• T R A Y E C T O • [ × ShinMono.× ]

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Abrió sus ojos ante la claridad de la habitación, parpadeo un par de veces acostumbrándose a la claridad y luego se apoyó en sus codos para incorporarse, recorrió la habitación con la mirada notando que la cama del rubio estaba hecha y sus mantas dobladas tan simétricamente como siempre, le sorprendían la precisión del rubio.

Lo primero que hizo fue levantar su futon para evitar accidentes como la última vez, siempre era bueno prevenir. Después de aquello fue hasta el baño para lavarse los dientes y darse una ducha, claro que no contaba con que el rubio irrumpiera en el baño mientras él se duchaba.

—oh, solo quiero usar el espejo. No te preocupes por mi. — dijo mientras tomaba su cepillo de dientes con una sonrisa burlona. Hitoshi suspiro cansado, ya se estaba acostumbrando más o menos a aquello, se sorprendía que Neito tuviese aquella actitud tan relajada y descarada a pesar de todo. — No suspires asi, siento que estas enfadado conmigo y no me gusta.

— ¿Ya ni siquiera puedo suspirar?—pregunto dejando que el agua tibia corriera sobre su cabeza.

— ¿acaso quieres hacerme sentir mal? —todo el tono de la conversación era muy burlona, sobre todo porque Neito enserio fingía arreglarse frente al espejo.

— ¿Acaso no sabías que estaba usando el baño?

—Al contrario... sé dónde estás porque siempre estás haciendo ruidillos, no es molesto pero puedo saber de dónde vienen.

— ¿Entonces viniste apropósito?— pregunto arqueando una ceja a pesar de que una cortina dividía ambos lados y el agua de la ducha apaciguaba la voz de Hitoshi, Neito todavía podía percibir aquel tono ofendido en su voz, le provoco una sonrisa.

—No exactamente... Solo quería usar el baño también ¿Qué problema hay? —Aquel tonito con el que hablaba le picaba a Shinsou. — ¿tienes miedo de que te vea? Puedo cerrar los ojos si quier-

—Basta. —Le corto y Neito le remedo con voz ausente sacando levemente la lengua.

—Que amargado eres. — sincero sus pensamientos en lo que escuchaba como la ducha era apagada y luego la cortina corrida hacia un lado.

—Lo que digas.—dijo atándose la toalla alrededor de la cintura pero cuando menos lo espero una de las manos del rubio palpo su torso aun mojado, los colores se le subieron repentinamente ya que no se lo esperaba, observo al rubio con el cepillo de dientes en la boca y una expresión concentrada manteniendo el ceño ligeramente fruncido mientras movía su mano por toda la extensión de su torso de forma lenta y delicada.— ¿Qué... estás haciendo?...

—Tienes un cuerpo bastante atlético... no me lo esperaba — confeso aun con el cepillo entre los labios y moviendo su mano hasta llegar al hombro derecho de Hitoshi, yendo por su cuello y subir finamente hasta su rostro, acariciando su mejilla de forma delicada, recorriendo sus facciones. Hitoshi simplemente se dejó hacer, admirando aquella expresión del rubio, su mano se sentía suave y tibia, era jodidamente agradable al tacto, claro, siempre y cuando no se tratara de una maldita bofetada, con su dedo índice delineo la nariz de Hitoshi y luego acaricio sus labios suavemente.

De repente la mano de Hitoshi tomo la suya, un tacto más brusco, más tosco y áspero, tan varonil como podía ser, el violeta le tomaba la mano con suavidad, acaricio sus nudillos y entonces tiro un poco más de esta y lo próximo que sintió Neito fueron unos suaves labios posándose sobre el dorso de su mano. Sintió su cara arder y casi se atraganta con la espuma de la crema dental. Hitoshi sonrió para sus adentros, contento y orgulloso de haber logrado aquella expresión en el rubio, sentimientos que rápidamente se esfumaron cuando Neito se soltó del agarre y lo empujo.