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¡Esto es fascinante! — un peligris gritó extasiado mientras hundía en su piel una guadaña.

¡Corran! ¡Salven a mi sobrina! — un pelirrojo le gritó a su hermano y cuñada.

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Desperté agitada, odiaba tener esos recuerdos mientras dormía, me atormentaban, mire a la ventana y al ver al sol apenas salir suspiré, aún era muy temprano.

Me levanté y fui directo a la habitación de alado, al ver a mi primo dormir plácidamente y sin preocupaciones sonreí, como quisiera ser como él, pero es imposible, camine a la cocina dispuesta a hacer el desayuno pero no había nada.

— No puede ser que no tenga ni siquiera huevos — susurré al mirar el interior del refrigerador, me acerque a las alacenas y suspire rendida — Ramen — es lo único que había, tendremos que comer eso, no me quejo, el ramen es delicioso y exquisito pero no es del todo saludable, tendré que salir a comprar hoy en la tarde.

Agarré la tetera y verti un poco de agua para poder hacer el ramen instantáneo que había.

Mientras el agua se calentaba yo me senté en una de las sillas que había, hace un par de semanas había llegado a la aldea, los hombres que me rescataron habían encontrado los cuerpos de mis padres y de mi tío, aún me duele el saber que el Hokage los había hecho cenizas, según con la excusa de que si el cuerpo caía en manos equivocadas sería un gran peligro, aunque claro, pidió mi aprobación, estuve en el hospital por unos días y los únicos que me iban a ver eran el Hokage, Kakashi-san y mi primo, el Hokage había relacionado al niño como mi único familiar, pues mi madre se había ido de la aldea al no encontrar un hogar en ella cuando era joven, afuera encontró a mi padre y se enamoró, hicieron su familia y jamás volvieron, aunque mi madre mandaba cartas y hacía algunas misiones de Konoha.

La hermana de mi madre si pudo encontrar ese hogar aquí pero falleció hace 8 años en el ataque del Kyubi, o eso fue lo que me contó el Hokage.

El ruido de la tetera me saco de mis pensamientos y fui a apagarle, vertí el agua en los dos botes de ramen y salí de la cocina a despertar a mi primo, quería llegar temprano a la academia, ser la niña nueva es algo que me causa nervios.

— ¡Ramen! — un rayo amarillo paso frente a mis ojos cuando abrí la puerta de la habitación — ¡Gracias por el ramen Aki-chan! — Oh no, lo conocía lo suficiente como para saber que se iba a comer el mío.

— ¡Uno es mío! — grité y corrí a la cocina, él ya estaba por agarrar mi ramen pero patee la silla en la que estaba sentado y está cayó, y él con la silla.

— ¡Aki-chan! — se quejó.

— Dije, uno es mío — le dije con una mirada sombría, él tragó duro y asintió. — perfecto — sonreí y agarré mi ramen y los palillos.

****

— ¡Quería llegar temprano! — grité enojada mientras corría por las calles siguiendo a mi primo, al parecer llegar temprano a la academia no era parte de él, y ahora ambos corríamos huyendo de los ANBU.

— ¡Es mejor ésto! — gritó mientras reía y yo no pude evitar hacer lo mismo, habíamos hecho una broma en la central de los ANBU.

— ¿Que hay ahí? — le pregunté mientras señalaba un camino.

— El camino a la academia, perfecto, vamos — me jaló del brazo y empezamos a correr, miré el sol y por su posición podía decir que eran como las 9, una hora tarde, genial.

— Espero y tengas preparada la excusa — le dije mientras agarraba aire en la entrada de la academia.

— ¿Con quién crees que hablas? Es obvio que si — tenía mis dudas.

Ambos empezamos a caminar por la academia hasta que llegamos a la puerta de una aula, el suspiro y escuche ruidos dentro del aula.

— Y aquí es donde estudiaremos — dijo mi primo viéndome cuando se abrió la puerta — Oh, Iruka-sensei, perdón por la demora — dijo mientras saludaba al hombre de tez morena, este se notaba enojado pero cuando me miró se calmo.

