Capítulo 3. Invencible.

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Cuando Victor nota como mis dedos se entrelazan con los suyos, lanza una exclamación ahogada y yo quiero ponerme a llorar por ser tan estúpida. ¿Por qué le doy la mano? ¿Porque ese imbécil de Drew quiere matarme?

No hay razón para hacer tanta tontería.

Vuelvo a mirar hacía el ring y suelto la mano de Victor, aunque no de una forma disimulada.

-          Lo siento. –me disculpo frotándome el brazo con la mano que acaba de sujetar la suya. Tengo que hacer algo con esa mano que no sea agarrar la de Victor -¿Ese que lucha con Drew es bueno?

-          Bastante. –mi cambio de tema logra lo que me he propuesto, distraerlo –Aunque no sé si lo bastante.

-          ¿Qué quieres decir?

Victor me mira y hace una seña con la cabeza al ring, en el que está Drew sentado en un taburete, como si estuviera en su casa. El tipo gordo y bajito, su manager, está diciéndole algo pegado a su cara y Drew no para de asentir con la cabeza, sin abandonar la brillante sonrisa de superioridad. Parece como si le rodeara un halo de arrogancia que se puede ver incluso desde donde estoy sentada.

-          Drew es… imparable. –la voz de Victor suena incluso irritada –Nunca he visto a un luchador con su potencial.

-          ¿Y Marcus? –Marcus es buenísimo.

Me da una sonrisita culpable.

-          Ni Marcus podría con Drew Collins, Alex. Siento que sea así.

-          Eso es mentira. –defiendo a mi hermano –Estoy segura de que no es tan bueno.

-          Vamos a ver la pelea entonces.

Cuando ambos giramos la cabeza para ver la lucha, esta parece haber comenzado.

Todo el mundo está gritando de emoción y eso parece espolear a Drew, que hace gestos hacía la multitud. Resulta tan molesto… pero a la gente parece gustarle. Y gustarle mucho.

Casi todas las chicas, y algunos chicos, que me rodean no paran de gritar su nombre y él les guiña un ojo a algunas mientras se acerca a Craig lentamente, como si le gustara la expectación que está creando, como si esto fuera un jueguecito de niños. Ahora mismo estoy orgullosa de Marcus, él jamás ha tratado esto como si fuera una diversión.

Craig se aleja también lentamente de Drew y esto parece motivar a este aún más si es posible. Craig intenta darle un derechazo directo a la mandíbula pero Drew lo esquiva y le da un codazo en la nariz, provocando que un abundante chorro de sangre empiece a emanar de la nariz del pobre desgraciado que cae al suelo.

Drew se aleja entonces de él y se sienta en el taburete, con el brazo apoyado en las cuerdas, igual que si estuviera en el cine, aunque la diferencia fundamental es que hay un tío tirado en el suelo enfrente suya probablemente con la nariz rota.

Algunos abuchean la actitud de Drew pero la mayoría parecen muy emocionados de que este haya dejado KO  a su contrincante con un solo golpe y que este esté desangrándose en el suelo. Repugnante.

El que debe ser el árbitro, se acerca a Drew y le hace levantarse del taburete para declararle vencedor.

Miro a Victor con la boca abierta.

-          ¿Ha ganado? –no puedo creerlo -¿Ha ganado después de comportarse así y casi matarlo?

-          Te dije lo que iba a pasar, Alex.

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