿Pues de que es? -
-Es Carolina -
-Erga, con razón siempre andas tan preciosa mi amor -
-Bueno, lo usaré todos los días -

Abrí la puerta del Challenger para que entrara, se le dificultó un poco por el largo del vestido, los tacones, lo chaparro del coche y la panza a la cual no estaba acostumbrada.

-Imagínate, tengo veinticinco semanas y ya no puedo moverme, imagínate a las treinta y ocho -dijo abrochando su cinturón.
-Estaré ahí para ayudarte, preciosa -le sonreí y besé su frente.

Conduje hasta Chinitos, cuando estuvimos frente a la casa de mi abuela pude ver a todos los vecinos saliendo a verme, no entendía porque de pronto todo lo que hiciera le afectaba tanto a la pinchi gente, sabía que técnicamente no querían verme a mi sino a Arabia y su panza.
Entramos a la casa y saludamos a los que estaban en la sala. La música estaba a todo lo que daba en el jardín de atrás así que sabíamos que todos estaban atrás.

-Felicidades señora -le dijo Arabia a mi abuela cuando la abrazó.
-Gracias mija -
-Espero poder estar para más cumpleaños suyos -
-Ya eres de la familia, mija, además que nos vas a dar un bisnieto -Yo me acerqué a abrazarla.
-Felicidades abuela, la quiero mucho -
-Yo también te quiero mijo, gracias por la buena noticia de su bebé -vimos como mi apá le hablo a Arabia y ella se disculpó para ir con él, mi abuela volteó a verme. -¿se van a casar?
-Ay abuela, no lo sé aún -me pase la mano por la cara. -¿por que todos quieren que me case a la vrg?
-Porque es lo que se debe hacer, además serías bien pendejo si no te casas con Arabia -
-¿Por que? -
-Porque ella no es de las que te encuentras todos los días -

Toda la fiesta estuve pensando en esas palabras y analizando a Arabia y su comportamiento con mi familia, que parecía que también era la suya porque a la vrg se divertía machín con todos. Mi apá la adoraba porque le seguía rollo con sus corridos y bailando, mi amá también la quería un montón porque se llevaban muy bien y sacaban buenas platicas, Kevin, Ana, Gail y Brianda ni se diga, solo la Mayve parecía seguir sin tragarla.

Me senté de nuevo al lado de Arabia y le pase su vaso con agua mineral.

-¿Como te lo estás pasando? -me preguntó ella.
-Bien -la abracé. -¿tu?
-También, me siento muy a gusto -
-Que bueno -
-Eh Marco, ¿puedes ir rápido a la tienda antes de que cierre a comprar aguas? Es que ya casi no hay -me pidió mi mamá y yo asentí, intento darme dinero pero no se lo acepté.
-¿Vamos? -le pregunté a Arabia.
-Si, vamos -

Decidimos irnos caminando, ya estaba bueno de ir en coche a todos lados. Arabia llevaba con una mano levantaba un poco su vestido para que no se ensuciara y la otra estaba entrelazada con la mía.

-¿Que tienes? -le pregunté.
-Nada, estaba pensando en mi mamá -Ella me miró. -No sabes como me duele que nunca vayas a poder conocerla.
-¿Y eso? -
-Es que te juro qué hay momentos en los que extrañarla se vuelve algo sofocante, todos los días me acuerdo de ella pero hay momento en los que me duele el pecho de extrañarla tanto -
-¿Eran muy unidas? -
-Mi mamá siempre me decía que cuando era pequeña no podía ni dejarme en el colegio sin que yo llorara, tenía un apego bárbaro, era una necesidad de elegirla a ella sobre todas las cosas, nunca podía quedarme en casas de amigas sin que me diera un ataque de mamitis -
-¿Y qué pasó después? -
-Yo creo que maduré, crecí o como quieras llamarle o porque quizá tener mamitis ya no es una opción -Arabia volteó al cielo, pude ver como bajo la luz de la lámpara de la calle brilló una lágrima en su mejilla. -pienso que la mamitis es una angustia que solo se siente cuando mamá está en un sitio a donde uno puede llegar, cuando verla es una opción.

Volteó a verme y pude ver su expresión de tristeza y dolor, además de sus lágrimas.

-Y pues bueno, por más que quiera no puedo ir a las nubes a buscar a mi mamá -
-Preciosa -la abracé y pude sentir como lloraba en mi hombro. -No tengo palabras para decirte, pero te puedo asegurar mi amor, que nunca más vas a estar sola, yo voy a acompañarte en todo momento.
-Me recordó a algo que me dijo tu mamá -se separó un poco para verme a la cara.
-¿Que te dijo? -
-Que yo estaba acostumbrada a hacer todo sola, por mi misma pues, y tú siempre habías tenido gente contigo -
-Pura vrg, nadie creía en mi a la vrg, excepto alguien, el único que siempre ha estado al tiranton conmigo y siempre ha jalado es Kevin -
-¿Kevin? -
-Kevin, cuando me salí de la escuela ni mis papás me hablaban a la vrg, me corrieron de la casa y tuve que rentar un pinche cuartillo y había días que neta a penas sacaba para comer, el Kevin siempre me hablaba o me buscaba, cuando lo necesite me dio dinero, yo sabía que si lo necesitaba ahí iba a estar -
-Pues aquí tienes a otra persona incondicional frente a ti, mon couer, siempre voy a estar para ti -me besó. -te amo.
-También te amo, bebé -

Volvimos a la fiesta y estaban Kevin y Ana abriendo la pista de baile, me sorprendía que el Chiquete aún no llegaba pues el iba a pasar por el Gordo, el Pityn y Jaimico.

-Que onda loco -me saludó el Adriansillo, no había pasado mucho tiempo con nosotros pues se había ido al otro lado un buen rato.
-Quiubo güey -lo salude. -¿te acuerdas de Arabia?
-Ah si, hola -la saludó de beso.
-Hola -respondió ella besando su mejilla. -¿como les fue?
-Pues bien, estuvo chilo porque fuimos muchas veces a Disney -
-¿Y eso, loco? Ya estás grande -
-Marco -me regañó Ary.
-Mentira, loco, ya me regañó la mujer -
-¿No vendrá Chiquete? -preguntó el pilotito.
-Se supone que si pero ya ves que llega tarde a todos lados -
-Nombre, se pasa de lanza -
-Arabia, ven acompáñame -le llamó mi mamá y se llevó a mi novia.

Como diez minutos después llegó pidiéndome sus zapatos de piso, que porque los tacones ya la tenían cansada así que me tocó ir a buscarlos al coche. Estaba viendo en el asiento del copiloto cuando timbró mi teléfono, era número de Nogales.

-¿Bueno? -del otro lado no se escuchaba nada, era solo una respiración -¿quien habla?
-Soy yo, bebé -Itzel.
-¿Por que sigues humillándote de esta forma? -le pregunté de forma despectiva.
-Marco, tú y yo sabemos que a la que de verdad quieres es a mi, el primer amor nunca se olvida -
-Itzel, dime al chile lo que quieres, así si es dinero a la vrg te doy lo que me pidas, en efectivo pero por favor deja de molestarme -
-¿Como que molestarte? Bebé tú me quieres a mi -
-No, deje de quererte hace mucho tiempo y ya me está cansando este jueguito pendejo, así que dime de una que quieres a la vrg -
-A ti -
-Nombre morra, te tocó bailar con la más fea porque yo ya no vuelvo contigo -le colgué.

Me quedé viendo mi teléfono unos segundos antes de volver a lo que estaba haciendo.
Regrese a la fiesta y Arabia ya no estaba sentada donde la había dejado, la busqué con la mirada pero no me aparecía así que me metí a la casa y estaba hablando con mi mamá.

-¿De que hablan? -pregunté.
-Ana y tu mamá ya están planeando el baby shower de Marquito, mon couer -me respondió Arabia.
-Cosas de mujeres entonces -