God Knows | Maylor

Ella - Parte 1

Eran extraños los días en los que Brian tenía la dicha de ver al rubio fuera de compromisos como las prácticas de Queen, o que podía estar a solas cinco minutos con él. Eso sí, los atesoraba bastante, y mantenían contacto por chat todos los días desde esa noche. Roger era ahora rápido para responder, y Brian agradeció ese detalle cuando recibió esa terrible (no tan terrible, pero definitivamente inesperada) noticia a primera hora de la mañana.

...

Eran las cuatro y media, y él dormía, como cualquier persona normal un miércoles.

El ruido del teléfono en la sala perforó el silencio de la madrugada y le siguió el grito de fastidio de Freddie desde su habitación, indicando su falta de voluntad para ir a tomar la llamada, pero que pegaría la gritadera del milenio si alguien no paraba el ruido del aparato rápido.

Se levantó de la cama cansado y dispuesto a dejar de lado su reconocida diplomacia para insultar al remitente, hasta que saludó y una voz familiar pero distante en sus memorias sonó del otro lado de la línea.

"¿Brian May?"

La voz de la mujer era tan dulce como recordaba, pero el tono era curioso e inseguro, como nunca antes llegó a escuchar. Consideró colgar el teléfono y volver a dormir. La mañana siguiente despertaría sin rastro alguno de que esa llamada ocurrió, incluso podía tratarse de un sueño... así que, ¿qué importaba? Solo que sí le importaba saber el propósito de la llamada. Porque después de ese par de años que se sentían como siglos sin saber nada de ella, Brian se preguntaba qué tragedia pudo haber ocurrido para que lo contacte.

Inhaló y exhaló con calma, haciendo evidente su presencia en la bocina pero preparándose para responder con un determinado pero delicado:

"¿Sí?"

"Soy Ruth, tu madre."

"Ehm, sí, h-hola" titubeó torpemente, sentándose en el sofá junto al pequeño mueble del teléfono, sintiéndose demasiado mareado para hacer todo eso de pie. Repasó el saludo de su madre en su cabeza: soy Ruth, tu madre. Es cierto que ella jamás declaró en voz alta que deseaba ya no formar parte de su vida; Harold, supone, lo hizo en nombre de ambos. Pero igual... ella jamás lo buscó después, y eso fue suficiente para que Brian sintiera que concordaba con el criterio de su padre. O bueno, de Harold.

Pero no, ella era Ruth, su madre, y haberlo escuchado lo hizo sonreír y lo llenó de dicha.

"¿Te desperté?" preguntó ella, notablemente igual de nerviosa que él, y deseosa de romper el extraño silencio de cualquier forma.

"No..." respondió rápidamente, con miedo de hacer que se arrepienta por llamar. "Estaba estudiando, me levanté hace poco" indicó tratando de sonar convincente.

"Ah, ¿si te va bien?"

"Sí, muy bien."

"Y... ¿en la vida? ¿Novedades?"

La pregunta lo tomó por sorpresa. Había tanto que quería decirle, muchos logros y cosas que, de tenerlos en su vida les hubiese informado de inmediato. Porque sí, antes del drama que hubo, Brian y sus padres eran muy unidos... Brian era su único hijo, y bueno, padres solo hay un par. Solían ser, entonces, como uña y mugre.

Pero ahora... ahora no sabía qué hacer, o qué decir, y dado que se demoró en contestarle, su madre optó por continuar tras soltar un ligero suspiro, pero notoriamente esforzándose de emplear un tono de voz ameno.

"Chrissie llamó el otro día, dice que estás saliendo con alguien."

"Oh..." fue todo lo que Brian pudo decir. Frunció el ceño y pensó... ¿por qué Chrissie les diría eso? Claro, ella fue quien lo forzó a salir del clóset en ese entonces con sus padres, y frente a todo el campus, pero ya no era parte de su vida y no tenía porque inmiscuirse en sus asuntos. Sintió molestia de inmediato, pero sintió también confusión, pues el que lo llamen no era la reacción que esperaba de sus padres al enterarse que seguía reforzando su homosexualidad consiguiéndose novio. Intrigado, se limitó a confirmar. "Ehm sí, yo... estoy saliendo con alguien."