• T R A Y E C T O • [ × ShinMono.× ]

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Después de que su primera clase acabo tuvo que pasársela corriendo de un lado a otro ya que el rubio se había pasado su petición de esperarlo por las nalgas y se había metido en quién sabe dónde, decidió por ir a lo seguro y caminar finalmente hasta la cafetería, en realidad más bien estaba casi corriendo, su tenso cuerpo de alivio apenas vio aquella cabellera rubia al fondo de todas las mesas.

Hitoshi piensa que no le agrada a Pony, lo entendía porque él tampoco estaba muy seguro de si le gustaría que Denki se acercara a Neito con fines amistosos... Desde que lo conoce y sabe de su condición no puede evitar sentirse responsable del chico y tal vez fuese solo lastima, pues es imposible no sentirla pero también es preocupación. Le preocupa un chico que a penas y conoce, pero que tiene mala fama y un humor terrible.

Después de almorzar ambos solos, porque la rubia se había marchado y cuando regreso con agua para ambos ya no la vio en la mesa, Neito dijo que estaba bien y que si no la obligaba a irse entonces ella no haría amigos nunca.

- ¿La conoces? - pregunto mientras subían las escaleras, pues había visto como nuevamente Neito levantaba la mano hacia la chica de cabellos naranja que le había saludado. La recepcionista que le había mirado tan mal hace ya casi un mes. - ¿una novia?

La risa de Neito lleno el angosto lugar y Hitoshi se encogió de hombros metiendo las manos en los bolsillos de su uniforme verde, aquel que debía llevar para cada práctica.

- ¿Por qué siempre haces eso? - pregunto entre risas.

- ¿Hacer qué? -arqueo una ceja ante la vaga pregunta del rubio.

-Eso. Preguntar si una chica es mi novia para que te diga que no y asi poder seguir coqueteándome a gusto. - dijo riendo suavemente mientras Hitoshi sentía vergüenza de sí mismo, solo le había nacido curiosidad después de verlos hablar en varias ocasiones.

-Solo han sido dos veces...- le corrigió.

-Primero Pony y ahora con la recepcionista. -Hitoshi murmuro un "lo que sea" y entonces Neito volvió a reír para sí mismo.-Es una amiga.

El silencio los lleno nuevamente y entonces, cuando Neito llegaba al escalón cincuenta y seis Hitoshi volvió a hablar.

- ¿Y estas bien con eso? - ¿Qué si estaba bien con que le coqueteara? ¿Quién pregunta eso? Pensó Neito.

-Podría ser... -Una respuesta vaga. - De todos modos ¿no eres un desvergonzado por coquetearle un chico ciego?

-El desvergonzado eres tú, mira que hacer chistes de mal gusto al respecto...

- ¿En qué te afecta? Pareces una vieja amargada.

Y Hitoshi sabía que podrían pasársela asi por el resto de la tarde noche, porque Neito parecía ser una fuente infinita de comentarios irónicos y sarcásticos para cualquier ocasión.

Fue el primero en darse una ducha cuando llegaron al dormitorio, al salirse del baño pudo ver al rubio quitándose la camisa blanca con mangas acampanadas que había lucido aquel día, incluso si solo iba a clases Neito siempre se veía bien, tenía la toalla alrededor de sus hombros, listo para darse una ducha y cuando sintió la mirada del violeta se giró por puro instinto, no lo había oído de hecho pero sentía que le miraban.