/Dos semanas atrás/
La inseguridad y la timidez no le daban el lujo de acercarse y actuar normalmente como si nada hubiera pasado. Debido a esto, sólo decidió ignorarlo el resto del día. Ni siquiera le había dirigido una palabra en el receso, ni lo había ido a buscar a su club. Planeaba pasar el resto del día en aquél salón lleno de ruido ocasionado por instrumentos musicales pero...necesitaba estar con él. Quería seguir practicando y tocar con él. Entonces, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba sentado debajo del árbol en el que solía dormir y descansar. Sólo por si de casualidad el pelinegro iba de nuevo...
Estaba algo decepcionado. Los minutos pasaban y Kageyama no llegaba. Al menos eso había pensado hasta que ahí venía corriendo junto con una enorme mochila ¿Qué era eso?
Rápidamente se sentó a lado de Hinata casi casi empujándolo con su cuerpo.
—¡Bakayama! Me vas a aplastar—Reclamó.
—Lo siento Hinata. ¡Mira!—Luego abrió su enorme mochila que resultaba ser la funda de un teclado—¡Conseguí un teclado para que podamos practicar juntos incluso en la escuela!
—¡Wow!—Y entonces el pequeño curioso inmediatamente presionó el botón principal para que pudiera empezar a sonar—Mmm...
—¿Qué pasa? ¿Suena diferente?—Asintió—Obviamente va a ser diferente. No es lo mismo un piano de cola que un teclado—Sonrió—Sé que no va a ser igual pero...quiero seguir pasando momentos contigo.
—Gracias—Y rozó su naricita con la de Kageyama tiernamente en forma de ''agradecimiento''—¡Toquemos entonces!—Y sacó también el instrumento de su estuche. Luego, Kageyama comenzó a tocar la pieza mientras Hinata esperaba su turno que llegaría después de unos cuántos compases y acordes que te guiaban hasta el ''coro''.
Nunca se iban a cansar. Realmente hacían una combinación perfecta. No necesariamente estamos hablando en el campo de la gastronomía pero lograbas percibir una explosión de sabores en tanto en tus oídos como en tu paladar con tan sólo escucharlos y luego...pronto tu corazón latiría al mismo ritmo de la melodía. Al menos así se sentían aquellas personas que ya se iban a sus hogares y no tenían actividades en ningún tipo de club. Curiosos e interesados se acercaban a ellos para poder admirarlos de más de cerca. Eran increíbles.
Al terminar de tocar, miles de aplausos y elogios se manifestaron.
''¡Son geniales!'', ''Qué músicos tan increíbles'', ''¡Amo su manera de tocar!''. Así decían unas cuantas personas aunque...parecía que los cumplidos iban más para Kageyama que para Hinata porque, a él ni siquiera lo miraban. Pero eso no importaba, él ya tenía su elogio favorito.
—Tocaste hermoso Hinata—Decía su compañero con una linda y cálida sonrisa—¿Volvemos a intentarlo?—Entonces tocaron unas cuantas veces más y de admiración a irritación pasaban las personas que lograban escucharlos. Ya estaban un poco hartos de escuchar lo mismo una y otra vez.
''¡Toquen algo diferente!'' Gritaban desde lo alto del edificio.
—Creo que tenemos que aprender a escuchar opiniones—Rió—Sabes Hinata...—Y sacó un cuaderno pautado junto con un lápiz y una goma—En realidad yo también estaba pensando en aprender algo diferente...
—¿Enserio? ¿Cuál pieza quieres tocar?
—Bueno...—Rascó su nuca algo apenado—Estaba comenzando a componer una pieza.
—¡No puedo creerlo! ¡Eso es increíble! ¿Puedo escucharla?
—Antes de eso, quería pedirte tu ayuda porque creo que sonará mejor con el violín—Y le pasó su cuaderno—Anoche estaba escribiendo la partitura tanto para piano como para violín.
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♫Blueberry Eyes♫ (Kagehina)𝕰𝖓 𝖊𝖒𝖎𝖘𝖎ó𝖓✎
RomanceHinata Shoyo. Sí, aquél idiota prendado por el volleyball. Últimamente su vida se ha estado volviendo una mierda desde que entró a aquella preparatoria ''Karasuno'', pues ya no era lo mismo que en la primaria o la secundaria. Pensaba que las persona...