°Capitulo 10:°

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Aquella noche de sueño no inducido, Sona deseaba que lo hubiera sido, al menos de esa manera no tendría que haberse encarado con aquella pesadilla.

Los rostros ya putrefactos de sus compañeros templarios que la llamaban "Traidora" y que la perseguían como fantasmas del pasado, como si ahora fuera su culpa que ellos estuvieran muertos cuando su único deseo al quedarse con Kayn era el de asegurar la paz. Huyendo de ellos se encontraría con una persona encogida en sí misma y cuyo rostro estaba cubierto de sangre sosteniendo la herida de su pecho por la cual no dejaba de brotar el plasma.

Al momento de regresar a la realidad Sona se dio cuenta de que ya no contaba con tiempo y tenía que comenzar a prepararse; Jarvan había pedido una reunión con Kayn y ella para desayunar, en donde Sona casi podía oler el hecho de que comenzarían a hablar del tema de la boda.

Mientras cepillaba su cabello frente al espejo alguien golpeó la puerta.

—Sona... Soy yo— era la voz de Kayn al otro lado de la puerta

Adelante, pasa

Kayn al ingresar a la habitación se veía levemente nervioso, aunque en su rostro era como si cubriera sus emociones con una máscara forjada con el prestigio que le precedía.

—¿Sabes que hoy podría determinar que esta paz se forje, cierto?— mencionó él

Bueno, no lo sabía. Gracias por la presión sobre mis hombros

—Que sea sobre los nuestros— mencionó sin poder evitar que aquello sonara como un regaño— Jarvan dice que Karma sigue sin estar convencida y la invitó a esto. Hay que convencerla de que esto puede funcionar

Puedo ser el pensamiento y tu la voz. Conozco a Karma, repite lo que te diga con "Nuestra conexión especial"

—Te daré el punto de que es una buena idea— mencionó Kayn —¿Te causará molestia si llevo a Rhaast?

¿Porque llevarias una guadaña a una reunión con políticos?

—Mejor no te cuento las cosas que he vivido— dijo pasando por su mente negociaciones que habían terminado de manera hostil

Aquella imagen de la cueva como una de esas negociaciones hostiles convirtió en algo incómodo el que era su segundo motivo por encontrarse en los aposentos de la doncella.

—Y quizás...— dijo, pero no era capaz de terminar su propia frase

¿Quizás?

Mencionó ella alentandolo a hablar, pero él prefirió no decir nada y retirarse. Ella no lo detuvo, pues sentía en él que lo que tuviera que decir ya saldría de sus labios. A pesar de que aquella pesadilla aún le carcomía la cabeza con miedos, Sona sabía que si seguía por ahí seguro podría corregir el error que hicieron sus camaradas. La paz siempre ha sido una idea tentadora.

[...]

Cuando Kayn vio a Sona con el vestido que le había proporcionado una de las damas de la corte y los ornamentos dorados que decoraban su cabello azulado complementando las cicatrices doradas de años tratando al ora, regresó a su mente el pensamiento que había tenido sobre ella en donde la comparaba con aquellas hermosas criaturas de las que solo había escuchado hablar.

Cuando ella se encontró más cerca de él, chocó de nuevo con la sensación de que sus intestinos estuvieran siendo triturados; nada raro debido a que en esta ocasión Kayn se encontraba acompañado del ser interestelar al que los templarios habían encerrado en la guadaña hace tanto tiempo.

En algun lugar... | Kayn x Sona | OdiseaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora