El verdugo

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En la edad media existían muchos tipos de trabajos, algunos bien pagados, otros admirados por el público y otros despreciados. Ese era el caso de los verdugos, quienes eran repudiados por su misma comunidad

Su trabajo consistía en ejecutar a los condenados a muerte, en torturar a los prisioneros y no menos importante, también ejercían como sepultureros

Este oficio era pasado de generación en generación, un trabajo que era enseñado de padres a hijos, y siendo un oficio casi enteramente de hombres ya que creían que las manos de las mujeres no podían ser manchados con sangre

Los verdugos eran tratados con miedo y asco, eran rechazados y los habitantes preferían no interacciones con ellos. En los mercados ellos no podían tocar nada, para elegir sus alimentos debían señalarlos con su dedo índice o con un palo. No todos los establecimientos aprobaban su presencia negándoles el acceso o aislándolos de los demás clientes, incluso en la iglesia tenían que sentarse en la parte de atrás, aislados del resto

Todo ésto generaba que los ejecutores se volvieran hombres solitarios, depresivos e incluso alcohólicos; ésto no fue diferente para Shadow, que gracias a su padre había heredado el oficio de verdugo

Todos le temían y el hecho de que su pelaje fuera negro como la noche y rojo cual sangre; ciertamente era intimidante para los pobladores, quienes huían de él; todos menos una muchacha

Amy: Buenos días señor Shadow - decía con burla

Shadow: No me digas señor, soy tu mayor por 4 años; no soy tan viejo - me dio un golpecito en la frente

Amy: Si lo eres, mira ya te salieron canas - dijo entre risas

Shadow: Eso no es cierto y lo sabes enana

Amy: ¡¿A quién le dices enana?! - respondió molesta

Shadow: ¿Alguien dijo algo? No puedo escuchar nada desde aquí arriba - comentó entre risas

Amy: ¡No me ignores! - infló las mejillas denotando su molestia

Él iba a visitarla muy seguido, a diferencia de otros establecimientos, Amy lo dejaba acercarse a la mercancía y tocar las flores sin prejuicio alguno. Ambos solían pasar mucho tiempo juntos, ella logró doblegar esa actitud silenciosa e introvertida de Shadow, y el azabache se volvió sumiso a ella, Amy era la única que se podía acercar a Shadow y la única que podía tocarlo sin ser rápidamente apartada por el azabache, una situación que Amy aprovechaba, poniéndole coronas de flores a la cabeza del azabache; él cual no se podía revelar debido a que le gustaba verla feliz

Aunque no era capaz de decirlo, esa mujer era su vida entera; a diario venía a comprar flores sólo para verla y hablar con ella, se sentaban juntos en la iglesia, aún estando aislados de los demás en restaurantes, se sentían felices de estar uno cerca de otro, con una gran privacidad

Recordaba con nostalgia el día que la conoció

Flashback

Aquel día había ejecutado a un ladrón, aunque el usaba guantes de cuero aún podía ver sus manos manchadas con sangre, constantemente percibía un olor a sangre en el ambiente, no importaba donde estuviese; todos huían de él. Aunque siempre que ejecutaba a alguien tapaba su rostro con una capucha, todos cocinan su rostro y sabían que él era quien le cortaba la cabeza a los condenados y por eso lo evitaban

Un día que caminaba entre las calles algo llamó su atención aquel constante olor a sangre desapareció, giró su cabeza y visualizó unas hermosas rosas; su atención se centró en aquellas flores y sin saber el porqué se acercó a ellas, estuvo a punto de tocarlas; pero recordó que no tenía permitido hacerlo porque sus manos sólo traían muerte

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