Te veo en mi habitación. No creas que te has escapado de que hablemos
Fue el mensaje que llegó a la cabeza de Kayn apenas regresó al castillo de Jarvan. Aunque el tono que aquella voz femenina ha utilizado era bastante distinto al que acostumbraba; más que una caricia en su cerebro, era como un empujón.
La puerta estaba abierta esperando por Kayn y al entrar ella estaba sentada en la cama. Pero en su rostro había tristeza, preocupación, como si en el día se hubiera guardado varias lágrimas
—Sona— mencionó Kayn —¿Qué pasa? ¿Estás bien?
Sona se puso de pie y se acercó a él, tomó la guadaña y la dejó a un lado, todo con el objetivo de dejar los brazos de Kayn libres para ella misma abrazarlo. Él perdió el aire un segundo antes de rodear el cuerpo de Sona con sus brazos; a pesar de que no era la primera vez, seguía siendo raro que ella en particular le diera un abrazo.
Kayn, contestame una pregunta. Lo que dijiste en la mesa... ¿Fue verdad?... ¿Alguna vez me amaste o solo seguiste el hilo de lo que yo decía?
—Querida. Sabía que en mi pasado había alguien a quien había querido, pero la guerra para la que me entrenaron no me dejaba concretar quién era esa persona— mencionó él como respuesta a su pregunta— Te agradezco que hayas traído esas memorias de vuelta, porque al menos se que de alguna manera, siempre te estuve persiguiendo
Ahora no son las memorias traídas por su tacto lo que sacude a Sona, sino las palabras que dice
¿Y porque tengo que casarme contigo en base a una mentira cruel?
Kayn la separó de él para mirar su rostro, pero seguía sosteniendola de los brazos. Comparándolo con la primera vista que había tenido en la cueva, de un rostro duro incapaz de expresar emociones, ahora era como si se aguantara el llanto para mantener su posición.
—Sona, dulzura, ¿De qué estás hablando?
Hablo de que ya no quiero que me mientas... No has hecho más que lastimarme.
—¿Estás hablando... Del accidente en el bar?— mencionó algo incómodo
Lo del bar ya no tiene importancia. Se que Jarvan y Karma jamás acordaron que nos obligarian a casarnos, lo inventaste todo para que te diera mi mano. Fue un momento en el que te creí, que me amabas, que ya no querías aquella información con esa paz en puerta
Está intentando jugar contigo, clásico de templarios
Ante las palabras de Rhaast finalmente la soltó
—Aquello con lo que Jarvan sueña es incluso más difícil que la guerra— mencionó él —Claro que quiero la información que posees, pero ahora... Quisiera que dominaramos esta galaxia, juntos, como en el pasado dominabamos esas cordilleras salvajes
Suenas más patético a cada momento
—Podríamos volver a esos tiempos en donde eramos felices, solo tú y yo, donde nada importaba— mencionó ignorando a Rhaast por completo
La respuesta tardó unos segundos en llegar, Sona se encontraba pensándolo
Kayn... Yo de verdad llegue a amarte, considerate como mi primer amor si te sirve para alimentar tu ego. Podría traer a ese sentimiento de vuelta, pero solo puedo ver que Rhaast te ha manipulado hasta convertirse en quien maneja los hilos de tu vida
—¿Y eso qué?
Aquello que te ha prometido es solo un mito; el portal no te dará poder en absoluto y solo traerá el armagedon en la galaxia que deseas dominar
¡Está mintiendo Kayn! Sabe todo del portal, pero no deja de buscar excusas para guardarlo ¡Obedece a tu instinto de una vez!
Aquella dupla de voces que discutían en su interior queriéndola hacer de su consciencia acabaron con la paciencia de Kayn, quien tomó la guadaña del suelo e intentó arremeter contra Sona; el método libre de sangre de aquel ser no había funcionado, era momento de usar uno menos diplomático y un poco más... Brutal.
Pareciera como si se hubiera movido con el tiempo desacelerado, pues Sona tuvo el tiempo de convocar sus poderes. Usando el ora que recorre las venas de Kayn consigue hacer que abandone su arma dejándola caer y que sus dos rodillas queden en el suelo: como si cada gota de su sangre se hubiera convertido en una pesa haciendo que no pudiera levantarse.
—¿¡Qué es esto!?— dijo él
A pesar de que Sona oculta su rostro, su llanto es transmitido por el ora llegando así hasta Kayn
Aunque tu propuesta suena tierna, ya no tengo razones para creerte. He intentado sanar al niño que dentro de ti pide ayuda y seguro no me habría sido difícil traer mis sentimientos de regreso... No solo estoy en contra de tus ideales, sino que no podría soportar al nuevo tú
Ella lo presionó con sus poderes hasta que estuvo en el suelo casi sin poder respirar. Aquella presión acabó por destruir partes del traje y armadura de Kayn y haciendo que a los pies de Sona rodara un anillo que por su aspecto iba a juego con el que ella aún tenía en su dedo; mismo metal, mismo brillo, mismo relleno de mentiras.
—So..na..— dijo Kayn
Ella solo exhalo, se limpió una lágrima y ablandó la presión que su poder ejercía sobre él, aunque aún con la fuerza suficiente para mantenerlo en el suelo, lo dejó respirar.
Si te matara sería igual a ti, y no voy a dejar que lo que te corrompio a ti me corrompa a mí también
Por toda su espina comenzó a recorrer una serie de sensaciones familiares que la hicieron traer una leve sonrisa a su rostro; una energía explosiva y efusiva, una llena de tranquilidad y otra que se sentía como el espíritu de un padre algo gruñón. Miró su anillo una vez más y con algo de dolor lo retiró de su dedo y se inclinó para dejarlo con el que era su pareja en el juego.
Adiós Kayn, espero que nuestro próximo encuentro sea... En otras circunstancias
—¡Sona!— gritó Kayn casi en un suspiro
¡NO! ¡NO!... ¡Levántate Kayn! ¡Se nos está escapando entre los dedos! ¡Detenla!
A pesar de que Kayn intentó al menos arrastrarse en el suelo de la habitación o gritar una orden a los guardias de que detuvieran a la templaria, el ritmo al que su corazón bajó lo hizo caer desfallecido.
[...]
De regreso en la seguridad que le proporcionaba el Morning Star y el vacío del espacio con las estrellas como luces no puede evitar ese llanto que se le resbala por las mejillas; el accidente creado por sus ancestros, la criatura proveniente de ese portal le había quitado aquello único que le quedaba de un tiempo en el que ni el ora, ni el imperio ni los templarios importaban. Un momento de debilidad la hace caer en los brazos del capitán Yasuo. Detrás de ella, el grandulón de Malphite busca consolarla poniendo una mano sobre su hombro. Jinx se unió a aquel sistema de amor compartido con una causa.
Un "Te lo dije" se formaba en la cabeza de más de un miembro de la tripulación, pero el dolor de la chica les da la noticia de que en el momento no es apropiado.
—Tranquila princesa, ese patán ya no puede hacerte daño... Y nunca te volverá a poner un dedo encima. No mientras yo esté aquí— mencionó Yasuo buscando que el corazón de la templaria encontrara un remanso de paz
Sus emociones en el momento le impedían concentrarse para transmitirlo a la esfera de ora, pero agradecía a todo lo que podía por los amigos que con un llamado acudieron a su rescate; no habían cometido ningún crimen realmente, pero arriesgarse a los guardias Demaxianos solo para sacarla de ahí era algo que agradecer.
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En algun lugar... | Kayn x Sona | Odisea
FanfictionDespués de semanas y meses de cacería a una insignificante nave llena de borrachos e inadaptados, el ordinal Kayn finalmente se habia hecho con su presa: La callada templaria que en su momento se escapó de sus manos. Pero su objetivo, aun no podría...