En algun lugar... | Kayn x Sona | Odisea

°Capítulo 5°

Kayn se miraba al espejo pensando en cómo le diría; había consultado con los autómatas si una noticia de gran magnitud podría ser perjudicial para ella, ellos decían que su cuerpo estaba sanando bien pero que veían difícil sacar su mente de donde estuviera, así que seguro podría hacerle bien.

¿El futuro emperador está nervioso, acaso?

Kayn suspiró

—Tuve otro sueño Rhaast... Jamás he ido a una boda, sería raro que la primera fuera la mía

¿Te pone nervioso la chica?

—En el castillo de Jarvan yo me enteraba de todo, incluidos los dramas. Se que esta clase de cosas destruyen parejas y personas

Hablas como si te importara lo que le pase a la chica luego de que sirva al propósito. Tú continua, que al momento en que tengamos lo que es nuestro, podemos matarla

—Te diré, que la voz de ora suena incluso más nervioso que yo— dijo él antes de tomar la guadaña y salir del camarote

[...]

—Sona, ¿Puedes escucharme?— dijo Kayn en cuanto le dieron el acceso a la sala médica

Fuerte y claro, ¿Tú me escuchas?

— Claro

Kayn... ¿Estás solo?... Hay algo más cerca...

Aun en coma, Sona seguía siendo algo susceptible a las energías que había a su alrededor, especialmente en ese momento que sentía como si algo estuviera corrompiendo el ora que recorría a Kayn. Rhaast era esa energía maligna que su simple presencia para ella era como si le trituraran los intestinos con una licuadora. Para Kayn era raro

—Creí que ustedes dos deberían de conocerse— dijo el peli azul — La voz de ora y una templaria, los suponía casi como amigos

No se de que me estas hablando. Y si tu intención es la de insistir en el portal, esa energía me lo impediría

Ahora resulta que la niña te pondrá sus condiciones

—Rhaast, no es cortés hablar de esa manera a una dama— dijo Kayn

Como recurso para que hablara, Kayn se levantó y encerró a Rhaast en uno de los armarios en donde se guardaban las herramientas con las que se les daba mantenimiento a los autómatas.

—¿Mejor?— preguntó

Mucho mejor, gracias... Estas siendo muy amable conmigo

—Lo he hecho porque hay algo que tengo que hablar contigo, y no es del portal

Bien, te escucho

Kayn tomó una respiración profunda, poniendo en su mente las palabras que frente al espejo había planificado.

—Jarvan ha emitido un decreto. El imperio quiere formalizar la paz con los templarios

Buena suerte encontrando a Karma para hablarlo

—Lo ha hecho... La cuestión es que...

Kayn, ¿A que se llegó?

—Jarvan tomó el que sigas viva por mi influencia como un primer paso, pero quiere que tú y yo... Nos casemos para formalizar esa paz

¿Y qué dice Karma al respecto?

—Dice que no sonaba convencida, pero que aceptó

La templaria desde el interior de su mente se quedó en silencio. ¿Sería esa su oportunidad? Poco había podido hacer para cumplir aquello para lo que había tenido que pedirle permiso al capitán Yasuo, esto se ponía ante ella como en charola.

Bien.. De ser solo Jarvan dudaría, pero ya que Karma está involucrada... Acepto, Kayn.

—¿Qué?

Tu rara propuesta de matrimonio. La acepto.

[...]

Esa chica tiene más control sobre sí misma del que pensaba

De regreso en el cuarto de Kayn, aquello había caído como una bomba, destruyendo cualquier plan que se pudiera hacer después

—Créeme, soy el último que quisiera casarse con la templaria... ¿Cuál es tu plan ahora, gran voz?

Siempre tenemos la opción de poner un cuchillo en su cuello al momento en que despierte y que así nos diga lo que queremos

—No soltó ni una sola palabra ni siquiera con un arma en la cabeza, menos lo haría con un cuchillo— mencionó recordando la primera vez que recordaba haberla visto, en aquella cueva en Jonan

Bien, seguiremos con un método sin sangre. Haremos que ella se enamore de ti verdaderamente; en ningún sitio de las leyes templarias dice que lo tengan prohibido

—¿Y eso de que servirá?

Desde siempre los matrimonios han sido como una alianza. Enamorada, nos dirá lo que queremos

—Agh... Será casi poético asesinarla después. Obligada a casarse decide terminar con todo... Hacerla de viudo dolido será la mejor actuación de mi vida

Dicen que los showman jamás cambian

Silenciosamente Kayn utilizó su interfaz para mandar un pedido en específico al taller de armas que había en la nave, esperando solamente que la voz del ora tuviera razón en sus palabras.