Casualidad del amor (Brightwin)

10

La ceremonia de graduación finalmente terminó.

Win el día anterior me aviso que no podría venir por qué tiene algunas cosas que hacer, pero qué haría todo lo posible para terminar rápido aquel asunto, para así poder venir, pero al parecer no lo logro; aunque siendo honesto me hubiera gustado que estuviera aquí.

Me estaba despidiendo de algunos profesores antes de irme a casa, claro no sin antes recoger mis documentos personales.

Ya iba de salida cuando la persona que menos esperaba ver, estaba afuera esperándome.

—Vachirawit, felicidades.

—Señor Zion, gracias, pero ¿que hace usted aquí?

—¿Que acaso no puedo venir a felicitar a mi yerno?

—Claro que puede, pero no era necesario que viniera hasta aquí.

—Vine porque quería felicitarte y también porque quiero hablar sobre algunas cosas contigo.

—¿Sobre que quiere hablar conmigo señor?

—Deja de decirme señor, me haces sentir más viejo de lo que ya soy. Escucha te espero el viernes al medio día en mi oficina.

—Claro, yo le aviso a Win.

—No no no, solo quiero hablar contigo, no es necesario que Win valla.

—Pero señor, no creo que a Win le parezca buena idea que solo valla yo, el también querrá saber lo que sucede y no me gustaría ocultarle algo.

—Descuida, a él no le interesan esos asuntos, así que no te preocupes—dijo, después de mirar el reloj en su muñeca—ya me tengo que ir, tengo una junta en unos minutos; te espero el viernes, adiós—se despidió de mi, para después subir a su auto.

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Win

Termine lo más rápido que pude aquel proyecto para poder llegar a la graduación de Bright, y lo logre en tiempo récord diría yo; en cuanto termine corrí hasta mi auto y maneje hasta él.

Me dio igual saltarme algunos semáforos, tenía prisa con llegar a mi destino. Lo cual logre.

-Bright- lo llame antes de que entrara a su auto.

El antes mencionado algo confundido volteo su rostro hacia mi.

-Win, si llegaste- dice sonriente mientras volteaba completamente a mi dirección.

Me acerqué asta quedar frente a él.

--Como podria no venir a la graduación de mi queridísimo prometido- ambos reimos por mi comentario-- Felicidades; te voy a extrañar mucho-dije un poco triste acercandome más para poder abrazarlo.

--Yo también voy a extrañarte, pero no te pongas triste, aún nos vamos a seguir viendo-- después de decir eso correspondió al abrazo.

--Pero ahora ya no vendrás conmigo a la escuela, ya no vas a almorzar conmigo, ya no vas a estar conmigo.

--No digas eso, yo vendré a dejarte todas las mañanas, vendré a recogerte después de todas tus clases, y también vendré por ti para ir a almorzar y comer juntos; así que no te pongas triste ni te preocupes por eso.

--¿Enserio harás eso por mi?

--Por ti, lo que sea pequeño Win—sonrió.

--Yo no soy ningún pequeño-- me queje separandome del abrazo, para despues cruzar los brazos sobre mi pecho.

—Dije la verdad, eres pequeño y frágil para mi.

—Que tu seas más alto, grande y musculoso, no quiere decir que puedas burlarte de mi.