Hijo de la luna

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Tonto el que no entienda
Cuenta una leyenda
Que una hembra gitana
Conjuró a la luna hasta el amanecer

En la cima de un monte, alumbrada por la luz de la hoguera una eriza rosa, decía conjuros mientras tiraba ciertas hierbas y esqueletos de animales a la hoguera, con la esperanza de llamar a la luna; para ese punto ya estaba sumamente desesperada

Llorando pedía
Al llegar el día
Desposar un calé

Amy: Por favor señora mía, concédeme mi petición, permíteme casarme con el hombre que amo - rogaba entre lágrimas

"Tendrás a tu hombre, piel morena"

La rosada se asustó ante aquella respuesta tan clara por parte de aquella deidad

Desde el cielo habló la luna llena

Ella sonrió ante aquella respuesta favorable, al fin su deseo sería cumplido, dejaría de estar sola, no obstante, todo tenía un precio; y tal vez éste sería un precio muy caro

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Ella sonrió ante aquella respuesta favorable, al fin su deseo sería cumplido, dejaría de estar sola, no obstante, todo tenía un precio; y tal vez éste sería un precio muy caro

"Pero a cambio quiero, el hijo primero que le engendres a él; que quien su hijo inmola, para no estar sola poco le iba a querer"

Amy se quedó paralizada ante aquella petición, pues no se veía capaz de entregar a su primogénito; no obstante, su obsesión por aquel hombre era más grande que su moral

Amy: ¡Acepto! - gritó

Respondió decida, la luna iluminó a la rosada para posteriormente apagar el fuego de la hoguera, el trato había sido sellado; la rosada sonrió, y se fue caminando del aquel lugar

Flashback

Su obsesión por aquel hombre nubló su mente, había conocido a aquel hombre en el mercado, Amy se había tropezado pero alguien la tomó de la cintura antes de que cayera al suelo, sus miradas se habían cruzaron, jades y rubíes se cruzaron; no obstante cuando estaban a punto de hablar una mujer rubia los interrumpió

María: Shady, debemos irnos, tu padre nos está esperando

Shadow: Ya voy - soltó a Amy y se dio la vuelta siguiendo a la rubia

Fue amor a primera vista, ella no paraba de verlo, cuando él se fue sintió un enorme vacío en su corazón. Los días siguientes logró investigar un poco más acerca de aquel hombre, resulta que era el hijo de un mercader moderadamente adinerado; por ello fue comprometido con una mujer de otro mercader de buena posición, aquella mujer rubia que vio en el mercado

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