Estaba por terminar de arreglarse. Ahora se encontraba peinándose pero, era inútil, ni siquiera sabía por qué lo intentaba si no iba a funcionar. Su cabello por más que quisiera, no se quería acomodar y cada vez se esponjaba más y más. Hinata era una pequeña bola de pelos naranjas.
No le quedó de otra mas que ponerse el mismo broche que le había regalado Kageyama el jueves. Realmente atesoraba ese diminuto accesorio.
Ahora estaba todo listo. Entonces se levantó de su banquito mirándose en el espejo de su tocador. Se alejaba y se acercaba posando y modelando para sí mismo. Realmente se veía muy bien en las prendas que le había prestado su hermana aunque, aquellas medias eran un tanto incómodas, pues apretaban un poco sus muslos. No obstante, decidió dejarlas ya que le daban un lindo toque.
Eran las 2:58 p.m. y estaba inquieto teniendo muchas ganas de ir al baño pero recién había ido. Su única opción era calmarse pero, pronto sonó el timbre.
''¡Ding Dong!'' Era puntual el hijo de puta.
—¡H-hola K-Kaga llama!—Mierda—¡Q-quise decir Kageyama!—¿Tan temprano la había cagado?
—Hola lindo—Y lo miró de cabeza a pies admirando cada parte del menor—Te ves excepcional con esa ropa—Sonrió pícaro—Me da gusto que uses el broche.
—C-claro.
—¿Estas listo?—El menor asintió. Entonces Kageyama lo guió hacia el auto negro deportivo que estaba estacionado a unos cuantos metros de su casa.
—¿Eres rico, ah?
—Obviamente—Contestó sarcástico y le abrió la puerta tal como un caballero.
—Oh, muchas gracias—Entró y un extraño aroma a colonia se hizo presente. El interior del automóvil estaba totalmente reluciente.
—Sé lo que estas pensando. Quizás no podré llevarte en un carruaje a mi castillo como en tus sueños, pero pedí prestado el coche de mi tío—Rió—Por suerte ya saqué mi licencia, así que puedo llevarte a donde tú quieras.
—¿La acabas de sacar? Oh, tendré que rezarle al de arriba para que no choquemos.
—Hinata boke—Y entonces encendió el coche. Puso música de la radio y comenzaron una charla sobre cosas triviales.
Durante el intervalo del viaje para que ambos pudieran llegar sanos y salvos a la casa del mayor, el pelinaranja en algún momento se había quedado dormido y baba salía de su boquita.
—Ey pelusita, ya llegamos—Le susurró en su oído provocándole escalofríos.
—¡AH! Kageyama no me asustes así—Puchereó con sus labios y con el ceño fruncido.
Luego, Hinata miró a través del cristal dándose cuenta de dónde se encontraba. Al parecer era una especie de bosque, cerrada o quizás un pueblo, no sabía exactamente pero estaban rodeados de árboles y de la maravillosa naturaleza.
ESTÁS LEYENDO
♫Blueberry Eyes♫ (Kagehina)𝕰𝖓 𝖊𝖒𝖎𝖘𝖎ó𝖓✎
RomanceHinata Shoyo. Sí, aquél idiota prendado por el volleyball. Últimamente su vida se ha estado volviendo una mierda desde que entró a aquella preparatoria ''Karasuno'', pues ya no era lo mismo que en la primaria o la secundaria. Pensaba que las persona...