— ¿Enseñando el lugar a la nueva? — preguntó y mi primo asintió — se las pasaré, pero mañana no quiero un retraso, y espero y que no le enseñes como meterse en problemas — tarde, muy tarde mi querido maestro, él ya me enseñó como escabullirme de los ANBU y el como entrar a su cuartel.

— Claro que no sensei, jamás haría eso — los dedos cruzados atrás de su espalda me dicen otra cosa.

— Ajá — soltó con sarcasmo el profesor — entra al salón, tu vendrás conmigo — me dijo, asentí y mi primo entro corriendo al aula — mi nombre es Umino Iruka, seré tu maestro por unos años, cuando entres, te presentarás diciendo tu nombre, y uno de tus gustos — me dijo.

— Entendido — el pasó su mano a mi hombro y entramos al aula, busqué a mi primo y este estaba sentado a un lado de una pelirrosa, la cual estaba sentada a un lado de un pelinegro que parecía estar enojado y odiando su vida.

— Chicos, hoy tendremos una compañera nueva — hablo pero nadie le hizo caso — niños — volvió a hablar pero todos estaban metidos en sus asuntos, mire a cada uno de los alumnos y algunos me llamaron la atención, los únicos que prestaban atención a Iruka-sensei era una chica de cabellos azabache y ojos perlas, otro era un chico con gafas negras.

— Nadie le hace caso — murmuré sin vergüenza y con diversión.

— ¡Guarden silencio! — gritó el maestro con enojo y mostrando una gran cabeza, ante su grito todos se calmaron.

— ¿Quien es ella Iruka-sensei? — preguntó una pelirrosa, yo sonreí con un poco de altanería. — nunca vi a alguien con un cabello tan rojo — gruñí ante eso, pues lo había dicho con superioridad, como si su cabello fuera muy normal, ¿quien tiene el cabello rosa?, de todos modos el mío es mas hermoso.

— Una nueva compañera, ¿Puedes presentarte? — me dijo, yo asentí y mire a todos, un chico de cabellos negros y peinado en coleta me llamó mi atención, es lindo, aunque parece que no quiere estar aquí.

— Me llamo Uzumaki Aki — dije con una sonrisa enorme, aunque no hubiera razón para sonreír lo haría, así como mi primo — y me gusta... — nada, antes me gustaban muchas cosas, estar con mi familia, la cual ahora no está, pasear por mi hogar, el cual ahora no es mi hogar.

"— ¡Al fin tengo una familia! " sonó en mi cabeza, mi primo lo dijo cuando lo conocí y el Hokage le dijo que era mi primo, sonreí, me gustaba estar con él.

— Me gusta estar con mi primo ¡Uzumaki Naruto!

— ¡El próximo Hokage dattebayo! — terminó por mí, ambos nos miramos y empezamos a reír, lo conocía desde hace poco pero teníamos una hermosa conexión.

— ¿La conoces? — le preguntó la pelirrosa a mi primo, yo golpee mi frente con mi palma al escuchar aquello.

— Acaba de decir que Naruto es su primo — contestó una rubia bonita, yo la señalé con mis brazos dándole la razón.

— Bien, ya que te presentaste te sentaras entre Shikamaru y Chouji — me dijo el sensei, yo asentí sin saber quiénes eran — levanten la mano Shikamaru y Chouji — ordenó, el chico con peinado en coleta que había llamado mi atención levantó la mano con ¿Pereza? Y a su lado un chico de huesos grande la levantó un poco más alegre.

— Que mal, no estaré con Naruto — me lamenté, camine a la banca y me senté entre los dos chicos, le sonreí a ambos y solo el chico gordito me respondió la sonrisa.

— Akimichi Chouji, él es Nara Shikamaru — se presentó, yo asentí.

— Que fastidio...— murmuró él chico a mi lado, lo miré y me pareció muy lindo, genial, primer día y ya tenía un crush.

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Mi problemática » [Nara Shikamaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora