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-Sunoo- repetía su nombre en cada momento, conducía muy rápidamente a su casa, tan rápido que casi choca  con una señal de paso.

Entró rápidamente a su casa sintiendo aquel aroma que tanto odiaba y no sentía hace ya casi 5 años, no podía sentir a Sunoo más que las feromonas de miedo y desesperación esparcidas por todo el interior de la casa.

Entró un poco más encontrándose con la escena que nunca habría querido ver, Sunoo estaba con ambas manos atadas en su espalda, su remera rota y su rostro tan apagado y lleno de lágrimas mientras aquella persona que odió por tanto tiempo estaba acariciando su cuerpo.

Hwang Hyunjin...

No liberó feromonas, ninguna, podía controlaras muy bien, pues Niki no era cualquier alfa, era uno dominante, sus guardias lo vieron pero por órdenes y amenaza de Hyunjin estaban de rodillas en el piso y las manos pegadas al suelo.

Si Niki soltaba una clase de feromonas en una cantidad necesaria, hasta los alfas podía declinar ante su voz de mando o morir por exceso de feromonas dominantes.

-Cariño, solo espérame un poco- susurró entrando a casa por la puerta trasera y a las habitaciones que daban vista hacia afuera, escogió la mas cercana al suelo, abriéndola silenciosamente para saltar 3 metros hacia el patio trasero.

Hyunjin se quedó atónito viendo a Niki parado a 3  metros y medio de él.

-Te dije que no te acerques a mi familia- sus ojos se volvieron dorados, sus puños estaban apretados a sus costados.

-Ya te lo había dicho antes- empezó a reír -puede que tu adorable hijo no tenga y un hermano hoy, pero rompí tu lazo con Sunoo, acabé ganando de todos modos- aunque estaba siendo sometido por las feromonas dominantes de Niki, su cínica sonrisa no desaparecía.

-Sunoo, ven aquí- cuando se aseguró que Hyunjin estaba inmóvil por sus feromonas dominantes, llamó a Sunoo a su lado.

Sunoo se levantó como pudo y corrió hacia su alfa, que ya no era su alfa, pero seguía siendo su destinado.

-Lo siento... no debí salir hoy... tenía un mal presentimiento y aún así me alejé de tu lado.- sostuvo a su omega en sus brazos mientras desataba sus manos y se sacaba la chaqueta para dárselo a Sunoo.

-Niki...- no podía decir más palabras, le alegraba mucho ver a su alfa, desde hace tanto tiempo, Niki se volvió su protector.

-Atrápenlo y llévenlo a la policía- ordenó a sus guardias quienes al instante hicieron caso. -Cariño, te va a doler y lo siento... pero ya no puedo estar separado a ti, siento que voy a morir.

Sunoo sabía a lo que se refería, sí, iba a doler, pero él igual necesitaba estar unido a Niki otra vez.

Hizo su cabeza a un lado dándole acceso a la glándula dónde la marca se hacía paso. Niki clavó sus colmillos en aquel lugar ofrecido por Sunoo, creando nuevamente una marca permanente, pues el lobo de Sunoo lo reconoció de inmediato.

-Abrázame...- el omega estaba muy débil y frágil, tan solo quería estar en los brazos de su alfa.

-Todo está bien ahora- lo tomó en sus brazos elevándolo del suelo -no me voy a ir a ningún lado, Amor.

El sentimiento de felicidad y confort se sembró en ambos corazones, pero no pensaron que este duraría tan poco.

El teléfono de Niki empezó a sonar, era su madre.

-¿Mamá?

-Niki, ¿Tú o Sunoo conocen a una tal Yeji?

-Es... la hermana de Sunoo ¿Porqué preguntas, Mamá?

-Hace dos días que no deja de venir a casa exigiendo ver a Sunoo y a su sobrino.

-¿Ya llamaron a la policía?

-Si.. pero eso no la detiene, atentó contra nosotros, por favor, Niki, tienes que hacer algo, o Sunoo.

-Yeji....- aquella chica que fue tan cercana a Sunoo en su infancia y adolescencia por ser su hermana... cuando le dijo que tenía pareja... simplemente le dio la espalda  para cortar toda relación con él.

Ahora que se divulgó el rostro de Sunoo y que estaba casado con un famoso ¿Volvía a rastras? no, Sunoo ya no quería verla más, sí, le deseaba felicidad, pero no quería verla otra vez. 

¿Porqué algo siempre tiene que pasar?












Cami~

I Want a Baby!- Sunki♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora